LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Monday, October 22, 2007

SOMBRAS NADA MÁS: UNA SOMBRA AL FRENTE O...





*Nota del editor*
Advertimos al lector sobre el carácter plenamente experimental del siguiente texto. Defendemos el derecho del autor de imaginar tramas más audaces. Algunas expresiones que ud. leerá podrían herir su exquisita sensibilidad. (M.C.).

SONAMBULISMO “ANTI-CINE-ÉTICO”: TAMAYO… NO DEJES DE GUARDAR PAN PARA MAYO Y CÚRATE DE ESA FIJACIÓN POR LOS RETRATOS DE ÉPOCA QUE CASI ME DESMAYO…

Seamos honestos:

Es consabido que una obra cinematográfica es afín –en un nivel quiérase relativo- a la obra literaria, y una tematización histórica es el deleite (casi conservador-casi cínico) de una conciencia individual procultural exquisita a punto de multiplicarse hacia el epicentro de una lisiada unanimidad intelectual.

También está demás acotar que “Una sombra al frente” es la adaptación fílmica de una novela histórica de puritanismo familiar.

Digamos que nos es creíble la alegoría de la ingeniería de los puentes como un reflejo pendular de la ingeniería del camino que debe tomar encima de un abismo dinámico el alma humana, solo hasta que vuelve a hablar el protagonista (Diego Bertie haciendo un pastiche psicomorfo de todos sus prelados roles, tanto que nos duele la vejiga porque una lágrima se ha transformado en mil gotas de orina) y la mujer rastrera a priori lo añora y acecha hasta fungir de Bovary raquítica (Vanessa Saba jugando a la barbie tercermundista pretendiendo conmover compitiendo con la autarquía histriónica de su coartífice). Por eso mismo, digamos que persuadió a alguna neurona hastiada de un maremágnum de escepticismo, ese halo de evolutiva desidia romántica quizá desarrollado con soltura y finalidad nada ingenua como uno de los exiguos –por no decir inopes- matices en el personaje de Bertie respecto a su vínculo degenerativo con Saba. Además, digamos que nos estimuló levemente el espíritu estético el sonido límpido en composición con una fotografía marcadamente paisajista.

No obstante, la cinefilia o tan solo la cinemanía –alusivo a la mayoría- no se funda intringulísticamente en una experiencia íntegramente espiritual ni lo contrario, es decir, tampoco en una apoteosis vertical de carácter neurofuncional, ni mucho menos se basa en un efecto horizontal de proporción regresiva sobre el soma (céfalo, tórax y extremidades), por lo que el espectador tiene el deber metalingüístico de implorar en su yo abstractivo-conceptual y tratar de resolver su propio protoparadigma frente a la película analizada.

Somos entes irremediablemente subjetivos con heroica intención de ser objetivos:

¿Por subjetivos, gustamos de la historia subyacente de amor versus indiferencia aunque sea paradójicamente a la vez lo que llegamos a detestar más?

Pero por aproximarnos a un prototipo racional progresivo, ¿podemos establecer logísticamente que la estructura de esta disimulada fotonovela motora y parlante de ilustración de cromos de un episodio dignamente histórico no es simétrica debido a que los correlatos de su eje intentan encauzarse con equidistante relevancia, frustrándose el proceso de cohesión unitaria desde el delirio cóncavo hasta el complejo convexo?

¿A quién intenta convencer Gonzalo Molina como el hermano subversivo colmado de ideales revolucionarios, al dios del método o al juez de los teletubbies?

¿Alberto Isola, Gianfranco Brero y Milena Alva hacen papeles de didáctica cotidiana? ¿no sería más saludable y hasta rentable, dedicarse sólo a la educación actoral a menos que encuentren un guión más creativo y acorde a una explotación más contemporánea de sus cualidades?
Resulta una anécdota de ciencia ficción antropológica que de todo el reparto solamente Paul Vega, un actor poco instintivo aunque desde “Ojos que no ven” algo más maduro, haya sido el más sobrio e incluso elocuente, que con pocos parlamentos y una distancia gestual irreprochable pudo consolidar un tono y una postura de voz y presencia correspondientes al rol simbólico que le tocó asumir, llegando a circunspectamente elevarlo.

Lo que no sorprendió fue que por su esfuerzo en ser irónico y rencilloso el señor “Pataclaun ex – convicto con ánimo de redención escénica” Carlos Carlín se haya autosaboteado hasta el extremo de parecer un estudiante de primaria amenazando al protagonista.

La puesta en escena es aquí el factor más exorbitante – por no decir descompaginado- porque la narrativa es un mecanismo fórceps para extraer el producto final como objeto estético, la cual debe presentar una característica fundamental de verosimilitud no solo en el aspecto cinético-montajista del registro y la concatenación sino también en el efecto postclimático que causa en consecuente personal la sensación de una determinada realidad (pudieron disfrazar mucho mejor algunos escenarios capitalinos y no ceñirse a un plano general del puente derrumbándose ), y además debe consolidar un tono y ritmo relativos a una poética más que a una ideología (pudieron evitar una fraseología impostada y evitar que la película se sienta insufriblemente de un mayor metraje) , por lo que “Una sombra al frente” se define efectivamente como una sombra al frente del espectador más crítico y también frente a la masa (permanencia paupérrima en la cartelera limeña).

¿Por qué no filmar una vagina y una verga animadas en tercera dimensión persiguiéndose en un trasfondo de calendario aludiendo a toda la historia de la humanidad, hasta que con una musicalización de la opera “Il pagliaci” la verga consigue un taladro y se lo mete a la vagina propiciando que ésta se dilate y se trague el taladro y la verga de un solo impacto, propiciándose con una musicalización de “El Ave María” el nacimiento de un bebé hermafrodita en blanco y negro sujetando una ametralladora?


¿O si quiere un retrete o retrato histórico, por qué no filmar un corazón animado en tercera dimensión cabalgando sobre el morro de Arica y cargando la bandera del Perú a punto de lanzarse a la hondonada, cuando se le presentó el diablo en forma de un ente flotante mitad unicornio mitad prostituta del tamaño de una serpiente que le ofreció por no suicidarse un castillo cubierto por un condón gigantesco para que pueda experimentar concúbitos con cuanta mujer quiera sin riesgo de enfermarse o infectarse, debido a que este corazón quería escapar de un constante acecho de las desilusiones amorosas, así que acepta el pacto para tratar de encontrar su pareja ideal, pero cada mujer que comenzaba el acto sexual con él se transformaba en una niña y al finalizarlo en una anciana; entonces enloqueció e incineró todo el lugar, incluyendo él mismo, para que con un grito aparezca en el morro otra vez a punto de saltar, y al ver al diablo tentándolo le diga que no necesita la ayuda del mismo diablo en persona para vivir un infierno amoroso, y conozca al final a una doctora experta en electrocardiogramas con la cual se dispone a caminar abrazados en sentido opuesto al precipicio durante una repentina tormenta?

¿O por qué no filmar en tiempo real un eclipse de luna con la voz en off de una pareja lesbiana casada de astrónomos en un futuro de legalización general de matrimonios de igual género, conversando sobre un proyecto de inseminación artificial para que ambas tengan un hijo, y el resto de la película también en tiempo real sería el cómo su vida en común se degenera porque la embarazada se enamora del donante, un traficante de drogas que desea redimirse, y la otra se enreda en un amorío con un político inescrupuloso que postula a la presidencia del país con el fin de ocasionar una salvaje dictadura?

La concepción del arte debe ser, si bien es cierto una catarsis, sobre todo un ejercicio de exploración en el vehículo de la sugerencia y en un instante de libertad total siempre que tengamos conciencia de que el contenido está al servicio de la forma y la forma no puede vivir sin el contenido.

ALBERTO JAVIER ANGULO CHUMACERO




LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

12 Comments:

  • At 4:10 PM, Anonymous Anonymous said…

    el videito está más divertido que la película... y que el artículo...

     
  • At 5:12 PM, Anonymous Anonymous said…

    Magnifique!

     
  • At 5:38 PM, Anonymous Anonymous said…

    angulo otra vez

    nooooooooo!!!

     
  • At 6:39 PM, Anonymous Anonymous said…

    Este redactor debe ser inquilino de Larco Herrera

     
  • At 11:05 PM, Anonymous Anonymous said…

    A ver si el Sr. Agulo se anima a pasar a la realización, ideas no le faltan. A ver si así las películas peruanas dejan de ser tan terriblemente convencionales y aburridas.

     
  • At 10:26 AM, Anonymous Anonymous said…

    Bienvenido, ya era tiempo que el critico Angulo regrese al blog, se dejo extrañar. Sus criticas son profundas e interezantes. Es una satisfaccion saber que podemos contar siempre con él.

     
  • At 1:30 PM, Anonymous Anonymous said…

    que tal vomito

     
  • At 2:26 PM, Anonymous Anonymous said…

    Se debería prohibir masturbarse el cerebro en público…

     
  • At 7:54 AM, Blogger Unknown said…

    Es indudable que eres un excelente escritor y critico, no obstante te recomendaria que tus criticas sean mas breves.

     
  • At 8:04 AM, Anonymous Anonymous said…

    Muy buena la critica, pero la ultima parte no la entiendo. Es como si estaria apreciando pinturas de la naturaleza y me pondrian una de Picasso.

     
  • At 12:41 AM, Blogger CLNY said…

    Hola LCNEP

    wow que fuerte!! Donde esta tu email para contactarte?? Quiero invitarte a un blogaton de cine latino.

    Saludos!!

     
  • At 9:32 AM, Anonymous Eva Luna said…

    La película es tan mala que ni siquiera la terminé de ver

     

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