LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Wednesday, April 02, 2008

REVISTA GODARD! PRESENTA, HOY, SU NÚMERO QUINCE

Contiene: Dossier 80 Años del Oscar + Especial Jesse James + Especial sobre el Western + Críticas de Cartelera + El Cine de los Coen + Paul Tohmas Anderson + Filmografía de Paul Verhoeven + Nuri Bilge Ceylan + Cine Peruano + Cine Chileno + Griffith en la Biograph + Centenario Bette Davis + Entrevista a Víctor Mejía + In memorian + Circuito Cultural = godard! 15.
La cita es hoy, a las 8 de la noche, en el Cinematógrafo de Barranco (Pérez Roca 196). Como regalo para quienes vayan, luego de la presentación, Katie Tippel, de Verhoeven, será proyectada en función gratuita (subtitulada al inglés). Se recomienda hora exacta por razones espaciales.
También, cómo no, se pondrá a la venta el nuevo número a precio especial solo por noche de presentación: S/.10 para público en general; y (la oferta) S/. 8 para estudiantes en particular (enseñando carnet). ¡Los esperamos!

Katie Tippel (1975), de Paul Verhoeven


Katie Tippel está lejos de ser uno de los títulos más populares o prestigiosos de Verhoeven, lo que no impide para nada que la consideremos como una obra maestra que está a la espera de ser descubierta. Esta es una película consagrada a la lucha por la sobrevivencia de la hija de una familia muy pobre que llega a la Amsterdam del siglo XIX, y que tiene que afrontar la hambruna que asoló a la incipiente burguesía holandesa.

Basándose en la novela de Neel Dorff, Verhoeven hizo su obra definitiva sobre la mujer, sobre su prototipo de mujer: como luego sucedería con la Rachel Stein de La Lista Negra, Katie es resistente hasta lo imposible, es vejada y usada, se hace pasar por lo que no es, se transforma, y tiene que usar su sexualidad para salvarse y conseguir la esquiva libertad, que para el director no solo es espiritual sino también muy real, concreta y física.

Se nota que Verhoeven ama a Katie, y muestra, en tomas frontales, toda la dimensión de su lucha: ella se quema las manos en la lavandería donde trabaja, pelea como una fiera por un mendrugo, acepta la prostitución de su hermana, siendo luego inducida al negocio por voluntad de su propia madre. Los traumas de Katia se suceden uno tras otro, igual que las aventuras en las que el riesgo es lo único que promete la salvación.

Crónica de calles y estancias herrumbrosas, negras y fétidas, de pasos por hospicios llenos de tuberculosis, da un giro interesante cuando aparecen unos jóvenes bohemios y adinerados. El humor, el afecto que parecerían negados a Katie abren inéditos surcos en el filme, como una aparente solución a los problemas. Sin embargo, Verhoeven, no es ciego a las diferencias de clase ni a la ingenuidad de Tippel, quien seguirá descubriendo los intrincados y duros vericuetos de al vida.

La cámara se desliza con tersura y con inusual aliento lírico, a la vez que no deja de ser desesperante en su formar de mostrar excrementos, cuerpos o rostros grotescos. Simplemente, la escritura y la habilidad narrativa del autor consiguen un equilibrio ideal entre fuerza y armonía, así como también una comprensión de la sensibilidad de una mujer como pocas veces. En Delicias Turcas (1973) se trató de un héroe masculino definitivo; en Katie Tippel, el director holandés encuentra a su heroína definitiva. Posiblemente, la mejor película de Paul Verhoeven.

Sebastián Pimentel

La Cinefilia no Es Patriota


1 Comments:

  • At 11:24 AM, Anonymous Anonymous said…

    ¿Y PORQUE NO DICEN QUE SE SORTEABA ESTA VEZ EN GODARD??? ¡QUIERO MI LLAVERO!!!!!!!

     

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