APOCALIPSIS GO-GO, O: PLANET TERROR (2007), DE ROBERT RODRÍGUEZ
El mundo siempre se está acabando. Creo que desde que empezó. Así que no faltarán virus ni villanos ni acción ni violencia ni balaceras ni suspenso ni héroes ni romance ni explosiones ni chicas lindas ni zombis... El bajo mundo de las sesiones dobles, las Grindhouse, es resucitado con más alegría que nostalgia. Se inventa el trailer de una película que (aún) no existe. Machete se las trae. Se inventan rollos perdidos, rayaduras y saltos, cortes, imperfecciones, una lista de defectos que se vuelven un muestrario de estilos, de marcas de autor o bondades de la textura para el goce más simple y efectivo. A Robert Rodríguez (no es secreto) le fascinan las posibilidades del daño físico, se diría que en una parte de su cerebro ama la mutilación: una bailarina go-go sin una pierna, una doctora con las muñecas quebradas, humanos que se pudren vivos antes de volverse zombis, militares a los que la piel les burbujea radioactiva, testículos coleccionables, una vieja pudriéndose en pedos, cerebros arrancados de la cara… la lista es demasiado extensa para esta nota… Lo bonito es que el deterioro es consecuente; se extiende desde el look de los personajes hasta el look de la película. La película es estúpida, pero lo es de manera natural y eso es lo que la salva. Es estúpida con gracia, sabe que a partir de la estupidez se puede construir algo. Algo que la trascienda. ¿Trascender la estupidez, cómo? Hay una lista de talentos inútiles numerados que la bailarina recita. Así es Planet Terror. Su inutilidad, su estatuto mugroso de artefacto inservible, de juguete viejo hallado en el basurero se transmuta, sino en obra de arte (qué será eso), al menos en algo honesto y decente con todo y su simpleza (que también la tiene y de sobra). Los clichés de siempre están tan retorcidos que es como si estuvieran derechitos: funcionan. El chiste barato se celebra y la exageración acaba deleitando. Imágenes hay, como Ross McGowan con la pierna con metralla, en giro de 360º mortal, o un carrito de criatura al que se ‘sube’ el héroe, El rey (El Wrai). Las correrías son cómicas y el asco nos hace excelente compañía. El final feliz confunde a muchos pero, en serio: ¿un estúpido y cálido final feliz con chicas a lo amazonas en clave Lawrence de Arabia, acaso no rima con todo lo anterior?
M.C.
La Cinefilia no es patriota
4 Comments:
At 4:54 PM, Anonymous said…
Sincermente, em aburrí con sta película
At 7:58 PM, Anonymous said…
Ya le cambiaron el nombre a la chica, Se llama Rose McGowan.
At 10:08 PM, La cinefilia no es patriota said…
Cierto.
Ella no necesita que nadie le cambie nada.
At 2:49 AM, groucho said…
Un asco de pelicula, como dices es estupida, pero toda estupidez tiene un limite, siguen subestimando a la gente estrenando porquerias en los cines, lo ultimo bueno que vi en un cine comercial fue "Flores rotas" de Jarmush.
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