LA DEPURACIÓN DE LA ESTRUCTURA DURANTE LA AUTUMNAL PÉRDIDA DEL AMOR ESTIVAL Recuerdo con beneplácito soberbio las nada soberbias (y por eso, magníficas) puestas en escena fílmicas de historias románticas de clásicos ingleses como Michael Powell y Emeric Pressburger, y su arquetipo de sencillez lírica “Pasión en la Tormenta” (I know where I am going) con una Wendy Hiller y un Roger Livesey empatizando sutilmente hasta la grandeza mágica de un desenlace inmortal, o los conceptos por momentos exaltados y otros sublimes, no obstante, finalmente muy emotivos de franceses como Jeannot Szwarc y su emblema de la tragedia de lo imposible posibilitado por el vehículo de un sentimiento transgresor del tiempo y el espacio, síntesis de su mirífica “Pide al tiempo que vuelva” (Somewhere in time) con un Christopher Reeve y una Jane Seymour en el umbral de la intercaracterización prototípica, o estadounidenses como Alan Rudolph y su perspectiva ambidiestra sobre el amor onírico trasladado a la realidad errática en “Hecho en el cielo” (Made in Heaven) con un Timothy Hutton y una Kelly McGillis predestinados hasta a través de los gestos; y recuerdo todo eso en una especie de seudopastiche que percibí al contemplar y asimilar la película de Wright. Partamos de la premisa axiológica de la moral religiosa…
Atonement, literalmente, significa expiación, y qué es una expiación sino un estado catártico de penitencia que fluye tan natural más allá de la recriminación del otro afectado, y a la vez por eso mismo, y más allá del decálogo eclesiástico, aunque inconscientemente también influya, como si fuera inherente en el humano como individuo aunque adherido en un entorno coactivo un nativo amago de sentimientos encontrados entre el albedrío y la culpa, constante que no discrimina períodos por más variopintos que sean.
Wright consigue establecer y delinear un esquema multilateral de aspectos concadenados con musical cirugía.
Como toda arquitectura (construcción sistemática de algo) que es, para bien o para mal, política en aras de mantener una organización u orden y así desarrollar un objetivo cultural o una expresión humana, en la estructura funcional de Atonement subsiste la confrontación tácita de clases sociales y la de integrantes de una misma familia y ¿finalmente? la del humano contra sus emociones que repercutirán trágicamente en sorna por precisamente haberlas aceptado. La confrontación es una clave primaria para intentar descifrar el dedálico enigma de la forma de la conflictiva existencia, porque para llegar al contenido siempre es necesario transitar en los ramificados puentes de la forma estética de un todo, por eso es imperioso elaborar una forma que personalice un estilo y sea un comunicante límpido, simétrico y coherente del contenido, y si la película narra la historia de dos amantes prematuros y paradójicamente tardíos de estratos socioeconómicos opuestos desde el punto de vista erróneo de la hermana menor de la amante, una niña escritora que tergiversa todo ese amorío físicamente efímero (y por eso “amorío”) pero sentimentalmente imperecedero curiosamente para la misma niña durante su proceso expiatorio a la vejez, porque había estado secreta y quizá hasta inconscientemente enamorada del breve amante de su hermana mayor, el hijo de una empleada antigua en la casa de la familia de las dos hermanas, tenemos un espiral subliminalmente gráfico que oscila entre dos carices: la visión alejada y confusa de la niña escritora de algunos incidentes relativos a los amantes, y ulteriormente el esclarecimiento de esos mismos incidentes al ser relatados con el íntimo viraje de la acción directa de los amantes ya sin el censor escaptofílico y lúdico por no decir borroso de un tercero, y lo que es maravillosamente ambiguo es que al final todo es producto de una interpretación de la escritora fundada en cierto modo en algunos hechos, reacciones y posteriores actitudes concernientes a la pareja separada como el desconsuelo de los amantes cuando por una inculpación se lo llevan a él a la prisión, o la participación inevitable de él en la guerra consecuencia de la prisión, o la renuencia de ella para aceptar el deseo de comunicarse y disculparse personalmente por la falsa acusación de la hermana menor, la escritora, y, especulo (de eso se trata todo esto, la misma vida, una reticencia para soñar despiertos), algún diálogo que habrán sostenido las dos hermanas directa o indirectamente y el elegíaco reclamo persistente de la amante contra su hermana menor, la escritora, porque la vida está coloreada según la óptica blanca (recuerden que el blanco es la suma de todos los demás colores, considerando que el negro es la ausencia del blanco) del que la percibe, asimila e interpreta, y Atonement está concebida con fechas y nombres de lugares precisos, y con un sonido que acompaña la música de fondo que es el de una máquina de escribir, hasta que la escritora ya famosa y envejecida mientras es entrevistada por su libro más reciente, confiesa que el final feliz de los amantes reunidos fue una invención literaria de ella para redimirse y completar si eso es posible su expiación por haber sido el dantesco verdugo de la pareja amante inocente que merecía ser plenamente feliz en la realidad si es posible que exista, ergo la película es hasta antes y después de la entrevista el desarrollo de la novela mientras la escribe la hermana escritora, y la recapitula divagante antes de ceder aquella entrevista.
Keira Knightley y James McAvoy, se desenvuelven nada prosaicos desde la primera escena juntos hasta la última quimérica también juntos; ella sofisticada pero sensitiva y apasionada, y él humilde y probo pero firme, y Saoirse Ronan como la adolescente con apariencia de niña que es una precoz escritora y Romola Garai como la escritora de joven tan arrepentida de su falaz acusación, están comedidas hasta el extremo de persuadirnos cronológicamente tanto a la mentira irracional como después a la regresión por remordimiento.
La fotografía es una sucesión casi pictórica desde la luminosidad de un ambiente nada promiscuo en la superficie hasta el melancólico tono frío de un cuadro bélico.
La cámara se mueve a veces magistralmente registrando detalles aparentemente anodinos o aislados pero en realidad acordes en un sentido de una parte a un todo: algunos planos detalle de objetos que pueden significar un grado de correlatividad y esa toma secuencia casi como un paneo invertido y elástico del batallón descansando son herramientas poéticas de una orquesta visual.
La música es un parámetro incidental que va liberando la estructura de la historia y por tanto de la película, con esa característica acústica de la máquina de escribir, y resuelto sin incurrir en un convencional y soterrado melodrama.
El guión adaptado excede en una parafernalia muy “inglesa” como si se tratara de una autoafirmación cultural estereotípica, aunque ese exceso pueda connotarse como una sátira muy fina camuflada en el prólogo. No obstante, más allá de que no haya sido elaborada una reivindicación etno-social de preguerra, el diagrama del triángulo falso de los dos amantes y la hermana menor de la amante fue trazado con sumo cuidado.
Aquí se ha logrado un cine que exhorta a una implementación audaz, aunque poco habitual en la cinematografía industrial, del intelecto y la sensibilidad, es decir es un objeto artístico gélido y cálido al mismo tiempo, en una era en que subsisten campos de concentración para las almas que se sublevan y una guerra entre los partos mentales y la inercia de los días.
¿Con qué me identifiqué en la película? es la interrogante con que finalizaré mi disertación.
Una vez yo experimenté una historia tardía de amor…
…Estaba comprometido con una alumna de la universidad donde trabajé como profesor y que no era mi alumna, pero unas semanas después cuando comenzaron a efervescer los dilemas preconyugales yo me vinculé sentimentalmente con mi mejor alumna ... todo se desbordó hasta que mi novia se enteró. Entonces al final me empujaron a una célere determinación, y opté por la decisión equivocada … me quedé con mi novia. Años después, soy un padre soltero solo.
Aunque sobrevivo, solamente agregaré:
"La vida es aquello que te va sucediendo mientras tú te empeñas en hacer otros planes". (John Lennon).
y
“No te arrepientas de una decisión, sobre toda de la que tomaste cuando una mujer se arrodilló, lloró y te suplicó, porque todo es irreversible y algún día se hará justicia de bien para el que se compadeció” A.J.A.CH.
ALBERTO JAVIER ANGULO CHUMACERO
La Cinefilia No Es Patriota
2 Comments:
At 9:33 AM, Anonymous said…
Buena critica aunque como lector tuve que hacer un esfuerzo de comprension en algunas oportunidades ya que hay terminos un tanto rebuscados que aletargaron la fluidez de mi lectura y el impetuo inicial.
At 9:41 AM, Anonymous said…
Has sabido plasmar el transfondo de esta pelicula con sutil propiedad. Eres un buen critico y auto critico, no lo dudes!
Post a Comment
<< Home