LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Saturday, July 26, 2008

DIARIO DE UN CORTOMETRAJISTA (IV)



Día 12: Algunos riesgos

Antes de sentarme a revisar con calma las imágenes que grabamos, puse la cinta que estaba marcada con el rótulo “Detrás de cámaras”. Era una payasada, desde luego, pero quería relajarme un poco previamente a realizar la pauta de tomas.

Y funcionó.

Ver cómo ese grupo de compañeros que aceptaron participar en algo quizás tan inútil, tan irrelevante como un cortometraje, verlos cómo interactuaban de manera grata y dedicada, realizando siempre propuestas nuevas sin perder nunca el humor, resultó la mejor manera de regresar al universo de nuestro cortometraje, una manera acertada y estimulante. Antes de proseguir con el trabajo “en serio”, quisiera anotar unas palabras respecto al equipo de trabajo.

Para empezar, señalaré que fue un equipo pequeño y creo que esta circunstancia ayudó a que la grabación funcionara de manera óptima.

Con esto no quiero decir que a más gente en la grabación, más problemas; solamente es una cuestión de comodidad con uno mismo y con los demás. No sé si esto se aplique para todo cortometrajista en ciernes –a algunos les puede gustar el reto de sentirse rodeado de gran cantidad de personas-, pero en esta ocasión un equipo pequeño resultó indispensable para mantener la tranquilidad y confianza, requisitos básicos para sacar adelante cada momento.

Resulta que, como en todo oficio, la experiencia pesa. Y la mía es prácticamente nula, a menos que consideremos (olvidables) reportajes de televisión, en donde el equipo era prácticamente mínimo (un camarógrafo y yo), lo que refuerza la sensación de mayor tranquilidad a menor gente alrededor.

Un compañero de grabación tenía razón: participar de una grabación a tiempo completo termina por crear una forzosa convivencia entre los miembros del equipo, casi al atormentado estilo de un reality. Y, siguiendo sus palabras, “si sólo uno de nosotros hubiera sido un engreído o un imbécil –durante nuestro trabajo- el proyecto habría fracasado”. Pero, felizmente, luego de tres días de trabajo arduo, no se asomó ningún conflicto.

¿Cuántas amistades se habrán forjado o se habrán roto en medio de un rodaje? Muchos más de los que sabemos, sin duda.

Desde luego, hubo roces silenciosos, discusiones sin palabras, momentos en donde más de uno no sabía bien qué es lo que tenía que hacer o para qué había sido convocado. Por momentos el malhumor llegaba de manera silenciosa –sobre mí, no sobre los demás- y había que extirparlo rápidamente, o utilizarlo de la mejor manera. Al momento de grabar, las individualidades no cuentan, solamente la obra que se está creando. Pero si la comunicación se rompe, el riesgo de arruinarlo a todo crece como una onda inevitable.

Más allá de eso, si algo ha quedado en claro de esta experiencia –algo práctico y de interés para algún lector- es lo siguiente: si puedes, consigue una persona dedicada exclusivamente al rubro de producción.


Con esto me refiero a esa persona que, durante la grabación, tiene su cronograma de horarios, lugares y otros rubros, y lucha por cumplirlos; a esa persona que siempre está presionando para que lo planificado se cumpla. En mi caso, esa persona era yo mismo, así que es fácil suponer que no cumplí absolutamente nada de lo previsto, lo que al final resultó contraproducente.

Pero, sobre todo, no contar con un(a) productor(a) de campo hace que pierdas la concentración rápidamente: en lugar de preocuparte por tu encuadre, estarás preguntándote si todo estará listo en la siguiente locación o si se podrá alquilar un vehículo para resolver un imprevisto de última hora. Será una boca más en tu presupuesto, pero creo que es una presencia totalmente necesaria.

Desde luego, es posible hacer una extensa lista de apuros que es posible evitar. Aquí van algunos puntos al vuelo:

- Nunca te des por satisfecho con dos o tres tomas (mucho menos con una). Si es posible –en caso te sobren las cintas y la batería- graba incluso los ensayos que hagas en el momento. Muchas tomas que te pueden resultar útiles en la edición son registradas mientras no estás cumpliendo fielmente con tu “storyboard” –en caso seas tan chancón de tenerlo-.

- Lleva cintas y batería de sobra.

- Si no estás utilizando una cámara HD, sino más bien andas grabando con tu pequeña cámarita digital 3CCD siguiendo el viejo axioma de “si no es bueno en VHS, tampoco será bueno en 35mm”, entonces tienes que prestar mucha atención a la hora en que la luz solar desaparece. Más allá de las luces con las que cuentes, la ganancia de iluminación natural en las pequeñas cámaras digitales es, en gran medida, desafortunada y a las cinco de la tarde empieza la inevitable cuenta regresiva.

- No te confíes del visor o la pantalla de la cámara. Siempre puede estar en desenfoque. Siempre puede estar en desbalance. Siempre puede estar en contraluz… La ley de Murphy: si algo malo puede pasar, pasará.

- Resulta un poco tonto recordarlo, pero es mejor que quede claro: lo que sea que hayas calculado en dinero, multiplícalo por 1.5, y quizás ahí te acerques a lo que realmente gastarás. Ten claro si realmente necesitas a toda la gente a la que estás convocando: una boca menos puede equivaler a unas horas más de grabación. Así está escrito, así ha de ser.

- Si no estás satisfecho con lo que tu equipo hace, pues hazlo tú mismo. Si sientes que tú mismo debes manejar la cámara en cierta escena, que tú mismo debes golpear los muros para capturar ese sonido, que tú mismo debes sacudir el polvo que tu imagen necesita, pues hazlo. No sé si el resultado será o no el que buscabas, pero luego no te quedará la sensación de que se pudo haber hecho algo mejor y no se hizo.

Estoy seguro que aquellos que han producido anteriormente otros cortometrajes podrán dar mayores recomendaciones a los interesados. Desde luego, esto no asegura de ninguna manera que tu cortometraje, al final, saldrá bien, ese es otro cantar… Pero, si eres un nuevo realizador, quizás te puedas ahorrar algunos dolores de cabeza.

Seguiré pensando en más cuestiones a tener en cuenta. Ahora debo concentrarme en esas imágenes (ahora sí, las reales, las que importan). Es momento de retroceder las cintas, poner play, y cruzar los dedos.


Antes de insertar el primer cassette, le digo en voz baja: Go ahead. Make my day.


F.V.R.

La Cinefilia no es Patriota

4 Comments:

  • At 3:27 PM, Anonymous Anonymous said…

    "Si no estás satisfecho con lo que tu equipo hace, pues hazlo tú mismo" ... q patán eres

     
  • At 4:53 PM, Anonymous Anonymous said…

    Hola, anónimo. Trataré de aclarar la frase que recoges del texto.

    Cuando me refería a que uno mismo debería cumplir ciertas acciones, no lo anotaba como un acto de desconsideración o soberbia sobre tu equipo de trabajo. Nada más lejano. De hecho, si algo bueno tiene el cortometraje es, de lejos, gracias a ellos, un pequeño equipo de verdaderos profesionales, sobre los cuales quizás ni estuve a la altura.

    Por eso describo que "interactuaban de manera grata y dedicada, realizando siempre propuestas nuevas sin perder nunca el humor".

    Cuando afirmo que uno debe tomar las riendas si no se siente satisfecho, en realidad no digo nada nuevo a la habitual labor de un realizador.

    Recuerdo que en un libro sobre Tarkovski, muchos recordaban cómo él mismo realizaba ciertas funciones (cómo él mismo se echó a pintar las hojas del prado donde filmó Stalker porque se veían "muy verdes", por ejemplo). Y, como él, ejemplos abundan.

    ¿Hay un acto de patanería o soberbia en eso? En absoluto. Quizá se pueda hablar de un problema de comunicación (una dificultad de expresar cómo se busc una toma, o algo por el estilo) y lo más efectivo para resolver mostrar lo que se busca es, ahí vamos, coger uno mismo la cámara.

    Más que patanería, creo yo, expresa inseguridad. Y para que luego uno no esté renegando del mundo, pues es mejor asumir ciertos actos ya que, al final, el realizador es el último responsable de la obra.

    Espero haber sido más claro. Gracias.

     
  • At 6:05 AM, Anonymous Anonymous said…

    Los felicito por las recomendaciones para los estudiantes de comunicaciones. Nosotros tuvimos que grabar varios videos (3) al final del ultimo ciclo y valió la pena esperar a fin de ciclo para crear con un grupo de amigos el video que hicimos. Aunque el video no fue gran cosa, al menos lo hicimos y con el tiempo nos perfeccionaremos de seguro.

    Añadiré dos consejos para el momento de la grabacion, segun nuestra experiencia estudiantil.

    1) Los tachos de luz son indispensables. Cada equipo de trbaajo debe tener al menos

    2) masking tape, casi tan indispensable que lo anterior.

    saludos y sigan adelante con su pagina

     
  • At 9:19 AM, Blogger Á. David said…

    Estimado blogger.
    Me identifico claramente con muchas de sus apreciaciones sobre el rodaje de un cortometraje.
    Pero en mi caso cuando algo no sale ni a la de tres, no tomo las riendas del asunto, sino que intento hacer un último esfuerzo para expresar a los demás lo que se busca, y si está en mis manos decirles cómo lograrlo. A veces esas mismas personas me piden que les ayude a lograr ese plano para ellos casi imposible y que tome yo mismo las riendas, por ejemplo la cámara, o el foco de cámara. A veces les hago caso y lo hago yo mismo, pero otras veces prefiero que lo intenten hasta el final, y si me he de quedar con una toma que no es lo suficientemente buena, acepto esa responsabilidad y no me quejaré amargamente de la posible mediocridad del movimiento del plano, del enfoque, del encuadre, etc...
    Creo que esa es una buena aptitud. Los demás también pueden aprender de sus "no posibles", de sus "errores" y verse forzados a intentar pulirlos constantemente.
    Ánimos y a seguir rodando.

     

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