EL CAMPEÓN DE LA OBJETIVIDAD
El Sr. Isaac León no da ni remotamente con el punto central de mi argumentación, cuando deja entrever que, según él, estoy negando la posibilidad del conocimiento científico u objetivo, puesto que soy, según él, un platónico en las nubes. Qué torpe caricatura. Mi argumento es claro, aunque su mente no lo capte: la imagen clásica que la ciencia tenía de sí misma, la de una objetividad fundamental, está minada, cuestionada desde dentro, a manos de los propios científicos que han venido trabajando sobre el supuesto de que la realidad existe independientemente de quien la observa, y que, por lo tanto, las propiedades del observador no deben incluirse en la descripción de sus observaciones.
De esta manera, es la propia ciencia, y son los propios científicos, quienes dudan, y reconocen que mucho de lo que antes tomaban por ‘objetivo’ era, por el contrario, subjetivo; esto es un rasgo de realismo, Sr. León, de humildad, es un progreso; ellos han descubierto, por el camino de la objetividad, que eran menos objetivos de lo que suponían; como verá, esto no es un capricho, no es un acto de onanismo, y no es subjetivista. Siguiendo por dicho camino, los científicos llegan incluso a decir que, lo más que puede hacer uno, en el papel de observador de los ´fenómenos’, es convertirse en el observador de su propia observación. Eso sería, irónicamente, lo más ‘objetivo’.
Nosotros construimos la ‘realidad’, inevitablemente; nuestro modelo mental NO ES ‘la realidad’, es algo que está dentro de nuestras cabezas. Es un modelo. Rico o pobre, limitado, no perfecto, subjetivo. Trabajamos con sucesivas aproximaciones, revisamos las percepciones, cuestionamos las valoraciones, perfeccionamos los instrumentos y los métodos. No podemos escapar de eso. Trabajamos con modelos. El Sr. León parece defender con enojada candidez un modelo único, cosa que quien se sale, por ejemplo, de su manera o idea de cómo se debe de escribir, es poco menos que un imbécil. Huelga decir que este señor ya ha dado pruebas sobradas de cuánto respeta la objetividad y cuán rápido la pierde, objetividad que para colmo dice defender, repartiendo insultos cuando sus interlocutores no responden a sus deseos. A mí me parece de lo más intolerante que alguien estalle o no soporte o no acepte que la gente pueda pensar diferente. Todo esto, en nombre de la objetividad.
Como bien dice Raymond Federman, muchos confunden su propio modelo mental con el mundo ´real´. El Sr. León es un gran ejemplo de esto, y yo lo considero como a un representante bastante autoritario del realismo ingenuo. Entonces, si construimos modelos siendo conscientes de que lo son, en arte o en ciencia como en otras disciplinas, lo hacemos no por un afán subjetivista ni onanista ni ególatra sino porque, simplemente, no podemos hacer otra cosa. La ‘objetividad’ no cesa de existir, al contrario, está siendo reformulada constantemente, refinada, puesta a prueba y, en ciertos casos, de modo radical. Lo que el Sr. León hace es aferrarse a un modelo, absolutizarlo; de ahí que quienes no lo compartan queden automáticamente descalificados para él. Por eso se desespera y escribe compulsivamente y se convierte en una máquina de proferir insultos, cuando ‘el mundo’ o parte de él no reconoce, como universalmente válido, su modelo.
No me alegra, créame, su performance de estos días, pero lo bueno es que pinta una mentalidad. Y, al mismo tiempo, no puede no causarme gracia una contradicción mortal: habla de rigor y objetividad pero ¡qué fácil y rápido las pierde! ¿Por qué será que resulta tan difícil para ud. mantener la ecuanimidad? ¿Es ud. un masoquista, que disfruta haciendo papelones, de irse de boca como animalito sin freno? ¿No sería razonable que se trate con un especialista, si es, como se ha visto, incapaz de auto controlarse? ¿O acaso espera que lo enjuicien para recién ahí tomar plena conciencia de sus excesos vergonzantes? ¿Qué clase de ‘objetivista’ –mejor, qué clase de persona- podrá ser aquella que se deja llevar de manera tan completa e irresponsable por lo peor de su ‘subjetividad’? ¿Quién puede creer que ud. encarna la objetividad y el rigor, si se deshace al primer soplido? Cuando su autoproclamada capacidad de desenvolverse con objetividad y rigor son mínimamente puestas a prueba, ud. cae, echando por tierra esos valores y repartiendo con ‘objetiva alegría’ barro a diestra y siniestra. ¿Dónde queda entonces la tolerancia inherente a la objetividad, que siendo humana, se sabe falible, imperfecta, siempre mejorable? El Sr. León es el más peligroso adversario de la postura que afirma jocosamente defender. Más que un objetivo practicante parece un subjetivo arrepentido.
Y con respecto al cariño que le profesa a mis textos, le doy una sana advertencia: en su intento por desprestigiar, lo único que hace es desprestigiarse ¡aún más de lo que ya está! ¿es que no se da cuenta? Así que, si quiere que su mezquindad quede cada vez más claramente al descubierto como un hecho objetivo a la vista de todos, créame, no seré yo quien lo detenga.
Atentamente,
Mario Castro Cobos
24 Comments:
At 11:59 AM, Isaac León Frías said…
No voy a reiniciar otro debate interminable. Sólo quiero decir que no tengo ningún reparo al paradigma de los modelos utilizados por la ciencia ni nada que objetar a esa argumentación, que me parece totalmente válida. No soy un objetivista ni un realista ingenuo. Creo que, en efecto, el trabajo científico y analítico pasa por construcciones (no existen "reflejos" de la realidad como cierto materialismo propone, nunca he creido en eso), pero esas construcciones no son inventos, son modos de aproximación a la "realidad existente". Esto no es ninguna novedad, sino que hace mucho tiempo que es prácticamente consensual entre los científicos y los epistemólogos. Castro no está descubriendo la pólvora ni mucho menos. Repite de mala manera (esta vez se esforzó en decirlo de manera un poco más clara)lo que ya es sabido y conocido desde hace mucho, matices más, matices menos.
Lo que yo objeto seriamente es la visión de Castro frente al cine porque me parece que lleva al extremo una perspectiva subjetivista que convierte en una bandera. Él no elabora ni propone
modelos ni construcciones,
simplemente especulaciones, estados de humor, casi a
modo de gases que se emiten después de una copiosa comida.
Por otro lado, nunca me he presentado en lo personal como un
modelo de objetividad ni mucho menos, ni ahora ni nunca. Pero no pierdo así no más la paciencia y
pueden confirmarlo quienes me conocen bien (familiares, amigos,
colegas, alumnos). Soy más bien
bastante tolerante y permisivo, y mi estado de ánimo es muy parejo y ecuánime. Son la irracionalidad y la ignorancia recalcitrantes (y encima desdeñosa, almidonada
y pedante como la de Castro)las que me sacan de quicio. Lo que he defendido y defiendo, entonces, es la racionalidad que es
algo muy distinto, esa racionalidad a la que el responsable de este blog no suele responder en su afán por deslizar
insidias.
Yo he sido bastante claro y preciso en mis observaciones a lo escrito por Cordero, que es lo que ha motivado mis últimas intervenciones. He señalado contradicciones, vacíos
explicativos, supuestos falsos y
sobre todo eso he recibido no la respuesta, sino el silencio o las
ironías de Castro Cobos, porque estoy en el terreno de la sospecha, de la desconfianza, estoy al otro lado, en el "establishment". Sí, me he excedido en calificativos por intentar dar razones a gente que como Castro, Cordero y Pimentel no entran en razones y buscan siempre la parte en la que puedan golpear. No acostumbro a hacerlo y sólo la
necedad contumaz me lleva a esos
extremos. Repito que no me voy a
callar, pero no estoy dispuesto a
seguir en absurdos e inútiles intercambios que sólo conducen a los calificativos, como éste que
quiere reiniciar el responsable de este blog.
At 1:20 PM, Anonymous said…
"Sí, me he excedido en calificativos por intentar dar razones". Ese no es el punto, señor León Frías. El punto es que esos calificativos nunca debieron darse de su parte y, para ello, no hay disculpas.
Usted, como Cordero y Pimentel, no entra en razones tampoco. Pierde los papeles fácilmente.
At 1:33 PM, Anonymous said…
Esto va para todos:
Lo que no debe hacerse nunca en este tipo de 'debates' es afirmar, o sea darlo por cierto y confirmado, que otros cometen plagios -un delito castigado- y reciben mermeladas -difamación y calumnia- solo porque no concuerdan con lo que uno piensa.
Sí, existen las disculpas y el perdón. Pero vamos, la pachotada ya se hizo pública.
Alonso Izaguirre
At 4:07 PM, Anonymous said…
Y tampoco debe sacarse de contexto las frases de tal modo que cambian el sentido original de todo un texto. No hay que portarse como periodistas de prensa chicha estilo fujimontesinista.
At 5:17 PM, Anonymous said…
No se señalaron palabras o frases, si el anónimo se refiere a las citas del libro de León Frías que hizo Pimentel, o a las respuestas de Cordero. Se citaron párrafos en el primer caso.
Y si, en líneas generales, no se pueden hacer 'citas', que es algo común en los textos, entonces ya nadie podría escribir nada. Habría que imaginarse a alguien haciendo sus descargos citando el texto completo del otro -así tenga 15 o 100 páginas- ... Alguien sabe de algún caso parecido?
José Ferraro
At 6:14 PM, Anonymous said…
"En esas circunstancias he ido haciendo cargos personales que no hubiera querido hacer y que, soy el primero en deplorarlo, deberían estar fuera del debate intelectual. No es ese el debate al que aspiro y por el que, incluso, estaría dispuesto a pagar, como ya lo he expresado. Que me sirva, pues, de experiencia. Nunca se termina de aprender".
(Publicado en el blog Páginas del diario de Satán, 1 de junio de 2010).
"Él no elabora ni propone
modelos ni construcciones,
simplemente especulaciones, estados de humor, casi a
modo de gases que se emiten después de una copiosa comida".
(Publicado en el blog "La cinefilia no es patriota, 3 de junio de 2010).
En efecto, señor León Frías, uno nunca deja de aprender...
Si el insulto no tiene cabida en un debate intelectual de altura y usted no puede controlarse (pues conserva la misma vehemencia de hace 40 años o más), entonces debería inhibirse como interlocutor. Así de simple. Hágales caso a sus amigos. Y no mencione su próxima o lejana cesantía profesional, por favor, ni sus deberes familiares. Simplemente, usted no cumple un requisito básico para dialogar.
Y tú, ¡oh, subjetivo Castro Cobos!, ¿te convencerás de que, provocando las reacciones airadas del señor León Frías, no logras nada? ¿Para qué recomendarle un terapeuta? Él ha dicho estar dispuesto a pagar por un debate intelectual. ¿Tú estás dispuesto a pagarle un terapeuta?
Carlos Zevallos Bueno
At 12:09 PM, Anonymous said…
Con Castro no hay debate
intelectual posible, Zevallos.
At 12:31 PM, Marcelo said…
La crítica de cine (quizás el debate) sustentada en una hemiplejia conceptual de dos notables negados como León Frías y Castro Cobos, no aportan nada, pero divierten mucho.
At 1:01 PM, Isaac León Frías said…
Esa ha sido una simple respuesta,
Carlos, y muy moderada. Con el
responsable de este blog no hay
posibilidad ninguna de un debate de altura ni de ningún debate. Me alude con desdén, desprecio e ironía desde hace mucho tiempo. Le respondo en términos parecidos y
aclaro un poco lo que expresé de manera poco elegante: percibo
en Castro una escritura al modo de
emanaciones bucales o eructos, como que suelta ideas, reflexiones o frases de manera inopinada, súbita. Eso es lo que quise decir.
Po lo demás, yo voy a seguir dialogando y debatiendo, Carlos,
no en este blog, claro. Ningún amigo me ha aconsejado que no lo haga, lo que me han aconsejado es que escoja a mis interlocutores. Yo
dialogo y debato de manera directa desde hace mucho y todo el tiempo con amigos, colegas, alumnos y otros. Si no quieres escucharme ni leerme, no lo hagas. Así como dices que no lees Godard!, cosa que yo sí hago, no me leas ni me escuches. Porque voy a seguir buscando el debate. Ni me voy a
callar ni me voy a correr.
At 4:59 PM, La cinefilia no es patriota said…
Hola, Carlos. No había, en esencia, ironía o provocación en esas palabras. Digo lo que le recomendaría a cualquier amigo en una situación similar.
Si no te puedes controlar a ti mismo y si eso te daña de alguna forma y si además resulta que no puedes evitarlo entonces la conclusión es que necesitas ayuda.
Otra cosa sería si estás representando el papel del 'loquito vehemente' y en realidad sí podías controlarte pero no se te pegó la gana de hacerlo porque en tu mente autoritaria e intolerante te creías con derecho a insultar a diestra y siniestra y luego quedar siempre impune.
No encuentro más posibilidades.
Si el Sr. León piensa lo que ha dicho de mis textos yo no tengo ningún problema. Es su forma de pensar: tiene total derecho. Y si él cree que lo elevan o dignifican tal tipo de expresiones para sus profundos pensamientos...
Hay un varipinto arco de gente bien distinta entre sí pero sensible e inteligente que piensa lo contrario de él en relación a mis textos. A ellos, por alguna misteriosa razón, mis textos les resultaron útiles. Es por eso que le advertí que mientras más siga insultando más se embarrará.
Ah, y entre esa misma gente (un grupo más grande de lo que este señor se puede imaginar) no son pocos los que deploran a la par que yo mismo la triste actuación de un grupo de críticos tan poco críticos con el cine peruano por tanto tiempo, grupo del cual el Sr. León forma parte.
Más allá de la vulgaridad incansable y 'contumaz' del Sr. León, esa era la cuestión de fondo.
M.C.
At 6:19 PM, Anonymous said…
Del amor al odio hay solo un suspiro, señor Castro y León. Mi consejo (a pesar que León se comporte como una bestia sangrando y Castro no controle sus ignotas ironías) es que se sienten a tomar un café, limen asperezas y se cambie de caudal. Si como seres humanos no logran materializar este pequeño detalle (no necesariamente ponerse de acuerdo) ambops están descalificados para ejercer una opinión alturada. Lo que he leído de León huele a guardado, a sospecha permanente. Lo de Castro me parece más grave: no huele a nada.
César Gastulo
At 7:01 PM, La cinefilia no es patriota said…
Estimado César: respeto tu opinión, aunque no comparto tu nariz.
Te invito a que leas mi texto 'Mundo nariz' sobre la película El perfume:
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2007/10/mundo-nariz.html
Y mucho más importante, aquí puedes bajarte la novela El perfume de Patrick Süskind:
http://www.portalplanetasedna.com.ar/gratuitos1.htm
At 7:04 PM, Anonymous said…
¿alguien sabe dónde puedo tomar un café a partir de las 4am cerca de lince?
agradecería la información de león, castro o cualquiera de los lectores.
At 7:08 PM, Anonymous said…
Estimado e indignado señor León Frías:
Entiendo que usted acaba de anunciar su último comentario en el blog de mi amigo Mario Castro Cobos, del cual ha sido, tal vez, el colaborador más consistente e interesado.
No son de mi simpatía ni Abimael Guzmán ni Alan García Pérez, y, sin embargo, me interesa saber lo que dicen. Percibo un matiz pueril en aquello de que, simplemente, no lo escuche.
Por un momento (por un largo momento), el debate ha dejado de ser el cine peruano, la ley de cine, y se ha centrado en sus modales, en sus hábitos dialécticos. Allí lo ha conducido usted: emanaciones bucales y pedos a cambio de la acusación de ser parte del establishment.
Creo que es demasiado fácil exasperarlo. Yo siento por usted simpatía y, sobre todo, por la institución que usted dirigía (la Filmoteca de Lima), siento una gratitud muy grande. No es mi cometido sacarlo de sus casillas. Así como usted guardaba la esperanza de que Pimentel y Cordero enmendasen ciertos hábitos expositivos, así creí yo que, con un par de observaciones, los argumentos que usted hilvana, señor León Frías, podrían mondarse de insultos y énfasis. Por ejemplo, le señalé que usted acusaba de “ocioso” y de “fungir de codirector” a Pimentel, lo cual presuponía un conocimiento detallado del organigrama de Godard! y de su evolución en el tiempo. Su respuesta fue, en una primera instancia, que “…la información circula”, lo cual equivalía a confesar que, ocasionalmente, sus intervenciones públicas se sustentaban en chismes o habladurías. En esa ocasión, usted también sugirió haberse reunido con Pimentel y Cordero, lo cual equivalía a que ellos… ¡le habían comunicado la ociosidad creciente del primero! Sus razones me dejaron perplejo. Poco después, sin embargo, me topé con una intervención suya en el blog de Satán —qué nombre tan divertido, por cierto—; en ese escrito, usted admitía ciertos eclipses y anunciaba un firme propósito de enmienda. Mi segundo comentario le recordó tan buena y viril meta.
En su primera respuesta, usted me hizo una observación pertinente. En efecto, decir que no compraba una revista de crítica de cine nacional y, al mismo tiempo, decir que la crítica en el Perú me parecía tal o cual era una exposición torpe. Tendría que haber escrito con más detalle: por ejemplo, que los directores de Godard! me habían obsequiado sus dos primeros números, que había leído otros en la biblioteca del Centro Cultural de España y que Mario Castro Cobos me había enseñado ediciones adicionales; que yo había leído la colección completa de Hablemos de cine y de La gran ilusión… En fin, tendría que haber redactado una lista pormenorizada de la producción crítica nacional que he consumido, a propósito de la cual, solo entonces, podría emitir mi juicio de valor. (Por lo demás, mi aserto circunscribía el Perú a Lima). A mi juicio, aquella observación suya colocaba un tema gnoseológico capital sobre el tapete: las bases de las generalizaciones. Sería interesante conocer sus puntos de vista al respecto, pero, en el caso de que usted los ventilase, no sería improbable que volviesen las alusiones excretoras y la bilis.
Sostengo que la adjetivación desaforada no es atractiva ni inteligente, ni como provocación ni como respuesta. Le envío, sin ironía, un saludo.
Carlos Zevallos Bueno
At 12:03 AM, Isaac León Frías said…
Tienes toda la razón, Carlos, y lo
dices de manera muy ponderada y
ecuánime. Si antes te sugerì que no
me leyeras y escucharas es porque
dijiste que debía inhibirme como
interlocutor. Yo no acostumbro a
ser una bestia sangrante ni un
desaforado adjetivador, pero ha
dado la casualidad de que se han
juntado estos intercambios finalmente poco edificantes y
constructivos que debí cortar
mucho antes. Mi deseo y mi propósito no era llegar dónde se ha llegado. A mí me animan las
ganas de debatir todos los temas
posibles que atañen a la crítica y al mundo fílmico, no tanto los asuntos de producción, legislación financiación, y no porque no sean importantes, sino porque no son de mi más directo interés. Con Pimentel y Cordero intenté restablecer puentes de comunicación después del encuentro que tuvimos en el Centro Cultural
de la Católica el 11 de julio del
año pasado. Pero luego mis críticas a los textos escritos por Cordero han provocado lo que ya
sabemos. No voy a repetir lo que
dije en el blog Páginas del diario de Satán (que es el título de una película del gran Carl T. Dreyer), y sólo te tomo la palabra en eso
de las generalizaciones: sí, pues,
haces bien en destacar lo que es una de las fuentes más "perversas" de lo que he venido señalando y que se evidencia todo el tiempo en las cosas que expresa Castro
Cobos (no digo argumentos porque,
francamente, no los hay)con un
sesgo inquisidor que yo no creo
tener en absoluto. Yo respeto las
diferencias y las discrepancias y
no se me ocurriría acusar a nadie
porque aplauda o rechace el cine
peruano o cualquier otro. Lo que
podría cuestionar en todo caso es
la debilidad de la sustentación
o, lo que he hecho en estos últimos tiempos, los errores de
información, los pre-juicios, las medias verdades, las confusiones entre el dato y la opinión y las
generalizaciones que tú mencionas
con mucha pertinencia. Señalar eso
con cierta energía, pero sin insultar a nadie, ha traído la larga cola que ya tiene más que
cansados a muchos lectores de los
dos blogs.
At 12:51 PM, Anonymous said…
Las páginas del libro de Satán (Leaves From Satan's Book), no Páginas del diario de Satán. Bedoya la pifea tanto como Chacho "cofradía" León Frías.
At 12:37 AM, Isaac León Frías said…
El tìtulo original de Páginas del
diario de satán no es Leaves of Satan's Book porque la película no es de habla inglesa. Es una producción danesa titulada "Blade af Satans Bog", con intertítulos en idioma danés. ¿Quién la pifia
ignorante anónimo de las 12:51?
At 9:50 PM, Anonymous said…
Porque utilizar títulos en inglés de películas de otros idiomas?
At 10:22 AM, Anonymous said…
El dvd original viene con el nombre en inglés y entre paréntesis el danés. La traducción al español (no al castellano) que hace el anónimo es correcta.
At 3:45 PM, Anonymous said…
español no es igual a castellano, mierda! a ver, expliquen porfas...
At 6:22 PM, Isaac León Frías said…
Dice Pimentel que el del Centro
Cultural de España era "el primer homenaje que se le hacía a Robles en el país" (ver su texto en este mismo blog), no el que le hacía una revista de cine. Cierto, aclara
que lo dijo el propio Robles, pero
un periodista no puede guiarse
solamente por lo que dice un homenajeado, sino que es elemental
consultar otras fuentes.
At 8:49 PM, Miguel said…
Coincido con el anónimo de las 10.22 AM. Tengo el DVD original y el título del film es "Leaves From Satan's Book" (Blade af Satans Bog). No es al revés como señala muy suelto de huesos artrósicos el Sr. León. Lo felicito por traducir el danés al español de forma aberrante. Otra cosa, me infla los huevos tener que soportar un sabelotodo errante y que debería contener su conducta. Esta mal que el anónimo le ponga un sobrenombre a León pero de ahí a llamarlo ignorante supone (no poca correa) una tara manifiesta.
At 10:26 AM, Anonymous said…
'Dagbog' es 'diario' en danés. 'Bog' es 'libro'. Usted la pifia, ignorante León Frías. Usha, usha!
Ya que usted es periodista también, debería "consultar otras fuentes".
At 1:39 PM, Isaac León Frías said…
Si la edición del DVD es inglesa o
internacional el título puede estar
en inglés, pero ese no es el título original. Igual puede aparecer Los siete Samurais como
The Seven Samurais, pero ese no es
en absoluto el título originalde una película japonesa. En estos tiempos de DVDs y Blu-rays se tiende a hacer uso de los títulos en inglés, pro hay que tener cuidado a la hora de las traducciones. Por otra parte, en
toda la esfera de los países de
habla española la referencia al film de Dreyer ha sido siempre "Páginas del diario de Satán" (véanse a modo de ejemplos desde las filmografías de Carlos Fernández Cuenca hasta los diccionarios de cine editados en España, pero
también los catálogos de la Filmoteca Nacional de México, de la Cinemateca Argentina y de Cine
Universitario del Uruguay).
Post a Comment
<< Home