Friday, April 30, 2010
Thursday, April 29, 2010
ESTRENO DE REMINISCENCIAS (2010), DE JUAN DANIEL FERNÁNDEZ
Con ustedes el trailer de Reminiscencias, película de la que escribiré en breve, y que francamente me ha dejado bastante sorprendido... La emergencia de una nueva sensibilidad, traducida en formas nuevas, eso es justamente lo que encuentro aquí. Recomiendo a los interesados en seguir acompañando este delicioso fenómeno de un Nuevo Cine Peruano, no perdérsela por ningún motivo. Pueden verla:
a) El Viernes 30 de abril a las 7:30 p.m. en el Centro Cultural Cafae-se (Av. Arequipa 2985, San Isidro).
b) El Lunes 3 de mayo a las 7 p.m. en el Cineclub de la Universidad Cayetano Heredia (Av. Armendáriz 445, Miraflores).
c) El Jueves 6 de mayo, a las 7:30 p.m. en el Cineclub de la Universidad Tecnológica del Perú, auditorio “Elisa Toullier de Valcárcel” (pabellón “F”, 3º piso).
d) El Viernes 14 de mayo a las 7:30 p.m. en el Cineclub Lambayeque Vivo, auditorio de la Dirección Regional de Cultura (Av. Luís Gonzáles Nº 345- Chiclayo).
Felices ingresos libres en todos los casos :)
Thursday, April 22, 2010
¡MÁS DEL NUEVO CINE PERUANO! MINI-CICLO: UN NUEVO CINE PERUANO YA EXISTE (PARTE DOS)
2, de Eduardo Quispe (Perú, 2008, 68 minutos). Si ves lugares conocidos de Lima, será bajo otra luz; tendrá que ver con el tono emocional y los destinos inciertos de los personajes, en vez de con costumbrismos, pintoresquismos cosas peores… 2 muestra, con una cámara algo inquieta, jóvenes ‘reales’, contemporáneos, mirados con sobriedad y sensibilidad, casi se diría filmados en ‘estado natural.’
Lunes 3 de mayo:
Reminiscencias, de Juan Daniel Fernández (Perú, 2010, 80 min). Desde su más tierna infancia, el director fue filmado por su familia. El ‘montaje neurológico’ de esas memorias nos permite sentir una versión de su vida, desde la armonía y audacia del aparente desorden de los más diversos fragmentos. Interrogación sobre la identidad y la naturaleza mutante de los recuerdos.
Monday, April 19, 2010
Saturday, April 17, 2010
LA CANCIÓN DE LA SEMANA: NANTES, DE BEIRUT
...Quedarse chateando hasta las 4 de la mañana incluyó descubrimientos inesperados... como por ejemplo el descubrimiento de este grupo y de esta canción...
Friday, April 16, 2010
HALLAZGO DE LA VIDA, DE CÉSAR VALLEJO
Thursday, April 15, 2010
CINE JOVEN, CINE TRADICIONAL… O: LA CENSURA Y LO VEROSÍMIL
(M.C.)
The man who shot Liberty Valance, de John Ford
Un verosímil cinematográfico existe desde hace mucho tiempo, y todavía hoy, aunque de forma ligeramente inferior, lo que, sin embargo, ya es mucho. El cine ha tenido sus géneros inconfundibles: el western, el film policíaco, la oportunista «comedia dramática» a la francesa, etcétera. Cada género tenía su decible, y todos los otros posibles eran imposibles. Todos sabemos que han sido necesarios cincuenta años para que el western tratase argumentos tan poco subversivos como el cansancio, el desaliento o la vejez; durante medio siglo, el héroe joven, altivo e invencible, constituyó el único tipo de hombre verosímil en un western (por lo menos en el papel de protagonista): análogamente era el único admitido por la leyenda del Oeste, que en este caso suplía al discurso precedente. En la secuencia final de The Man who Shot Liberty Valance, de John Ford, el periodista, rasgando las hojas sobre las que su ayudante había anotado la verdadera narración del viejo senador, ¿acaso no dice a este último: «En el Oeste, cuando la leyenda es más bella que la verdad, imprimimos la leyenda.»
Pero aún hay más. Todo el cine ha sido utilizado —y muy frecuentemente todavía lo es— como un vasto género, una «provincia cultural» inmensa (pero siempre provincia), con su lista de contenidos específicos autorizados, su catálogo de argumentos y de tonos filmables. Gilbert Cohen-Séat observaba en 1959 que el contenido de los films podía ser clasificado en cuatro grupos: el maravilloso (que provocaba una situación de desorientación brusca y, por lo tanto, agradable), el familiar (nutrido de «auténticas anécdotas» observadas con un cierto humor, pero, como subraya el autor, «al margen del ámbito de los problemas delicados, a la debida distancia del punctum dolens»), el heroico (que satisface en el espectador una generosidad inutilizada en la vida cotidiana) y, finalmente, el dramático (que va directamente a las regiones afectivas del espectador medio, pero tratándolas demagógicamente, como las trataría él mismo, y sin encuadrarlas en una perspectiva más vasta en la que el público, aunque no reconociéndolas inmediatamente, tenga en un segundo tiempo la posibilidad de resolverlas o de superarlas.
En 1946, en el primer número de la revista Les temps modernes, Roger Leenhardt advertía cómo la aportación del cine tradicional, prescindiendo de sus invenciones de estética formal y limitándose al «contenido» propiamente dicho, había sido tan escasa: los grandes paisajes, el desierto, la nieve, el mar, etc. (pero no paisajes de sutil y compleja belleza, como, por ejemplo, la campiña de Aix); la gran ciudad, la muchedumbre, la máquina; el niño, el animal; los grandes sentimientos elementales, terror, violencia, amor sublime, etc. (pero no sentimientos de tipo distinto, como, por ejemplo, aquellos realmente presentes en nuestra sociedad). El cine tradicional —concluía por consiguiente el autor—nos ha enseñado bien poco, al margen del cine mismo como nueva forma de expresión. Dicha clasificación es notoriamente distinta de la de Gilbert Cohen-Séat; sin embargo, ambas concuerdan en la constatación de la existencia de una limitación de lo dicho, específicamente inherente a la adopción del film como forma de decir, esto es, en el fondo la existencia de este verosímil cinematográfico al que escapan solamente, de hecho, algunos films concretos de ayer y de hoy y, como reivindicación parcial lograda, las tentativas de las distintas escuelas de «joven cine» en su conjunto.
Así, detrás de la censura institucional de los films, a su alrededor, a su lado —por debajo, sin embargo, superándola—, la censura basada en lo verosímil hace las funciones de segunda barrera, de filtro invisible, pero eficaz, de forma más general que las censuras que declaran su verdadero nombre. Pende sobre todos los argumentos, mientras que la censura institucional se concentra sobre algunos aspectos, políticos o de «costumbres»; y, lo que es más grave, tiende a afectar no tanto a los argumentos como a la forma de tratarlos, es decir, al mismo contenido de los films: el argumento no es el contenido, sino sólo una primera generalización característica de él.
En una conferencia en Copenhague en 1953, Louis Hjelmslev ¿acaso no decía (respecto al lenguaje verbal) que lo que llamamos ideología corresponde en gran parte a la forma del contenido? Así, las censuras institucionales jamás han prohibido representar sobre la pantalla un personaje de adolescente (nivel de «argumento» = sustancia del contenido). El hecho de que hayamos tenido que esperar obras relativamente recientes en la historia del cine, y además muy raras, como Les derniéres vacances (Roger Leenhardt), Masculin-Féminin (Jean-Luc Godard), Cerny Petr (Milos Forman) o Le Pére Noel a les Yeux Bleus (Jean Eustache) para encontrar adolescentes en los films que, por lo que se mostraba (el llamado nivel del «fondo» —contenido auténtico— forma del contenido), resultasen finalmente posibles —es lo que se quiere decir diciendo «verdaderos»—, depende del hecho de que la pantalla durante tanto tiempo ha sido dominio exclusivo de una tradición del adolescente fílmico verosímil. Dicha tradición admite a su vez siete u ocho tipos principales de adolescentes (en orden cronológico aproximado vemos que rápidamente se presentan algunos: 1) el primer galán joven heroico y sentimentaloide del mudo; 2) el jovencito de buenos modales de los films rosas; 3) el tipo larguirucho que tartamudea y hace reír; 4) el desplazado, bueno en el fondo, de Les Tricheurs 5; 5) el horrible «blouson noir», etc.).
Tuesday, April 13, 2010
EL LIBRO DE LA SEMANA: ESCULPIR EN EL TIEMPO, DE ANDREI TARKOVSKI
Sunday, April 11, 2010
EL POEMA DE LA SEMANA, O:
No me conoces
-no puedes conocerme
ni esforzándote maciza corona
en la joroba con delirio de ciempiés
babeando tu poro tímido hasta
la catarsis de un metatarso alámbrico
pero calámbrico calando umbrío brinco
a tu miasmático osmótico asmático
siempre aletargado frenoatardecer-
y realmente no me conoces ni la sombra
ni la esquiva lágrima ni el sueño disoñorizado
sin embargo crees destilando cianuro desvirtuado
que me conoces quizá lo suficiente como
para autoparodiarte inconscientemente
al besar el espejo semilusorio rechazado
dibujando cianóticos anuros que te hablan
habilitándote la civilización morfinaz
sólo para solazar en las
inmediaciones de tu choza-búnker-cloaca espinal
disefectuando tu sigilo accidental para
no hundirte en tu propia miríada de teratopsicoabscesos:
ergo casi reniegas por mi existencia aunque
tal vez lo disimules casi fallidamente como
si solo fuera indiferencia
pero de todos modos y de todos miedos
prefieres evitarme San Judas Tadeo de tus liendres
y tu impostada pseudoirreligiosidad
todavía quizá himnea referencialmente
a las arquitecturas erróneas y a
lo aneidético …….. dígame señor de glúteos interfauces
usted ¿tiene ideas revolucionarias o tan sólo
tiene verdaderamente ideas?
la respuesta es unívoca – la respuesta usted timo desvalido
la ha balido al embalar un cirio en contra de su
más crayolálgica costra
creyendo reprimido por sus ojeras vítreas legañadas
de cuadrumana insurgencia
en el amor libre, en la telequinesis postóxica
y muy recónditamente en
la magia del injuriado por la famélica ternura
(incólume el respeto) de usted.
ALBERTO JAVIER ANGULO CHUMACERO
Saturday, April 10, 2010
CÓMO HACER CINE (EN ONCE LECCIONES). POR ALEJANDRO JODOROWSKY
Wednesday, April 07, 2010
IMÁGENES TEMÁTICAS INTUITIVAS
Tuesday, April 06, 2010
EL LIBRO DE LA SEMANA: DÉJAME ENTRAR, DE JOHN AJVIDE
lacinefilianoespatriota@yahoo.com
Password:
Let the right one in
Let the old dreams die
Let the wrong ones go
They cannot do
What you want them to do
Morrissey, Let the Right One Slip In
Friday, April 02, 2010
TRES CORTOS PERUANOS
Avishka from Karina Cáceres Pacheco on Vimeo.
Odio que sueñes con ese chico, de Tilsa Otta
El niño del árbol, de Karla Ramírez