EL POEMA DE LA SEMANA:
EFECTO DOPAMINA O SIMPLEMENTE LA PUGNA BÁRBARA ENTRE MENTE Y ALMA
Te mueres y resucitas transgrediendo
el siempre penúltimo escalón al espiral
de una saeta satanizada por Dios
al unísono con la desmitificación de los nichos
y la perpetuatización de las noches basadas en
el derrotero todavía casto de un beso disrelojado
por la casta de las almas erguidas a pesar de
las estampidas soterradas en una gota de aguacero
descendiendo hasta el eje de la sombra
mucho más prieta que cualquier noche
tan lentamente que parece ascender al infierno
desdoblado en la mitad de una nube
-¿acaso existen paraguas en forma de básculas?
…….. en un extremo se desangra un vaso rajado
seduciendo a la garganta del suicida sediento
y en el otro late más allá de las latitudes de
un abismo que yacía mitificado como esqueleto
la humedad del llanto siempre fronterizo
por la única inmortal amante
en el firmamento amamantándome la eternidad
y aun así firmes en el empíreo medular
extirpándole derrumbes al asfalto
debido al omnisciente rumbo del beso que nunca falta
entre los omóplatos del sueño desestructurado como vigilia
y por el cual todavía respiramos
oliscando desde los permutantes sabores de una misma herida
hasta las infinitas texturas de un alma absolutamente ilesa-
…….. por la ¡única inmortal amante perdida
entre la duda de permanecer
atorados en la impronta de un amanecer
y la deuda con la pronta muerte
que nos persigue incesantemente
pero seguirá frustrada mientras
la esperanza de seguir absorbiéndonos los vacíos
siga encendida en esta boca que sólo puede desembocar
en tu piélago prolongado hasta el diluvio!
-¡única inmortal amante perdida aún
aunque aún existe aun aunando el esplín y la
paleolítica tragedia
el futurista recuerdo de haber salvado al
residuo del universo con aquel beso arquívoco-
¡inmortal amante perdida única
la costradicción revienta hasta
ser átomo virulento en busca
de congruencias huérfanas empero imperiales
por lo que salto hasta el otro precipicio
para salvarte la vida una vez más recíproco
mas la misérrima suerte me apuñala iterativamente
con una argenta manecilla medieval
y te mueres una vez más
ensanchando el sepulcro rubí arrobado en las arterias
donde sólo cabían tus huesos húsares en armisticio de suspiro
y te mueres otra vez
perforándome la contradicción
amante inmortal
pero incluso arrastrándome hasta otro nadir
izaré mi propia alma
y conquistaré una tierra donde no exista la muerte
ergo ruge mi columna vertebral
-resucitaste amante como un mordisco en la roca más dura
y ya no le temo a los HUNOS del tiempo ni a los CARONTES del azar
ni a los VOLCANES de la memoria porque
tus latidos en la mitad de mi corazón perduran
por lo que basta un susurro ubicuo de tu aliento para derribar
desde los espejismos nefastos hasta los agujeros negros supermasivos-
sin embargo embriagado por tantas cuerdas móviles incrustadas
en el tegumento de la mitad de mi soma
descubro al Dios perseguido hasta por sí mismo
que se asoma desde un cumulonimbo pampareidólico de columpio
e intempestivamente incoa a hincar con hincapié mi pie más diligente
con una deletérea neurona acicular
sin dejar de manipular aquellas cuerdas rígidas que jamás
flexionarán las extremidades de mi metaconvicción
mientras no deja de mecerse en el columpio etéreo
y me reta: “¡Si me vences, ella podrá ser salvada por ti ……..
…….. para quedarse contigo por siempre!” :
Yo le respondí con una titánica sutil afasia
que interpretó como sometimiento por resignación
por lo que ambiguo entre la ironía y la conmiseración
me casi murmuró pero en oxímoron a lo estentóreo:
“Lo sabía ……..” ……..
al mismísimo tiempo cogí una uña de mi amante
que me brindó en la escena de aquel beso
con la fuerza del fornicio innecesario
que nunca se procuró
la cual conservé todos estos años
y mutilé aquellas cuerdas cinéreas
…….. de repente surgió un puente
entre ambos precipicios y
ella se aproximaba hacia
mi huella interminable sólo por ella
hasta que se quebró aquel puente poniente
y …….. una vez más te hablo
mi amante inmortal única
mientras desciendo por aquel vacío
hasta rebotar en un somier
y luego fracturarme el mentón en un tálamo
para que tú, amante inmortal, aparezcas a mi diestra
y me digas suavemente que solamente ha sido
una pesadilla y que nunca nos vamos a separar
y me beses en la boca curándome la fractura
y al distanciar tu semblante
seas un cadáver putrefacto ululando que te salve ……..
…….. la palabra “SÁLVAME” irrefrenable transita
entre las células de mi cabeza y
hay combustibles lágrimas inconmensurables
todavía contenidas por encima del estómago
…….. me lanzo por la ventana …….. otro vacío ……..
estoy ahora en un diván y la psicoanalista se para
y al quitarse la máscara de sanguijuela
es una criatura medio infanta medio anciana
y se desprende de su falda para dejar brotar unos
tentáculos ahuecados que se meten por mi boca
por lo que la empujo brutalmente y
me lanzo por otra ventana …….. otro vacío ……..
me golpeo la frente contra el pavimento y
así evité que me atropelle aquel camión
con la inscripción “POLIGAMIA”
y me ofrece una mano una joven estudiante
al preguntarme si estaba bien
y yo le respondí
con una titánica sutil afasia
que interpretó ella como gratitud de profesor ……..
al mismísimo tiempo cogí una clepsidra que tenía
en la maleta de cirujano pero con
utensilios didascálicos
para romperla en contra de la pizarra
y decirle casi por roce intercigomático al mismo tiempo ……..
“Eres mi única inmortal amante
y te voy a salvar la vida recíprocamente
aunque todavía no lo sabes
con certeza sensorial pero sí con certeza psíquica
Y TE A…….. “ ……..
un minuto turbulento y estoy en el marco de otra ventana
…….. mi boca está ensangrentada y estoy empuñando un
fragmento también ensangrentado de la misma clepsidra
…….. “TENGO QUE SALVARLA …….. SALVARLA …….. SALVARLA ……..
SALVARLA …….. SALVARLA …….. SALVARLA …….. SALVARLA ……. ¡SALVARLA!”
…….. me lanzo al otro vacío y en el trayecto siento
que estoy atrapado casi totalmente en las dimensiones
de un papel real o simbólico por lo que uno de mis brazos
logra quebrantar las leyes de aquella frontera
y coge al individuo físicamente idéntico a mí de la camisa
quien estaba escribiendo un poema narrativo sobre
la identidad y el amor trágico
propiciándose una batalla megalomaníaca, dantesca
…….. unos segundos de suspensión, de vapor imperceptible ……..
…….. ahora ya sé que podré salvarla …….. me levanto del asiento
y mientras camino aguerrido hacia el destino inconexo siento
un eco mecanográfico por momentos paulatino y por otros:
demencialmente raudo ……..
…….. de pronto, doy un puñete contra la puerta de un baptisterio
y mi brazo siniestro logra coger la camisa de otro
individuo físicamente idéntico a mí
y le pregunto acerca de lo que aún escribía
y aquel sosia perturbado me replica que
estaba escribiendo un poema épico
sobre cómo es un minuto mental
de la vida de un creador
con hipertrofia neuropsíquica
y que persigue a pesar de la clepsidra
a punto del estallido por maremágnum ecuóreo
rescatar a su alma gemela, a la mujer ……..
…….. A LA ÚNICA INMORTAL AMANTE.
ALBERTO JAVIER ANGULO CHUMACERO
1 Comments:
At 11:49 AM, Anonymous said…
Basta, Castro, por favor...
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