LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Monday, March 30, 2009

LA TETA ASUSTADA (2009), DE CLAUDIA LLOSA


Empezamos una serie de textos sobre la única (o primera, seamos optimistas) película peruana premiada con el Oso de Oro en Berlín; película que sigue dando vueltas en la cabeza de todos nosotros, generando reacciones de todo tipo. Queremos reflejar ese curioso estado también por aquí. Con ustedes, el primer texto de la serie.
La teta asustada y sus animales heridos

Fausta es casi una adolescente que arrastra algo peor que ser violada. Ella es el fruto de una violación, el resultado del peor recuerdo de su madre.
La película abre con la pantalla en negro y una canción en quechua, a medida que avanza logramos reconocer que es la voz de una anciana, la canción nos introduce a la historia, una historia donde el pasado es más vívido que el presente.
La primera imagen de La teta asustada es la de una mujer mayor postrada en la cama y su hija acompañándola, compartiendo no sólo en el espacio de sábanas y paredes carcomidas por la humedad, sino también esa canción.
Apoyada en una fotografía impecable, Claudia Llosa construye dos universos paralelos: el del arenal con corazón kitsch y el de Fausta, donde todo está como suspendido, especialmente el tiempo y donde ella es una silueta.
La escena con los preparativos de la boda evidencia la interacción de estos dos extremos. Un comedor fuera de la casa, ula ulas colgando del techo, cuadros de íconos chichas, una familia conversando sobre los detalles de la boda y una novia engreída y huachafa cargando con ayuda de su hermano la cola de su vestido y sacudiéndolo de la arena, aunque parezca imposible porque todo a su alrededor es polvo. Ese es el cuadro en el que irrumpe Fausta y su presencia muda. Ella se queda parada, observa todo, nos perturba, se desmaya y se ve aplastada por el exterior, por sentirse una extraña en una cultura donde el tiempo pasa muy rápido encima de ti y con todos sus adornos.
Este es el punto de partida de los simbolismos: la papa, las perlas, el mar, el pezón, el puño cerrado. Hay escenas potentes y preciosas construidas sobre esa cantidad de símbolos, como aquella donde la dueña de casa recoge agachada las perlas junto a Fausta como si tuviesen todo el tiempo del mundo, como si empezaran a ser parte de algo.
Los símbolos son uno de los puntos fuertes y a su vez uno de los más débiles de la película, cuando te das cuenta de que se abusa de ellos y nos damos cuenta de que una película seria tampoco tiene que convertirse en la continuación de las clases de semiótica.
Madeinusa nos había probado muchas cosas, una de ellas es que Magaly Solier sabía actuar y crear personajes, con algo más que técnica, personajes desde sus entrañas; y que sabía no dejar de sobrecogernos. Solier interpreta a Fausta como si fuese un animal herido. La teta asustada es una película sobresaliente porque construye una mirada sobre los animales heridos que no se guían por sus sueños, solo huyen de sus pesadillas.
Ana Carolina Quiñonez Salpietro
La Cinefilia no es patriota
Crítica de Yusef Simon:
Crítica de Eugenio Vidal:
Crítica de Mario Castro:
Crítica de Diego Cabrera:

4 Comments:

  • At 11:09 AM, Anonymous Pique said…

    Interesante texto. Sólo una pequeña corrección: Fausta no es fruto de la violación, la madre estaba embarazada de ella cuando la sufrió.

    Saludos.

    RMS

     
  • At 2:19 PM, Blogger La cinefilia no es patriota said…

    un fruto al que la violación no deja incólume, en todo caso.

     
  • At 11:49 PM, Anonymous Anonymous said…

    Bien tela el comentario.

     
  • At 9:36 AM, Anonymous Eva Luna said…

    Me encantó la película, me he dado cuenta que está llena de símbolos, el problema es que he decifrado muy pocos. Y aún así me gusta, es un película difícil, como ver un poema de Verlaine o Rimbau en el cine. Un acierto.

     

Post a Comment

<< Home