LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Tuesday, July 29, 2008

IRON MAN (2008), DE JON FAVREAU


Me encuentro comparando constantemente a Iron Man con Batman, pero no como un niño que quiere discernir quién es más fuerte o "quién pega” sino para dilucidar qué hace a un héroe. Batman es producto de un trauma, es oscuro y torturado por un hecho que le cambia la vida. A Iron Man también le cambia la vida una experiencia límite pero no tiene que efectuar una escisión esquizofrénica; sigue siendo el mismo, pero sabe algo más y adquiere otro tipo de conciencia, o, en el caso de Tony Stark, el genio multimillonario fabricante de armas, adquiere “una” conciencia. Esta transformación, acaso más sutil, es mucho más difícil de representar, por eso es tan importante que el superhéroe en este caso sea interpretado por Robert Downey Jr. El magnate es inteligente, seductor y ligeramente extravagante, es decir, es como el actor que lo interpreta.


Downey entrega todo esto con naturalidad y gusto, tanto cuando se preocupa solamente por vender misiles, como después de que su cautiverio en Afganistán lo obliga a fabricarse un traje de hierro. Esta continuidad en la personalidad del protagonista no se confunde con el cinismo; Stark no disfruta su tiempo de cautiverio ni cuando un misil le mete esquirlas en el pecho, pero se mantiene a flote, vive con ello, lo cual lo hace mucho más denso, ambivalente, más humano.


Luego están los demás personajes, como su asistente Pepper Potts (Gwyneth Paltrow) que complementa la naturalidad de Downey sin dejar de transmitir tensión sexual, indispensable para el combo chico-chica de una película de superhéroes. Por otro lado, está Obadiah Stane (Jeff Bridges), el amigo de su padre, la figura paterna que terminará por convertirse en un villano gracias a una ambición que pudre el sistema desde adentro, como ocurre cada vez más en películas de entretenimiento que parecen hacer eco de una esfera política tan evidente como corrupta.


El guión sigue presentando aciertos con escenas como aquellas en las que Stark construye su verdadero traje –al que pinta como uno de sus autos de carrera– entregándonos momentos de gracia e ingenio. Jon Favreau ha sabido equilibrar, además, los efectos especiales sin sobrecargar los sentidos del espectador y ha logrado narrar eficientemente una historia de acción con personajes. Mucho mejor que el promedio de películas Marvel y suficiente para meter al Hombre de Hierro entre mis superhéroes favoritos.

Werner Jungbluth

La Cinefilia no es Patriota



1 Comments:

  • At 8:55 PM, Anonymous Anonymous said…

    buena película, un super héroe moderno

     

Post a Comment

<< Home