LA TETA ASUSTADA: TERCER TEXTO.
Teta estética
La teta asustada (2009) es una película festivalera. Se trata simplemente de una opción como cualquier otra. En este caso, las cosas quedan claras desde el inicio, donde nada es lo que parece, porque elementos distintos se conjugan para crear ese sabor tan particular. No es cuestión de recuperar una cierta mítica andina, sino más bien de adoptar algunos de sus colores, la apariencia de sus códigos, para generar un lenguaje ya distinto, más bien personal: la mitología de Claudia Llosa. Tomar creencias como la de la teta asustada o la de la papa en la vagina para prevenir violaciones no significa un mero traslado. Llosa cambia sentidos, absorbe y resematiza. Por eso la crítica de racismo que se le hizo a Madeinusa (2006) resultaba infundada, porque los indios de Claudia Llosa nada tienen que ver con la realidad. Tal vez su apariencia coincida con personas reales, pero inscritos en el film pasan a formar parte de un conjunto cerrado como ese pueblo sin reglas donde habitan, tan excesivo como ficcional, un mundo de monstruos engendrados por su entorno. Basta con recordar que el primer film de Llosa, hasta para los ojos más ciegos o legos, no parecía un tratado antropológico o una denuncia social, nada más alejado, sino una historia de terror, donde un advenedizo se inmiscuía en un mundo extraño, ominoso, y pagaba las consecuencias de sus actos.
Un movimiento similar se observa en La teta asustada. En la primera escena, como decía, se plantea un traslado, aunque de otra índole. Fausta (Magaly Solier) y su madre cantan. En una habitación que parece formar parte de algún pueblo alejado de la sierra. Pero no: la ventana encuadra otro espacio. Los arrabales limeños irrumpen en su mundo de canciones, y las propias canciones lo anunciaban, reclamando cada vez más claro y con más lisuras el dolor sufrido por un conflicto que de algún modo enfrentó aquellos dos mundos.
Un guiño a la Historia del país que siempre se mantendrá en el plano de lo insinuado, porque para Llosa lo que importa finalmente es la ficción, la imagen, el cruce estético, la temática como funcional en todo esto, no como protagonista. Las canciones le dan un enrarecido y sugerido aire de musical, pues Fausta no canta sino sus sentimientos. Por eso nos encontramos ante una historia que presenta como tema la música, y de ella extrae su segundo conflicto: Aída (Susi Sánchez), la dueña de casa, una pianista, hace un trato con la cantante, para acercarse a su música. Un pacto, no con el demonio, pero sí con la desconfianza propia del desconocimiento. No obstante, se trata del segundo pacto, cuando ya ese ser extrañamente beatífico, Fausta, se ve obligado a buscar dinero para enterrar a su madre, el conflicto inicial, lo que la impulsa a salir de casa, lo que la hace enfrentar sus miedos, lo que la obliga a relacionarse con un mundo extraño donde las canciones se compran con perlas.
La fusión es la clave. En varios niveles. En el estético: el equilibrio geométrico de cada encuadre viene con el soundtrack de canciones cantadas en quechua. La consiga es “junta elementos aparentemente dispares, y si lo haces bien, les habrás dado un nuevo significado”. De ahí que en el cine de Claudia Llosa veamos conflictos conocidos, pero con un sabor diferente. Todo engarzado como un sistema nuevo que fluye como música.
En esta fluidez, no obstante, y gracias a ella, como condición inevitable, los conflictos transcurrirán como por debajo. El final permanecerá abierto, las explicaciones sugeridas. Se trata de una opción estética, como la propia morosidad contemplativa. No conocer del todo a Fausta, que guarde un secreto, la redondea como personaje. El único que parece acercarse a comprenderla es Noé, el jardinero (Efraín Solís), con quien conversa en quechua y comparte el amor por las plantas, incluso por las papas, de una belleza y simbología que sólo ellos pueden comprender. Ambos taciturnos en el mundo de colores chillones y matrimonios masivos en el que viven. Finalmente, no son sino una pareja freak.
Su vínculo, sin embargo, no queda en la superficie, sino se encuentra, se susurra en sus acciones y en sus inacciones, en gestos, en la posibilidad, para Fausta, de que exista un hombre que no desee violarla. No se puede llamar amor, o tal vez sí, o quizá lo mejor sea tan sólo hablar de compañía. Sea como sea, ella decide extraerse la papa. Algo ha cambiado, no se sabe muy bien qué, pero es suficiente. Así resuelve Claudia Llosa. Deja al alcance un fragmento, pero nada más, como en el segundo pacto, en una frase de Fausta, cuando ésta le dice a la señora que al público le gustó mucho la canción que ella inventó, socarronamente, y la mujer la castiga, sí se sabe por qué, por miedo a ser descubierta, pero las motivaciones de Fausta siempre mantendrán cierto grado de ambigüedad. El único momento en que intuimos sus sentimientos es cuando canta.
El mundo de Claudia Llosa va más allá de las caras o lugares que los peruanos podríamos reconocer como parte de nuestro imaginario. Se encuentran trastocados, ya no son lo que eran en la realidad, como en el cine mismo. Por eso también tiene éxito fuera, porque no resulta necesario haber visto lugares o personajes como los que ella presenta para comprender. Se trata de una historia, de una historia profundamente estética. Es la hora de mezclar, de cruzar, siempre con el pulso personal de una directora que se desliga tanto de su medio como cuanto se sirve de él.
Se trata de una opción como cualquier otra. Hay que saludar los intentos arriesgados y marginales, aunque se inscriban en el establishment cultural. Por eso dije que se trataba de una película festivalera. Pero mi comentario no apunta a ningún juicio de valor, sino a una pregunta. En el Perú, La teta asustada la quiere ver todo el mundo, y espero que así sea, pero qué pensarán quienes no estén acostumbrados a un cine arty. Mi duda apunta a si ocurrirá lo mismo que con Paranoid Park (2007), por citar un ejemplo reciente: la crítica te decía que era increíble, pero cuando gran parte del público la veía, no salía feliz.
Eugenio Vidal
La Cinefilia no es patriota
16 Comments:
At 6:22 PM, Anonymous said…
"Película festivalera" ¿qué significa eso? Estos muchachos que piensan que el cine fue toda la vida Spielberg o Tarantino preocupan. O sea que, si se entiende por cine festivalero las películas con pocos diálogos y planos largos, puedo afirmar que el cine de Antonioni era también festivalero, que el cine de Ozu era festivalero, que el de Wajda era festivalero?
Seamos más humildes y aceptemos que como espectadores -nosotros también formamos parte del problema- hemos ido en involución, cada vez menos capaces de aceptar voces distantes, disidentes y singulares, y más autocomplacientes con nuestra propia ñoñería e infantilismo. No solo hay cineastas y críticos mediocres, también hay espectadores en una medianía escandalosa que parece endiosarse en la actualidad.
Bye bye...
At 8:45 PM, Anonymous said…
...sospecho que el crítico se refiere a 'película hecha, calculada y diseñada para ganarse alguito en festivales'.
más que a una propuesta arriesgada, insólita o revolucionaria.
At 5:53 AM, Unknown said…
NO conozco a Eugenio Vidal, y NO he visto "latetaasustada" pero puedo asegurar que habria escrito un texto idéntico de haberla visto ....
lo digo desde la pura intuición:
- me parece festivalera TOTAL
- me parece un casi musical (será Solier una versión "andina" de la Bjork de Dancer in the Dark?)
- y aunque dosificados y mejor trabajados siguen siendo los mismos UNITED COLORS of CLAUDIALLOSA de MADEINUSA....
lo repito, son sólo intuiciones, espero poder verla pronto.
At 9:16 AM, Anonymous said…
"sospecho que el crítico se refiere a 'película hecha, calculada y diseñada para ganarse alguito en festivales'".
ah, no sabía que hubiera una fórmula, caray, mañana mismo escribo mi guioncito para presentarme en cannes, venecia, berlín y san sebastián y ganarme "alguito"... a ver, detectores festivaleros, cómo puedo ganar esos festivales?
At 9:19 AM, Anonymous said…
o sea que este compare armando no la ha visto, pero afirma: me parece festivalera TOTAL, me parece casi musical... qué tal almeja... como dice el primer anónimo, andamos en una involución salvaje, a todo nivel...
At 10:46 AM, Lids said…
Mario César Castro Cobos, tienes un correo electronico al cual te pueda escribir?
Gracias!
At 2:02 PM, Anonymous said…
armando solo se esta haciendo publicidad pues, a su blogcito...tiene derechoa hablar heuvadas con tal que ponga su link
At 2:04 PM, Anonymous said…
"Hay (y seguirá habiendo) maleantes que hacen cine y teatro comercial con el fin de entretener (y recaudar), y hay (y seguirá habiendo) imbéciles que hacen cine y teatro para educar (sin recaudar). En realidad, el cine y el teatro de autor no están hechos ni para divertir ni para educar". Pier Paolo Pasolini.
At 2:37 PM, Gustavo said…
Cual involución???, en todas las épocas y en todos los países, el público nunca ha tenido los mismos gustos de los críticos o de los jurados de los festivales. Eso es normal, siempre ha sido así y siempre lo será.
Yo he visto La Teta Asustada y me ha gustado. Pero en otras ocasiones, con otras películas, por seguir a los críticos me arrepentí de pagar mi entrada al cine.
At 6:34 PM, Anonymous said…
Creo que el anónimo de más arriba se refería al espectador en general y no a los que acudían a festivales o a las películas que les gustaban a los críticos -que también son espectadores, por cierto-.
Nos quejamos de los directores y de los críticos, pero nosotros como espectadores no podemos ser autocríticos?
Habría que preguntarse si hoy estamos en la capacidad de "ver" cintas como las de Antonioni o de Ozu en una sala cinematográfica? Muchos se aburrirían, tal vez...
At 9:52 AM, La cinefilia no es patriota said…
1.- 6:22.
a) No todas las películas de Spielberg son malas.
b) Tarantino ganó en Cannes con Pulp Fiction (Palma de Oro 1994).
c) La Aventura, de Antonioni, ganó en Cannes (Premio del Jurado 1959). Con escándalo incluido por la novedad de lo que proponía.
d) Wajda ganó la Palma de Oro en Cannes con El Hombre de Hierro (1981.
e) Hubo una famosa retrospectiva Ozu en Berlín, en 1961. Así se lo empieza a conocer en Occidente.
Por mi parte, no ocultaré que programo cine de vanguardia en la Cayetano, y que me doy el trabajo (el placer) de explicar las películas.
2.- 8:45.
a) Películas de, para festival, en efecto, no parece piropo. En sentido descriptivo, podría tratarse de películas más o menos convencionales con pinceladas exóticas, 'étnicas', y con ropita 'moderna', por ahí va la cosa. Creatividad aplicada al cálculo.
b) La película de Claudia Llosa no tiene nada de revolucionario y bien poquito de insólito, por lo menos para mí.
3.- 5:53.
Hey, Armando: en unos 20 días espero que nos cuentes por escrito el encuentro de tu intuición con la película.
4.- 9:16.
Ver 2.
5.- 9:19.
Armando escribirá un texto. Ahí hará sus 'descargos'. Frótense las patitas.
6.- 10:46.
Sí.
lacinefilianoespatriota@yahoo.com
7.- 2:02.
Ver 3 y 5.
8.- 2:04.
Grande Pasolini. Amén.
9.- 2:37.
Al final, el me gusta no me gusta no alcanza, se requiere argumentación,y, para argumentar, se requiere esa cosa rara llamada pensamiento.
10.- 6:34.
a) Sin pensamiento crítico no existe absolutamente nada. Es la esencia de una sociedad libre. ¡No tengan miedo de pensar!
b) Es que películas que se parezcan a la lentitud de la vida desesperan a quienes escapan de ella. Y la 'lentitud' es justamente la condición para que nazca el pensamiento, es tiempo para estar ahí simplemente, ser paciente, esperar, observar, y nuestros hábitos robotizados regidos por la estupidez delsistema económico son enemigos de todo esto.
M.C.
At 10:15 AM, Gustavo said…
Decir que La Teta Asustada me gustó, no es suficiente???, es necesario que trate de convencerlos???, la película es lenta, tanto que a muchos en la sala les aburrió, está llena de muchos símbolos, pero a mí me pareció buena e interesante, muy diferente de otras películas nacionales.
No todos tienen la misma actitud para ver una película, algunos buscan solo entretenerse, otros quieren encontrar fondos filosóficos rebuscados en las películas, y las desmenuzan tratando de encontrarles el "sentido". Pero también existen los que estamos en el centro, aquellos que buscamos algo más que un simple entretenimiento, que no nos tragamos bodrios hollywoodenses, pero que tampoco nos vamos al extremo de aguantar películas lentas, densas y pesadas, con pretensiones filosóficas y metafísicas.
Repito, me gustó 'La Teta Asustada', pero debo agregar que me gustó más 'Gran Torino' del maestro Clint Eastwood, una de esas raras películas que le ha gustado tanto a los críticos como al público. Ya ven que sí se puede hacer el milagro???.
At 10:20 AM, La cinefilia no es patriota said…
Dicho mejor: cuidado; no coronen a Claudia Llosa como la cineasta 'sana y sagrada'. El mejor favor que pueden hacerle es ser críticos con ella. Es el reto, y no la sobadita, lo que hacer crecer a la gente.
Recomiendo la lectura de dos textos, si realmente les importa el tema:
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2007/10/acerca-de-la-crtica.html
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2007/02/clase-magistral-sobre-la-crtica-de-cine.html
M.C.
At 12:20 PM, La cinefilia no es patriota said…
gustavo. mi comment de las 10:20 fue escrito sin saber de tu comment de las 10:15. así fue. ahora, claro, en un nivel, el gusto no se discute, en otro, no está de más saber por qué a uno le gusta más godard que truffaut, mekas que cassavetes, dragon ball que batman, etc. cuestión de autoconocimiento: los gustos, mejor comprendidos, evolucionan, mejoran, la conciencia de quién es quién y por qué cada quien hace lo que hace, me parece algo bueno.
jeje, la teta y torino se parecen a mi gusto y razón en que me hablan de lo ya visto, que no me producen el escalofrío de lo nuevo.
saludos, espectador de centro.
At 1:47 PM, Unknown said…
Hola Mario. He leído todos los comentarios de esto. Me parece que el primer pata que escribió trataba de subrayar el hecho de que el término festivalero era usado en sentido denostativo.
Estoy parcialmente de acuerdo contigo cuando escribes que "Películas de, para festival, en efecto, no parece piropo. En sentido descriptivo, podría tratarse de películas más o menos convencionales con pinceladas exóticas, 'étnicas', y con ropita 'moderna', por ahí va la cosa. Creatividad aplicada al cálculo". Pero ojo, hay quienes también 'acusan' de 'festivaleros' a Bela Tarr, Lucrecia Martel y Lisandro Alonso, por ejemplo (lee sino otroscines.com). Por eso otro comentarista acotaba con razonable ironía: a ver, cómo se escribe un guión para festival.
Las menciones a Ozu o Antonioni van como anillo al dedo porque, como bien señalas, han ganado festivales y, gracias a estos, a algunos los pudimos conocer en occidente -es el caso del japonés-. Eso sí, no creo que ninguno de ellos, o Wajda, hayan aplicado el cálculo a la creatividad. Y en esto radica la diferencia.
Sí, Spielberg tiene grandes filmes, y Tarantino también, pero bien sabes que hay personas que creen que el cine empieza y termina en ellos exclusivamente, cuando hay más en el panorama ¿no?
Alonso Iz
At 8:53 AM, Anonymous said…
Siempre leo el blog de cinefilia pero esta vez me animo a escribir un comentario por primera vez, será porque discrepo abiertamente con Eugenio Vidal (autor de este artículo).
No lo tomes a mal pero tu artículo me da a entender que eres el típico amante del cine peruano picón porque tu compatriiota ganó un premio importante de cine. Se ha dicho que Claudia llosa es racista y etc. pero aquí el verdadero racista eres tú (fíjate en tu artículo escrito).
La Teta Asustada,no es la mejor película peruana tampoco "Dias de santiago" como muchos dicen por ahí. Es una película que ganó el Oso de Berlín ( y bien por ella), pero eso no hace que la película esté al nivel de "Fresas Salavajes" ganadora del mismo premio en el año 58, tampoco al nivel de "La Noche" ganadora en el año 61, mucho menos que Claudia esté a la altura de (Godard, Malick, Altman, etc. ganadores del mismo premio) digo esto porque en el "Perro del Hortelano" cuando Don César entrevistó a un soso Bedoya trató de hacer la misma comparación. Tú me dirás que mi comparación con "Fresas salvajes" y "La Teta Asustada" no tiene lógica porque está muy claro que hay mucha diferencia, pero esa es la lógica que tu quieres imponer en tu artículo al comparar la película de Claudia con la de Gus Van Sant, las mejores películas del señor Van Sant pasan desapercibidas en los premios Oscar y él reclama algo nop, recordemos que Milk y Good Will Hunting son las más premiadas por el tío Oscar y acaso eso hace que sean las mejores películas de ese director, indudablemente nop.
Mira una película que tenga acogida no significa que sea buena y eso tu lo sabes muy bien, y si La Teta... tiene una aceptación mediática en el Perú no significa que sea la mejor película peruana.
Es cierto que hay mucha sobonería con esta película peruana, cuando se estrenó "Madeinusa" pasó completamente desapercibida por el público en general y solamente los críticos hablaron de ella, y ahí se quedó. Pero ahora como gana un premio (cada año venido a menos) todos hablan de ella.
Es una lástima que en esta página solo se enfoquen desde un punto de vista "antropológico" tratando de ver si tiene coherencia con la realidad. Sabemos que todo es ficción, es su mundo de Claudia (variopinto) que no tiene que ver con la realidad, así como existe el universo de Almodóvar (hombres que lloran, por citar un ejemplo), otra cosa es decir que me gusta su universo cinematográfico.
Es muy curioso que en casi todos los escritos sobre La Teta... (salvo uno que encontré en Cinencuentro) todos se enfoquen en el fondo y no en la forma, es a la par.
Creo que me extendí demasiado y espero que mi comentario sea publicado, en ningún momento quise ofenderte al llamarte "picón" pero me dio esa impresión.
Y se habla que Tarantino ganó Cannes en el 94, eso lo hace mejor que sus contemporáneos o que "Pulp Fiction" es su mejor película, nop. Hay una leyenda que dice así "las mejores películas de Cannes son las que ganan El gran premio del Jurado", ver para creer.
Chagall.
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