LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Saturday, June 07, 2008

HABLE CON ELLA (2002), DE PEDRO ALMODÓVAR


Hable con Ella y la Alegría de Narrar

La última película de Almodóvar puede ser muchas cosas, pero me parece principalmente una obra que muestra la alegría de narrar. Con ello no quiero decir que Hable con ella sea una película alegre, por supuesto que no, me refiero a esa alegría que otorga la comunicación en su esencia más auténtica. La comunicación cuando hay una verdadera amistad, tal como la de los personajes masculinos protagonistas, la comunicación con una mujer en coma, que debemos suponer que la mantiene viva, la comunicación a través de medios artísticos, tal como puede ser la danza, que juega un papel muy importante en el ser de los protagonistas, y la comunicación a través del amor, cuyo fin último es el concebir otro ser, que en este caso resucita del coma a Alicia, personaje interpretado por la nueva musa de Almodóvar, Leonor Watling.


Todos los personajes narran algo a otro: Benigno, el enfermero de la clínica, personaje interpretado por Javier Cámara, le narra la historia de su amor por Alicia y la circunstancia de su accidente a Marco (Darío Grandinetti). Además, le habla a Alicia, porque asegura que esto ayuda a una paciente en estado de coma. Le narra a Alicia todas las películas que va a ver a la Filmoteca de Madrid, películas que son paradójicamente mudas, que narran sin palabras historias que Benigno luego dota de vida a través de la narración oral. Marco también narra su historia con Lydia (Rosario Flores), previa a la cogida en la plaza de toros. Pero él no sabe hablarle a Lydia, no sabe hablar con ella, a pesar de ganarse la vida como escritor, y Benigno se lo hace saber. El clímax de la narración se da cuando Benigno le cuenta a Alicia la película Amante Menguante, que supone una arriesgada pero acertada interrupción de la narración principal, y de esta manera se muestra al peculiar personaje de esta película muda (Fele Martínez), empequeñecido y dispuesto a seguir amando a su pareja, introduciéndose por su vagina de cuerpo entero: la visión surrealista de esta meta-película otorga el único momento cómico de Hable con ella, y es al mismo tiempo el momento mágico que supone el desenlace casi increíble dentro de la narración principal. Debemos suponer que esa noche Benigno no sólo le contó a Alicia la película, sino que se introdujo en ella tal como lo hace Fele Martínez, concibiendo un hijo con la mujer que ama. El amor de Benigno supone una constante alegría de hablar, de narrar, tanto así, que la narración la convierte en acción, es gracias a la alegría de narrar que Alicia resucita del coma después de ser víctima de una “violación”, dilema moral que es vital en el desarrollo de la película.


Los personajes de Hable con ella no sólo narran de diferentes maneras, narran porque están solos. Es por eso también una película acerca de la soledad. La soledad y la necesidad de interlocutor para luchar contra ella. El principal interlocutor que tiene Benigno es Alicia, que además de estar en coma, es la mujer que ama. Cuando éste es apartado de ella después de la “violación” y además es encerrado en la cárcel, su soledad es insoportable y decide acabar con su vida. La vida no tiene sentido en soledad. Además, no tiene sentido sin amor. Tampoco sin la posibilidad de comunicación con otro ser humano. Otro tema que se desprende desde la soledad es la locura: Benigno no está en su sano juicio, pero ¿el resto lo está? Todos los personajes están sumidos en la soledad, pero la diferencia es que Benigno da un paso más allá y se atreve a dar rienda suelta a su deseo para acabar con ella.


La narración a través del arte es otra de las formas de la alegría. He de especificar mejor a qué me refiero con alegría. Hablo de la alegría de mantenerse con vida. No sólo es Benigno el único que cree que el hablar con Alicia la mantiene viva, es también su profesora de danza (Geraldine Chaplin) la que tiene esta creencia, y por eso le narra apasionadamente cada puesta en escena, la música que acompaña a cada obra, la interpretación de la misma, como si Alicia, en su estado de coma, pudiera vivir la danza a través de esta narración. Los que están sanos también aprecian esta narración a través del arte: las obras de danza que se muestran en la película suponen una comunicación con el espectador que le recuerda que está vivo. Como principal ejemplo está la emoción llevada al llanto al inicio de la película, que supone el lazo inicial de comunicación entre Benigno y Marco. Sólo en los momentos de profunda emoción, tristeza y alegría, el ser humano es capaz de darse cuenta de su condición de ser vivo. También sucede esto cuando en un flashback Marco se emociona profundamente con la música de Caetano Veloso. Música, danza, cine, arte en general, como vía de alegría y sentimiento vital.



Almodóvar sacrifica al principal narrador, Benigno, y a la que no le supieron narrar, Lydia. Pero salva a Alicia y Marco, cuyos destinos están unidos irremediablemente. Una vez más, el encuentro se da en un espectáculo de danza, que es absolutamente opuesto al del inicio. Éste introducía en el tema de la soledad, la incomunicación y la angustia, en cambio el cierre se da con un espectáculo lleno de color, música tropical y alegría. Lo que se narra a través del arte es vida y Almodóvar nos la asegura a través de esta última escena.

Rossana Díaz Costa

La Cinefilia No Es Patriota


1 Comments:

  • At 2:15 AM, Anonymous Anonymous said…

    Gente comenten la eleccion de conacine pz.

     

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