LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Saturday, December 06, 2008

RESERVATION ROAD (2007), DE TERRY GEORGE


Estrenada en Lima como “Camino a la Redención"
Oh, vaya, me dije a mí mismo, así que Los Grandes Temas. Por ejemplo: El Azar Desdichado. A continuación: La Culpa. Entonces: La Piedad. Enseguida: La Venganza. No se pierdan: La Crisis Moral y de Conciencia. Y, como fin de fiesta: La Redención. Pero la cruda verdad sea dicha: sufrí, casi minuto a minuto, la elaboración minúscula de parte del director para con un drama que se deseaba mayúsculo… Maniquea, formulista y sádica, cargada de sensiblería telenovelesca, digna del más facilón telefilm, con pretensiones morales y didácticas, pero con casualidades tan vulgares como poco creíbles, Reservation Road no logra salvarse en mi estima ni por las sentidas y esforzadas actuaciones de un elenco con actores tan apreciables como Joaquim Phoenix, Mark Ruffallo, Jennifer Connelly y Mira Sorvino.
¿Será una parábola cristiana, dolorosa pero iluminadora, como escribe Jonathan Rosenbaum en su capsulita para el Chicago Reader? ¿Lo mejor de todo está en reparar en la siguiente paradoja moral?: Es cierto que el hombre que atropella y mata por accidente al niño y huye es tragado por la culpa al tiempo que se convierte en un mejor padre para su hijo, mientras que el otro descuida a su familia por el deseo de venganza, pero, el rango de casualidades, como la que hace que el abogado que contrata Phoenix para investigar el caso sea el propio Ruffallo (o sea, el que atropelló al niño), constituye un drama en sí mismo, que fatalmente divide mi atención del drama que más debería interesarme. No negaré, compartiendo el pañuelo con Manhola Dargis del New York Times, que mis ojos se humedecieron en más de un momento, pero eso no me sirvió para aprender nada humano sino la activación de la empatía natural o de algún drama privado… Los actores se esfuerzan por matizar pero el guión -que incluye un gracioso planteamiento de thriller con detective internauta de regalo-, no los deja hilar actuaciones demasiado sutiles; sí, la complejidad, la ambigüedad, lo imprevisible, lo incalculable, también fueron mortalmente atropellados en la mayor parte del metraje dejando sus cuerpos tirados en medio del camino, igual que el del pobre niño en la no muy elaborada pero muy chocante escena de los primeros minutos.
M.C.
La Cinefilia No Es Patriota

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