LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Monday, March 02, 2009

29 PALMS (2003), DE BRUNO DUMONT


Si bien queda claro que 29 Palms es, de entre las cuatro películas de Bruno Dumont, la más libre y despojada y hasta errabunda estructuralmente, es, al mismo tiempo, la más determinista, ideológicamente hablando. La contradicción -o por lo menos el contraste- me resulta de gran interés. ¿De qué manera una forma más abierta estimula una conclusión más cerrada? ¿Es esto casual?

Su radiante minimalismo, aprovechando de seguro la inspiración que significó filmar por primera vez en Estados Unidos, solo puede parecerme una decisión saludable y atrevida, chocante, extrema, tan natural como experimental, y, en definitiva, fascinante. 29 Palms me parece también impecable en cuanto a lo que muestra; una pareja tan caprichosa e impredecible como el viento que se mueve en el desierto. Un escenario tan abierto, para este director francés significa sobre todo una cosa: miedo. Como si no hubiera donde esconderse de nuestra aterradora pequeñez. Paisajes. Cielos. Piedras. Carreteras. Paisajes no-humanos. Humanos, pequeños, como pequeños detalles en las fauces del paisaje. Paisajes de cuerpos, de cuerpos desnudos, de coitos, de orgasmos.

La palabra hablada no es la actividad más practicada por estos personajes. (Y cuando lo hacen, ella muestra una lógica paradójica, que hace que él se enfurezca). El desierto es también un desierto de palabras, lo esencial permanece, con fuerza, no-verbalizado, o inverbalizable. La atención que deberemos poner al observar la tensión / distensión de los gestos de los personajes es clave. La danza de sexo y violencia funciona como las dos caras de la misma moneda, los dos lados de una cara, los dos momentos de la misma pulsión, las dos energías de un cuerpo. ¿Es así? Al menos, es así para los personajes…




Como en los mitos, un hombre y una mujer, y casi nada más. Reducción vertiginosa al sístole y diástole del deseo y la agresión. Disfruto de esta película porque logra la máxima concentración posible, si de lo que se trata es de hurgar en la relación de pareja; en su maravilla y en su miseria, y de manera prácticamente simultánea y sin solución de continuidad. Un filme de terror, donde los monstruos asoman la cabeza en algún gesto o acto de los propios personajes. Silencios, estallidos, belleza del paisaje (humano y no-humano). Coqueteo con la enfermedad mental…

Un perro (con tres patas) que parece resumir la herida interna, la gracia en medio de la mutilación interior, la indefensión de los inocentes. Un perro con tres patas, y encima, atropellado. Claridad retorcida del símbolo.




Uno está fuertemente tentado de leer la película como nihilista. Como el abandono de la esperanza, en este juego torturado de desencuentros. Por mi parte, no creo que sea únicamente nihilismo. Me resisto. Es algo mejor, o tal vez, peor. El horror surge en los últimos minutos en estado puro. Incontrolable. La escena de la violación es modélica al respecto. El violador del fotógrafo, grita y llora, al terminar de violarlo. Es como si hubiera un mal que lo poseyera, que lo obligara a cometer ese acto. ¿Un giro significativo en la obra de Dumont? ¿Una especie de neurótico divertimento en negativo? ¿Una película maldita, ahogada en su propia maldad? ¿Estaremos, entonces, ante una bella y torturada película sobre la insignificancia brutal de nuestros bonitos intentos de civilización? ¿O será ‘solo’ una pesadilla, sin rebuscadas resonancias simbólicas?

Es la película más negra de Dumont. La redención aquí se muestra por completo imposible. El miedo, la destrucción, triunfan como el avance sordo del viento del desierto. Una sequedad trágica, que hiere o complace al espectador es lo que queda –de ahí la duda que surge con respecto a la película: su pertenencia a una codificación del género de horror, al final, sin matices, que la eleven más allá del simple rapto pesimista y desesperado, o (aún peor) banalmente provocador-.
Mario Castro Cobos
La Cinefilia No Es Patriota

Otro texto sobre esta película:

http://cinerastas.com/2009/03/17/especial-bruno-dumont-iii-twentyninepalms/

2 Comments:

  • At 11:11 PM, Anonymous Anonymous said…

    29 palmas recien la pude ver, y me parecio una propuesta tan inteligente, un testimonio epocal, entant carencia de comunicación, o mas bien, descomposición de la comunicación y cierta trasvaloración o inversión de los roles, al final, el macho herido, violado ¡penetrado¡, solo encuentra su redención, identitaria, con la muerte del otro, cual rito iniciatico, debe liquidar a un objeto-sujeto-objeto complice, motivo y amante.
    una de las propuestas mas pulacras y q exhala cierto halo contemporaneo, desde la puesta en obra de muchas principios, expuesto lucidamente por usted, hasta la exquisita foto final, un muerto en el desierto que no se esconde, que no se puede esconder, que se ha fundido en el paisaje-mundo transparente.

     
  • At 4:14 AM, Blogger atrocity exhibition said…

    tienes un blog muy interesante...
    si no te importa he recogido tu artículo de 29 palms para mi blog.
    quedas invitado al mismo, evidentemente...
    gracias,
    Vara
    neurótika subfilms

     

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