LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Saturday, May 03, 2008

INSIDE MAN (EL PLAN PERFECTO, 2006), DE SPIKE LEE

Juega con Spike


¿Qué has hecho, Spike Lee? ¿Tú, el gran cineasta, orgullosamente independiente, trabajando ahora para los grandes estudios? ¿Qué haces, embarrándote en una vulgar película de entretenimiento? O tal vez intentas (y lo logras, mirando la taquilla) conciliar de manera extraña, autonomía, con un producto digamos que agradable y digamos que olvidable, aunque eso sí, digno, en sus precisos y modestos propósitos ($)?

Tal vez exagero (o tal vez no) pero en definitiva reflejo los reparos de sectores de la crítica frente a este largo del (casi) siempre interesante director afroamericano. Yo creo (ya el lector descubrirá si estoy jugando o no) haber descubierto algo más detrás de todo esto. La regla del juego. Me explicaré.

Lo que yo veo: Spike Lee ha hecho algo muy parecido a lo que han hecho los ladrones de banco de su película. Un juego. Las cosas no son lo que parecen a primera vista. Mejor, veamos.

No pretende ser rigurosamente realista, apenas ligeramente. No nos pide: créanme. En vez de eso lo que nos pide es ser cómplices (menos que ser testigos). Usa el género, se pliega a él, da apuntes realistas, pero no hay pacto de sangre con la verosimilitud. Creo que aquellos que leen la película desde ahí, se equivocan.


Porque, ¿te puedes tomar en serio esta película cuando, por ejemplo, como ha dicho Roger Ebert, el personaje de Christopher Plummer debería tener algo así como noventa años, y evidentemente no los tiene? Si negoció con los nazis cuando era joven, es la edad que debería tener, o mejor dicho representar, lo que no sucede. Chau credibilidad. Pero lo divertido, y lo esencial, con esta película, es justamente esto: nada es lo que parece. Un robo que en realidad y oficialmente no es ningún robo; unos ladrones que por tanto no lo son; una caja de depósito que no existe pero sí existe; un hombre respetable que no lo es; unos ladrones mimetizados con los rehenes, inhallables; unas armas de juguete; un asesinato que no se produjo. Aquí no pasó nada. Como le dice su superior al personaje que interpreta Denzell Washington: enterremos el caso. Y por último. Spike Lee y su cuenta bancaria divirtiéndose juntos. -Ahora que lo pienso, debí ponerle otro título a este artículo-.

El énfasis en que se trata de un plan perfecto junto con la presencia del cerebro del atraco que aparece al principio explicándose (y aparecerá de nuevo, cerca del final), nos garantiza que está vivo y que, muy probablemente, todo salió como esperaba. Esa autosuficiencia, la del protagonista, pero también la del director, nos dice algo más de la película. Su truco, su juego, su trampa. O simplemente su estructura. La operación es, en efecto, demasiado limpia, perfecta. La pregunta es: ¿cómo es que nos tragamos todo esto, cómo ser tan crédulos?, si se nos advierte que todo ha sido perfectamente planificado. La película reconoce de manera realista su objetivo. Entretenernos. Ficción de guante blanco. No nos confronta con una más dura realidad. Tarde de perros de Sydney Lumet, está bien lejos. Y tampoco digo que ese clásico sea el pico realista…


Inside Man (El Plan Perfecto) sirve asimismo para paladear el desfile multicultural propio de Manhattan. Hay humor en estos cruces (cortocircuitos, en algunos casos). En general, el humor refresca y no sirve solo para atemperar y hasta neutralizar el el dramatismo inherente a las situaciones planteadas, sino que incluye un aspecto clave: la autoconciencia. No menos consciente es el hecho de sentarnos para gozar de un dúo de arpías. Jodie Foster y Christopher Plummer se muestran magníficos en sus cínicos roles.

Astuto Spike Lee. Igual que el personaje de Clive Owen, hace lo que hace (al menos por esta vez) por motivos financieros, aunque sin perder la dignidad –e incluso hasta dando una pequeña lección–. Ante tal cuadro, qué más se puede pedir. De hecho una cosa. Una nueva película de Spike, no de éste, aún reconociéndole que no está para nada mal; pero igual, queremos una película de Spike, del que más apreciamos y del que creemos que quedará.

Mario Castro Cobos

La Cinefilia No Es Patriota


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