LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Wednesday, December 26, 2007

NO AMARÁS, DE KRZYSZTOF KIESLOWSKI


I. Hipótesis de trabajo. El tipo de análisis que los críticos peruanos tal vez deberían hacer:





II. Presentamos a una nueva redactora en el blog, con el siguiente texto:

Notas sobre el no-amor en "No Amarás" de Krzysztof Kiesolwski

Encontré miles de reseñas sobre esta película, pero opté por el atrevimiento de escribir una propia aún sin haber degustado el famoso "Decálogo" del cual deriva "No Amarás", siendo una versión extendida del episodio número 6... bueno, no puedo dar más datos, porque como dije al inicio aún no he podido disfrutarlas. "No Amaras" entró por mis ojos y me sorprendió, porque casi fui capaz de saborearla. Muy rica, muy rica.

Aunque no puedo evitar expresar mi inconformidad sobre el concepto de amor que se emplea en la película. Se utilizan dos perspectivas: la del sexo, que es mostrada por medio de la mujer madura, promiscua, que adoptó una imagen del amor dura y únicamente física; y la idealista (por así decirlo) a la cual Tomek nos introduce, y con la que personalmente no concuerdo. El "amor" que Tomek siente por esta mujer a la cual espía y de quien conoce sus secretos mas íntimos (ya que la mira cuando está en su casa, en su cuarto, con sus amantes, o haciendo cosas que tal vez jamás contó a nadie porque simplemente eran detalles tan cotidianos que no sueles compartir con los demás), en realidad es una ilusión-obsesión que no tiene nada que ver con el amor, es más; un sentimiento de aferrarse a alguien más en el cual él veía reflejadas todas sus carencias.

Tomek al parecer reprimió totalmente sus sentimientos durante mucho tiempo, y lo único que sentía era "eso" que lo mantenía constante en sus visitas nocturnas al telescopio por medio del cual se transportaba al departamento de su objeto de ilusión, que por ser lo único que sentía, lo llamó "amor". De ahí viene que su atracción no fuera sexual, ni romántica, ni nada.... Incluso esto se da a notar en la parte en la que él conversa con Magda frente a la ventana del corredor del departamento de ella, cuando él no sabe qué es lo que realmente quiere de ella (él solo quería seguir mirándola, en realidad).


El momento que me resultó más conmovedor fue en cuando Tomek y Magda están en el departamento de esta última, la cual trata de seducirlo y mostrarle lo que su vida le había impuesto como "amor". Entonces Tomek, responde como cualquier ser humano varón (físicamente hablando) ante este tipo de estímulo, y es ahí donde se rompe su ilusión (si bien la actitud siguiente de Magda no hace más que dejar claro que la ilusión de Tomek murió). Tomek trata de suicidarse porque era verdad, ya no tenía por qué vivir, él vivía de la ilusión que tenía con la vida de Magda, y ahora que había descubierto que su amor no era amor y su ilusión ahora ya no era más que pedazos de nada rotos, solo le quedaba morir fisicamente porque ya había muerto.
No espero que compartan mi opinión pero así lo veo yo.


Karla Ramírez




LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

2 Comments:

  • At 10:22 AM, Anonymous Anonymous said…

    Realmente no estoy de acuerdo contigo, Karla: porque si pasase simplemente eso que dices: qué sentido tendría la escena final donde Magda mira por el telescopio y se imagina lo que hubiera pasado si Tomek si hubiese estado cuando lloro. El Amor parece muy amigo de la imaginación en este caso.

     
  • At 12:13 AM, Blogger Ezequiel Rodríguez said…

    (Este el comentario corregido)Concuerdo con vos, Karla. Y te agradezco este post, ya que de otro modo quizás nunca me hubiera dado cuenta de lo que decís.
    Malvisto: la escena final, de acuerdo a la perspectiva de Karla, sería una genial ironía de la trama (que no pude descubrir por mi cuenta): Magda (María Magdalena) mira por el telescopio, poniéndose en el lugar de la imaginación de Tomek, y se mira a sí misma en la desgracia, apoyada por él. Yo creo que es evidente la alegoría: Tomek (el mártir, el Cristo) se inmola porque ya no tiene más sentido vivir sin el amor que creía sentir. Este sacrificio (que no logra desangrar su cuerpo, sino aquél supuesto "amor") redime a Magda de todos sus "pecados": el goce mundano del sexo, la incredulidad ante el amor, la frivolidad solitaria de su existencia.
    A través de Tomek se ve a sí misma, se descubre a sí misma y transmuta el amor-placebo que Tomek sentía por ella, en amor verdadero hacia Tomek: gracias a él cree en el amor. Claro que para entonces Tomek ya no la ama, porque, desangrada su ilusión, ya no tiene con qué hacerlo. Ahora la que va a sufrir por amor es Magda, no Tomek.
    La imaginación de Tomek, a la distancia, forjó un amor que no existía, irreal.
    La imaginación de Magda, a través de la de Tomek (de su telescopio), a la distancia de sí misma, descubrió el amor real.
    La ironía final es excelente porque incluye y potencia las perspectivas dramáticas de los dos protagonistas. Por un lado: la mujer madura que no creía en el amor, logra encontrarlo a través de la fantasía de un joven solitario que, a pesar de creer estar enamorado de ella, no lo estaba realmente. Y por el otro: un joven solitario que creía estar enamorado, deja de creer en el amor a través de una mujer madura que lo enfrenta con su fantasía. Mujer que, a pesar de no creer en el amor, termina enamorada de él.
    Simplemente, genial. ¡Saludos desde Argentina!

     

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