LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Monday, February 12, 2007

THE LIGHT BULB, de Marianela Vega




Bombilla de 15 watts
The light bulb (2006), de Marianela Vega
Viene siendo costumbre: la cámara fija, usualmente a la altura de las rodillas o más abajo, como para registrar con cuidado los pasos que se dan. Mejor sería, los que se dieron. The light bulb es un encuentro con las últimas horas de un anciano dentro de su hogar, antes de su partida a... Detrás de la simple historia del old man que se angustia por cambiar un foco quemado antes de la mudanza se encuentra el discurso de tener una despedida digna ante lo inevitable de la muerte y de cómo el pasado queda legado a las nuevas generaciones.
Es extraño. La directora Vega ha intentado con sus anteriores trabajos apuntar a la creación de su propio universo, no por las historias que sacaba a la luz sino por el tratamiento fílmico que les daba a ellas. Esta vez ella ha logrado llevar su estilo documental hacia la ficción (que no es un salto fácil, hay que intentarlo para saberlo) y, técnicamente, el saldo es favorable. La sencillez de la cámara va acorde con el tema. El profesionalismo se hace notar también en el sonido directo. Además, la dirección de arte contribuye con su templada calidez a acercarse a esa coherencia que todo trabajo aspira a alcanzar en cada aspecto. Formalmente y sin exigirse mucho, este cortometraje puede pasar como una de las mejores realizaciones nacionales del año pasado.
Sin embargo, decía, resulta extraño porque el cuidado formal que la directora ha ido puliendo se ve opacado por una historia que resulta un retroceso en su carrera. The light bulb nos hace pensar que los inocentes vacíos de Away, Ausencia y Distancia, ahora se han llenado con tiernas marionetas.
Irse dignamente. No partir dejando el mundo a oscuras. No permitir que otros arreglen lo que a uno le corresponde. Lo que más termina asustando no es el mensaje subyacente -no veo problemas en que una obra sea o no sea edificante-, sino la distancia, no formal, sí emocional, con la obra anterior de Marianela Vega. El “minimalismo” naif anterior, con aspiraciones poéticas, ahora se vierte sobre un guión ya dulzón y además aderezado por una guitarra casi descendiente de los insoportables rasgueos de Santaolla en Babel. Al final, todo esto resulta ganándole en la balanza a la mesura técnica.
Desde luego, ese es el riesgo siempre latente al tocar el tema de un anciano al borde de la partida final y de contar con una niña muy mona en el reparto. Por lo pronto, Vega sigue siendo una de las realizadoras de mayor aprecio de nuestra generación y, estamos seguros, su mejor obra está por venir.
Por ahora, a nombre propio, prefiero la imperfección a la corrección formal, siempre que los personajes posean mayores lecturas. Este no es el caso.
(Fernando Vílchez Rodríguez)

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6 Comments:

  • At 12:40 AM, Blogger Fabricio Rebatta said…

    Hola Fernando. No creo que los personajes sean tiernas marionetas, tampoco creo que el guión sea dulzón ni que la guitarra sea insoportable. Me parece que la ternura y la dulzura se brinda en la dosis justa que requiere una historia sobre las situaciones simples como esta. (situaciones simples que encierran metáforas tan grandes como la vida y la muerte)Estoy seguro que muchos espectadores logran captar esa "vibración de la sustancia" de la que hace tanto tiempo hablaba Valdelomar cuando intentaba buscar una respuesta al por qué la obra de arte se valora de manera tan diversa entre el público, más allá de ser buena o mala.
    Marianela posee un ritmo y una sutileza envidiable en el tratamiento de sus cortos, y en esta, su primera ficción logra transmitir la ternura de seres sencillos que no aspiran a esa lectura mayor que esperas como crítico. Me parece un buen corto que no merece los apelativos que le impones. Saludos.

     
  • At 3:15 AM, Blogger La cinefilia no es patriota said…

    Se trata de una situación en apariencia simple pero que tiene un simbolismo muy claro no? La luz que no se quiere ir, que hay que arreglar por uno mismo, etc etc (casi pongo las líneas textualmente en el artículo).

    Cuando un cineasta hace demasiado evidente sus intenciones, el espectadore empieza a juzgarlas. Eso me ocurrió a mí. No siento que me estén mostrando una "situación simple", sino que hay una metáfora. No la vida, sino un discurso sobre la vida.

    En mi caso no fue una sutil "vibración" sino una melosa sacudida. No creas, a mí me ha gustado algún corto de MV. Este, si hubiera sido hecho por cualquier persona, el primero de alguien, lo hubiera tomado más tranquilamente. Si sé que es de alguien que lo puede hacer mejor, hay que decirlo.

    Fernando

     
  • At 5:30 PM, Anonymous Anonymous said…

    Un poco de temor Fernando por lo que comentas, ya que, dejando de lado Away (un corto con promesa pero que no terminó de convencer), Ausencia y Distancia me dejaron una grata impresión, además de dejarme casi convencido de que estaba presenciando las obras de una de las autoras mas importantes del cine peruano contemporáneo.

    Es este tono dulzón del que hablas al que parece acercarse peligrosamente Marianella Vega. Lo noté en Away, pero logró, a mi parecer despegarse de él un poco en sus subsiguientes cortometrajes.

    Estaré atento al estreno del corto, y espero no llevarme una desilusión. (Aunque probablemente, al igual que tú, no me quitará la esperanza de que la mejor obra de Marianella Vega está, efectivamente, por venir).

     
  • At 8:36 PM, Anonymous Anonymous said…

    Como ya lo ha anotado Fabricio, pueden haber discrepancias. De todas maneras, nosotros insistiremos con los encargados del Cinematógrafo no solamente para que en pronta ocasión proyecten este cortometraje sino también el de Los gigantes, Alcibíades y el bosque de piedras, de Micky de la Barra. De nada sirve hablar de obras que pocos pueden ver.

    Saludos.

     
  • At 7:07 PM, Anonymous Anonymous said…

    Celebrar los cortos de Marianela Vega causa la misma lastima que celebrar los goles de Cholito Sotil o cualquier "gran promesa" del futbol peruano. No se engañen, esta chica no va a llegar a nada si no somos realmente exigentes con ella.

     
  • At 10:27 PM, Anonymous Anonymous said…

    Pude apreciar Distancia de Marianela Vega, un corto documental muy logrado, y no voy a criticarlo con la frivolidad o al formalismo huero con que algunos recubren su comentarios, sino a la dimensión humanística del objeto cinematográfico. Aquella exploración personal de Marienela con respecto a las relaciones deterioradas dentro de su universo familiar, subordinando toda la técnicas desplegada a sus intenciones como realizadora,no están presentes en Lght Bulb. Este cortometraje "lleno de simbolismo", en realidad pierde su fuerza comunicativa, al vaciar a sus personajes de sus particularidades y mas bien potenciar su lado "metafòrico". Marienela tiene un talento indiscutible, eso es innegable. Esperemos q en sus trabajos sucesivos lo siga demostrando

     

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