FUNNY GAMES U.S. (2007), DE MICHAEL HANEKE
El filme tiene un preludio notable que sirve como anticipo de lo que veremos a continuación. Ann (Naomi Watts) y George (Tim Roth) se divierten al lado de su pequeño hijo (Devon Gearhart) adivinando el nombre de compositores clásicos que suenan en el toca discos del auto, mientras se dirigen a su casa de campo con la idea de pasar un rato agradable en compañía de sus vecinos, ya sea jugando golf, navegando o simplemente conversando. Están enfocados desde el cielo, desde una perspectiva cenital que, por su distancia, asemeja el vehículo que los transporta con una insignificante hormiga, pero también desde el interior a partir de planos detalles que revelan unas manos femeninas, tan tersas y delicadas como las melodías que motivan su juego. De pronto, la armoniosa partitura de Haendel es interrumpida por los estridentes alaridos de John Zorn y el título -en rojo sangre y una tipografía contundente- de la película. De ahí en adelante no habrá lugar para imágenes amables o sonidos agradables: los juegos macabros están por empezar gracias a que Paul y (Michael Pitt) y Peter (Brady Corbet), un par de mozuelos de apariencia inmaculada que dedican sus vidas a atormentar a familias acomodadas, a “gente de bien”, están próximos a entrar en escena.
Todos estos guiños les sirven al director para hacer escarnio del Modelo de Representación Institucional (MRI), categorizado por Noel Bürch en su libro “Praxis del cine” (1969), que define la estética del cine clásico a partir de recursos estandarizados que aseguran un mundo ficcional capaz de ofrecer coherencia interna, causalidad lineal, realismo psicológico y continuidad espacio temporal (1). Pero esta burla no es para nada gratuita, sino que responde a una opción moral, a una declaración de principios que se puede rastrear a lo largo de su obra y que entraña una fuerte crítica a los medios de comunicación: la imagen de la muerte, de la violencia, es solo una representación manipulable, una cuestión de edición, de zapping, que se puede obviar o demandar de acuerdo a lo que nos convenga (El video de Benny) y a expensas de nuestras consciencias (Escondido); o la interiorizamos para conservar el status quo, la normalidad, o, por el contrario, la vemos con frialdad o desidia cuando no nos involucra.
Lo que hace este cineasta alemán en sus películas es impactar al público por medio de imágenes violentas (imágenes que al fin y al cabo no tienen nada que envidiarle a las de la vida real) para, pasado el tormento, dejarnos una reflexión final. De ahí que Juegos macabros concluya con un diálogo entre Paul y Peter que, por el impacto de las secuencias previas, suele pasar desapercibido. La realidad, dice uno de ellos mientras se dirigen al hogar de sus próximas víctimas, es todo aquello que estamos dispuestos a creer, así sea presentado como una ficción.
En tiempos en los que la tecnología mediática permite que cualquier individuo pueda volverse (o creerse) una celebridad de la noche a la mañana, en los que el consumidor dejó de lado su rol pasivo para empezar a producir –o, como diría Alvin Toffler, a “prosumir”- sus propios contenidos, sus propias “verdades”, es necesario recordar que la realidad nunca será tal mientras esté mediatizada, así un mouse o un control remoto nos hagan pensar lo contrario.
Diego Cabrera
(1) Cfr. SÁNCHEZ NORIEGA José Luis, Historia del cine. Madrid 2002: Alianza Editora, S.A., p. 188
La Cinefilia no es patriota
3 Comments:
At 5:33 AM, Anonymous said…
Una película totalmente repulsiva y repugnante! Sepan que Haneke mató al perro "Lucky" para hacer el plano de cuando cae muerto del maletero del coche. Pero este no es el único animal asesinado en nombre del arte, en la mayoria de sus pelis se matan animales y puedes verlo en primer plano. Totalmente vomitivo! Hijo de puta!
At 12:11 AM, Anonymous said…
es una pelicula sin sentido y sin trama , en si es horrenda y aburrida, repugnante de por si, y estupida, es basura para el septimo arte ...
At 11:58 PM, omar urcid said…
Esa pelicula es bastante buena, ahi que tener un peculiar y refinado gusto por la cinematografia para entender las peliculas de Haneke.
me atrevo a decir que cambio mi forma de percicnbir el cine, mas alla del cine clasico, el lenguaje y la praxis es una teoria que emplea Haneke y que experimenta de forma eficaz.
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