LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Thursday, June 18, 2009

KING & COUNTRY (1964), DE JOSEPH LOSEY


Una película bélica puede ser efectiva resaltando el heroísmo, filmando con destreza y con planos larguísimos aparatosas batallas. Sin embargo, ¿qué pasa cuando tenemos una cinta con el trasfondo de la guerra, pero que se ocupa de las pequeñas historias y deja de lado los destellos de fuego, para dar protagonismo a los rostros, a la introspección? El resultado nos llevaría a Rey y Patria de Joseph Losey.
En esta cinta no existen héroes que busquen la eternidad en la memoria de los demás, sino personas aterrorizadas por lo visto en días infernales y por la incertidumbre de lo que vendrá. El encierro y posterior juicio del soldado Arthur Hamp (Tom Courtenay), con motivo de su desesperada deserción, es el pretexto para que Losey realice una reflexión-manifiesto en contra de la naturaleza absurda de la guerra.
Esta mirada desaprobatoria y por lo tanto carente de magnificencia, es notoria desde los primeros minutos, en que logra que el espectador contraste las imágenes de fríos monumentos a la gloria de un rey y una patria que no retribuyen los sacrificios brindados, con instantes congelados de una gran explosión que luego dan paso a primeros planos de calaveras, como un anticipo del desfile de próximos difuntos que presenciaremos. Difuntos que un día tuvieron un hogar y un oficio sencillo que decidieron cambiar por razones tan banales como ceder espacio al orgullo herido o a la frustración del desamor. No obstante, aquí notamos que el director estadounidense no se regodea con el drama explicativo, puesto que no ahonda en estos episodios anteriores –que hubiera sido el camino fácil y además, lacrimógeno– para solo utilizarlos como parte del énfasis que hace en el origen de los personajes. Losey reserva el pesar para volcarlo en los gestos y miradas, en las ocasiones en que soldados anónimos teatralizan sus propias situaciones usando y masacrando roedores.
En las secuencias correspondientes al juicio, la cámara juega como agente inquisidor en cada alegato lanzado por los acusadores y la defensa del desertor. Asimismo, la puesta en escena con esas trincheras que más parecen cloacas, colabora en el reforzamiento del clima traumático que viven los soldados, a quienes solo les queda comunicarse mediante enajenadas expresiones.
Con Rey y Patria, Joseph Losey se anima a mostrar un patriotismo apoyado en la necedad más vil, como para recordarnos de qué están hechos también muchas veces los mitos y héroes perennizados en mármol.
Leny Fernández
*Hoy, a las 7 y 45, en el Centro Cultural de España, como parte de la presentación de Godard! 20
La Cinefilia no es patriota

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