PESADILLAS AYACUCHANAS: PARTE II

El Cine-Club del Centro Cultural Cafae-Se se convirtió, por varias semanas, en el epicentro del cine de Ayacucho. Nuestro informante, César Pereyra, nos ofrece la segunda entrega de este especial. La primera (sobre la película Sin Sentimiento) pueden leerla haciendo clic aquí:

http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2008/02/una-de-ayacucho-sin-sentimiento-el.html

PD: Quedan tres partes más que publicaremos en breve.

"Uma, Cabeza de Bruja"(2005) de Lalo Parra Bello

Nació en Ayacucho (1955). Actor teatral desde muy joven. Estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes y en la Universidad San Cristóbal de Huamanga, donde perteneciò al taller de teatro. Actualmente es profesor en la Escuela de Bellas Artes Felipe Huamán Poma de Ayala. Ha sido actor en “Dios tarda pero no olvida 1 y 2” , en “Sangre Inocente” y en “La maldición de los Jarjachas 2” de Palito Ortega Matute. También en “Sin sentimiento” (2007) de Jesús Contreras. “Uma, cabeza de bruja” es su opera prima. Fue presentada como invitada en el 8º Festival Internacional de Arte y Cultura (julio 2005) realizado en México.

Calles ayacuchanas. Una voz en off cuenta la historia de una bruja asesinada 20 años atrás por los hermanos Curi. Vemos -en blanco y negro- a la bruja (Heydi La Rosa), corriendo, cargando a su hijita. Huye por el descampado. Dos hombres encapuchados la persiguen. Ella deja a la niña a un lado del camino. Los hombres la alcanzan, ella jura venganza, la degollan. Rocían ceniza en su cuello cercenado para que el cuerpo no se una a la cabeza. El locutor afirma que el alma de la muerta re-encarnará en su hija para cumplir su venganza.

Noche. Edwin (Edwin Béjar) y Ebber (Ebber Huamán), los hijos de uno de los asesinos, van por el campo. Pasan cerca de una lápida. Los perros aúllan. Música tensa. Se asustan. Visitan a su tío Epifanio, que los invita a cenar. Le cuentan que ocurren cosas extrañas en el pueblo: aullidos de noche, ruidos raros, etc. El tío les cuenta sobre fantasmas que se transforman en burros y chanchos. Y que mucho tiempo atrás existió una familia de brujos. La cabeza de la bruja mayor se salía de su cuerpo volando por el campo y cuando se atascaba en los árboles pedía auxilio y ofrecía dinero y oro a cambio de ayuda. Al no poder volver el cuerpo moría y la cabeza se pegaba en el hombro de su víctima. A esta cabeza se le llamaba Uma. Pasaba cada 20 años y ocurría solo los martes y viernes por la noche.

Entusiasmados, quieren cazar la cabeza por dinero. Ebber saca calculadora y determina que ese año era el aniversario del fenómeno. Epifanio les enseña y toca el waja (un cuerno alambicado) con el cual la cabeza fantasma huye. En otro ambiente y de día vemos al profesor Lalo (Lalo Parra) quien recibe una carta de Edwin: le cuenta la historia de la bruja y lo invita para que cazarla juntos y cobrar la recompensa. El profe (así le dicen) se viste de gabardina y con sombrero de ala ancha como Van Helsing.

Aeropuerto. Del avión, desciende Orquídea: la hija de la bruja (Heydi La Rosa en doble papel). Llega a una casa y al leer una carta se entera de cómo murió su madre. Visita a Epifanio, la reconoce y le da un sobre dejado por su madre. Le aconseja que busque a Ebber y Edwin. Al día siguiente, el profe se cruza con ella en la calle (como era guapa y coqueta), se distrae y cae a una acequia. Los hermanos lo hallan sorprendidos. Noche amenazante; truenos. Orquídea visita a Epifanio, ve artículos de brujería, abre una cajita y sale un sapo, que le dice que tiene que matar una chica para revivir a su madre. Orquídea se viste de blanco y su cabeza sale del cuerpo.

Al otro día, Orquídea visita a Toto (Medardo Medina) y Yumpa (Yumpa Castro) quienes le cuentan que Uma los embrujó y no pueden envejecer. La chica les exige ayuda para matar a los Curi. Ellos aceptan. En la calle ella se cruza con Edwin y con la mirada lo seduce, pero queda en nada. Ya en otro momento Ebber escala un segundo piso y la ve semidesnuda. Luego vemos al trío justiciero buscando a Uma en la calle. Incluso el profe le pregunta a una chica que pasa si ella es la bruja. Orquídea se topa con los Curi, coquetea con Edwin y lo invita a su casa. Ya ahí, se muestra torpe y tímido, echándose mucho café sin azúcar, amargándose el paladar. Ella, se le ofrece, y alista los cuchillos para matarlo en la cama, pero el chico (cual película muda) huye despavorido.

Ya muy tarde, Edwin ve por la ventana que la cabeza de Orquídea se desprende y vuela. Asustado no puede usar las armas que portaba. Muy temprano le avisa al profe y con su amiga Edith (Edith La Rosa) van a una bodega, el dueño les cuenta historias de jarjachas y umas. Cuando miran hacia atrás, en el borde de una mesa ven la cabeza de un hombre barbudo de mirada perdida. Se aterrorizan y confunden a un ebrio que descansaba con un fantasma. Al salir, Toto y Yumpa los persiguen disparándoles. Los chicos huyen cruzando un río y el profe por un camino. Logran escaparse, pero cerca de la pista, encuentran a Lalo, que sube a una camioneta que transportaba un féretro, y cuando los bandidos brincan y ven que el cajón del muerto se movía solo, saltan espantados.

Al otro día, los delincuentes corretean a Lalo, que huye en mototaxi; Yumpa atrapa al chofer y le pega. Luego él y Toto chocan con nuestros héroes y en un riachuelo atrapan a Edith y a Edwin, atándolos. Mientras tanto, Lalo y Ebber los buscan y un niño les informa del lugar, al que acuden y los sueltan. Yumpa pelea con Edwin, vencen al malo, lo amarran y cuelgan de los pies. Al anochecer, el profe y sus amigos planean algo contra la cabeza de Uma-Orquídea. El bandido se libera y, en una pelea de kung-fu, Edwin lo noquea. El malhechor ahora es un perro rothweiler, pero el bueno le gana y el malvado muere escupiéndole sangre a la cámara. Situación que Lalo aprovecha para agarrar a Uma y meterla en su maleta.

A la mañana siguiente, Lalo y sus compañeros se despiden tranquilos. Pero Yumpa resucita, transformado en perro negro ataca al profe llevándose la cabeza de la bruja. Ya como hombre, ésta se le pega al hombro y le recrimina haber perdido su cuerpo, él acepta los insultos y se van por el campo. Fin.

Los diez primeros minutos cumplen con la estructura clásica. Se presentan personajes y los problemas que enfrentarán. Se percibe que la duración de los planos es la apropiada. Pero luego, el ritmo e interés decrecen. Las situaciones cómicas, aunque efectivas, porque el público se ríe, son de un humor primario, sencillo, previsible, y pareciera producto de la improvisación de los actores. De ellos, quien destaca es el Profe Lalo, que a pesar de no estar bien trabajado, es carismático, gracioso, pero sorprende que un actor experimentado no vocalice bien. El personaje es torpe, pero le cae bien al público y es referente para cientos de profes de muchas comedias del género fantástico. Sus subalternos Edwin y Ebber, dentro de sus limitaciones cumplen con ser comparsas. Pero se nota un desbalance en sus apariciones. Ya que Edwin tiene más presencia. Heydi La Rosa (Uma-La bruja) es guapa y fotogénica. Su participación obedece a que su imagen ya conocida en Ayacucho atrae al público masculino.

Pese al esfuerzo, hay desaciertos en el guión. En la parte central de esta historia lineal, tensión, emoción y suspenso son relajados, visualmente no hay garra, energía. Probablemente se deba a que, como contaron los actores, no se pudo contar con el camarógrafo todo el tiempo, viéndose obligados ellos mismos a usar la cámara. Fórmula: Escena tensa + escena cómica + escena tensa + escena còmica… Escenas nocturnas: acordes tensos. Persecuciones: rock estridente. Cómicas: tonadilla festiva.

Efectos: cuando la cabeza se desprende es la de un maniquí con una peluca larga, sostenida por un hilo que la balancea como si volara. La iluminación se apaga a su alrededor y la luz de un reflector y/o lámpara de mesita de noche le da en la cara. En el conversatorio, Lalo Parra contó que para ponerle voz al sapo, esperaron hasta las 4 de la mañana para que el batracio se animarà a mover los labios. ¿Quién dijo Ed Wood? La película estuvo un mes en cartelera proyectándose solo fines de semana en el teatro Cavero. Con aproximadamente 500 espectadores por función, se exhibió en Huanta pero no obtuvo el éxito deseado.

César Pereyra Ravello

La Cinefilia No Es Patriota