LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Saturday, March 17, 2007

TRIADA MEXICANA: BABEL


TRIADA MEXICANA DE LA ACTUALIDAD FÍLMICA MUNDIAL
II. Babel, de Alejandro González
Alejandro González Iñárritu, diestro manipulador de la publicidad y el vídeo clip, ya había sucumbido al éxito de su ópera prima Amores Perros en Cannes (La semana de la crítica) y en otros festivales más o menos reputados, tanto que luego realizó la análoga angloparlante 21 gramos pero más debatible y menospreciada. Ahora, nos trata de envolver con una película políglota y por ende multirracial (español,inglés, japonés, etc) acerca del fenómeno de la incomunicación. Si Amores Perros era un rompecabezas episódico de tres historias que tenían en común los lazos de amor y pasión como concepto redoblado, perros alegóricos y a la vez concretos, y un nexo de accidente automovilístico donde convergían los tres relatos; aquí el desorden de la incomunicación se visualiza arquitectónicamente en un montaje donde los tiempos y los espacios se reinterconectan interválicamente, un boomerang escénico múltiple que transmite la información de modo dinámico y espiralado, pero en este caso es una autoafirmación gestora.
¿Hasta qué punto la variabilidad autoreferente puede ser un cáncer estilístico? Creo en la pureza casi ecléctica entre Spielberg y -con el respeto que siempre se merecerá- Buñuel, para elaborar muy personalmente un documento de su ego preñado de un neodadaísmo facticio. La dupla González Iñárritu - Arriaga, director y guionista respectivamente, hace gala de un amalgama intrincado pero inferible de fragmentos del drama de los niños rurales y el rifle que su padre les facilitó negligentemente para que uno de ellos casualmente hiera a una turista que viajaba con su cónyuge estadounidense en autobús, quienes se enrumbaron en un asueto para limar asperezas y conversar abiertamente sobre todo ante la evasión del hombre por la pérdida de uno de sus hijos, y sus otros hijos en un problema de persecución de la policía contra la empleada mexicana que los cuida y su sobrino un poco ebrio, todo debido al prejuicio; y aquel rifle que podría ser el primer detonante para que los diversos plotpoints se desencadenaran le regaló un japonés, de caza, padre de una adolescente colegiala sordomuda, quien busca a través de su propio lenguaje un bálsamo para erradicar su abismal soledad, una búsqueda que se aparenta como un cuadro crónico de ninfomanía.
Subsiste un balance estocástico respecto a la alternancia asociativa entre una historia y otra, ya que la cualidad episódica aquí ya no es formal, y está exenta de límites narrativos, aquí todo se escultura en una unidad.
El prefacio es hiperbólico, como un desierto el mundo donde jugamos a ser adultos sin dejar de ser niños y nos herimos casi casualmente pero sospechosamente a propósito desde el subconsciente. Primero agredimos y luego nos comunicamos, o por lo menos lo intentamos, ¿Acaso la violencia de la barbarie no es una clase de comunicación y la civilización no es más que una ilusoria pantomima?
El núcleo o medio es lo mejor de la película: las distintas ambientaciones son unilaterales y por eso mismo transmiten la divergencia aludida en la temática. En cuanto concierne al desentendimiento por las lenguas disímiles y a la incomprensión entre personajes isóglotas, el tratamiento de la puesta en escena es efectivo por oscilar entre lo pausado y lo frenético. Ni hablando el mismo idioma, nos salvamos del repudio callado ante la desatención de lo que expresa el otro.
Cabe destacar la escena de la japonesa sordomuda por encajar en un ámbito drogada quizá con éxtasis o algún similar columpiándose, o la escena de la fiesta mexicana posterior a la boda tan rústica como esperpéntica, o la misma japonesa sordomuda en reacción al rechazo de otros, los amenaza y tienta a la vez habiéndose quitado la trusa se levanta un poco la falda para advertirles que esa vagina cual monstruo que seduce jamás la poseerán, amén de un menester de valoración aunque sea mediante el deseo carnal.
No obstante, el colofón es simplemente reconciliativo. La cámara se aleja y la urbe se va convirtiendo en un recinto titánico de explosión demográfica, donde exuberan los edificios que enclaustran historias tan íntimas aún afrontándose, y el lenguaje se hace más lejano, oscuro, difuso, utópico e inconciliable.
Como dice el eslogan: Si quieres que te entiendan... escucha.
Yo agregaría: Y si aún no eres entendido... comprende su desidia, prosigue disfrutando a medias lo que sientes como soledad, y en un futuro no tan lejano clónate a ti mismo en sexo opuesto, y vivencia el enlace perfecto.
ALBERTO JAVIER ANGULO CHUMACERO

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3 Comments:

  • At 10:55 PM, Blogger La Manopla said…

    Excelente artículo. Les invito a hacerse amigos del blog “La Manopla”, de Quito-Ecuador, lo saqué recientemente para subir textos de filosofia y teoría de arte, y hablar un poco de lo que sucede acá en ecuador…donde también estamos pensamos en un cine que todavía no existe, pero ahí le damos. Suerte.
    juancarlos.

    http://lamanopla.blogspot.com/
    juancardos@hotmail.com

     
  • At 11:40 AM, Blogger supersilent said…

    Justo les iba a decir... CARACHO PARECE Q SE LES ESTA PEGANDO EL ESTILO DE CHUMACERO!!!!... jjajaja y era su artículo... ay ay

     
  • At 11:40 AM, Anonymous Anonymous said…

    Justo les iba a decir... CARACHO PARECE Q SE LES ESTA PEGANDO EL ESTILO DE CHUMACERO!!!!... jjajaja y era su artículo... ay ay

     

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