LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Saturday, October 06, 2007

CAPERUCITA LECTER, O EL TABÚ QUEDA CHIC

Hard Candy, de David Slade

Como verán, señoras y señores, ni siquiera necesitan prestar toda su atención por favor, para darse cuenta de que estamos ante otro capítulo más del cine de fórmula, el cine chiclet, nice and fresh, cero calorías, con un toque dark (suave con el bisturí) y harto saborizante, en empaque light y, en resumen, descartable, corriendo por la pista. El mercado lo quiere y lo requiere. Manual de instrucciones. Si quieres, apunta.

Aunque sea excesivamente obvio, no importa, solo hazlo. Selecciona una chica bonita. Y, en este caso, mientras más joven, sensual, encantadora, adorable, etc… mejor. Hasta puedes escoger a una buena actriz. Contrata también, de inmediato, y sin dudarlo, a un director de videoclips. Lenguaje visual moderno, efectos fáciles, resoluciones rápidas, ya se sabe. No puede fallar. Y, puesto que escribes, escribe una historia más o menos truculenta, y equilíbrala con escenarios de boutique, añádele su buen techno chic, en el momento preciso; verás que no tiene pierde. Mezcla entonces (no muy grande tu originalidad) en tu guión cincuenta gramos de Caperucita Roja (bueno, tampoco tan roja) y cincuenta gramos de Hannibal Lecter (bueno, tal vez menos gramos), revuelve bien para que adquiera consistencia y que no se te formen grumos, y ya está. ¿Qué emergerá del horno? ¡Pero claro! Un hit pseudo indie de temporada. Luego date una vuelta y sírvela en festivales, tipo Sundance, Sitges…


Ojo, no te olvides de parecer moralista, aunque no te desvelen particularmente las implicancias morales de la historia, y tampoco olvides que tu película tiene que tratar un tema que luzca importante, aunque en realidad el tratamiento no le haga justicia. Recuerda además que tienes que poner en shock a tu público, a todo trance, recuerda que es un thriller, algo fuerte tiene que haber, por ejemplo una ceremonia de mutilación (real o fingida), recuerda que tu éxito –y hasta tu supervivencia– dependen de ello. Y si muestras alguito de lo que ya sabes, al mismo tiempo… tendrás que ser casto. Así que tapa lo que haya que tapar con la bolsa de hielo que la inversión lo exige.

…Plano detalle de un rico pastel, y luego, de la adolescente catorceañera que infantilmente devoradora da cuenta de él con verdadera fruición y pasión. Mírala saborear y exclamar arrobada: ¡¡¡Mmmmm!!!! Lo que ella hace con el pastel es exactamente lo que tú quisieras hacer con ella, vamos, no lo niegues. No seas hipócrita. Para eso el director te la pone ahí y así. Bueno, y quién no, me dirás. La película será buena a cierto nivel para muchos espectadores en función del simple hecho (irrefutable) de que la niña está requete buena. Entonces me parece un chiste (y de lo más rentable, ¿no?) que la película estimule nuestra atracción por una niña mujer (aunque Ellen Page tuviera al momento de la filmación 18 y no 14) y luego, de alguna manera (o de varias) se nos castigue por eso, a través de lo que le pasa al protagonista masculino de la película. Y si la vengadora es casi toda una mujer pero casi una niña, el círculo se cierra. Con nosotros adentro.


Puedes dejarte engañar deliciosamente embobado si así lo deseas, por más de hora y media; desde esa perspectiva no hay mucho que exigirle a la película, excepto, casi exclusivamente, entretenimiento y uno que otro sacudón. Cosa que Hard Candy logra en cierta medida: tiene éxito en hacerte sentir en peligro y en generarte una gran incomodidad, y puede hasta hacerte juntar las piernas o hacer que te toques (reacción atávica) la zona de tu anatomía virtual pero directamente amenazada. Sin embargo, esa sensación o efecto, no implica un triunfo estético.

Otro punto a favor lo encontrarás en la sobresaliente actuación de Ellen Page. Lástima que la película no se proponga explorar más y se quede en la mera exposición. Así, me parece que falla en lo fundamental. La película se aprovecha de forma dudosa de uno de los últimos tabúes que van quedando.

Misery, de Reiner, y Death and the maiden, de Polanski, vienen a la mente de cualquiera. Y sí, el personaje de Page no se comporta precisamente como uno de los cascos azules de la ONU. Lo que hace Hard Candy me deja, en síntesis, la sensación de que estos tipos han manoseado un poco un tema muy real y socialmente relevante, pero de manera irreal. Una película soft que simula ser hard. ¿Eso era todo?


M.C.




LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

5 Comments:

  • At 11:44 AM, Anonymous Anonymous said…

    Si, ese director deberia aprender de
    "Mañana te cuento", "Un dia sin sexo"
    "Talk Show", "Mariposa negra", "Peloteros". Es un manipulador, un facilista.

     
  • At 8:58 PM, Anonymous Anonymous said…

    Oye Mario, aprovecho el espacio para felicitarte por el "renacimiento" del blog... parece q te llevas todo el peso del asunto, pero esta mejor que nunca.... suerte.

     
  • At 12:49 PM, Blogger La cinefilia no es patriota said…

    Gracias, José.

    Aquí también apreciamos el buen trabajo de los Cinerastas. Saludos!

     
  • At 4:13 PM, Anonymous Anonymous said…

    Referente a las dos ultimas opiniones, cabe perfectamente un monton de frases, de la cual prefiero un clasico:
    Sau.

     
  • At 6:25 PM, Anonymous Anonymous said…

    Pucha que si tuviera tiempo haria una critica casi igual a la tuya... 5 estrellas y rojas! ja...

     

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