MACHU PICCHU: PRETEXTO PARA NUESTRO EGO
POR UN FESTIVAL DE CINE EN CUZCO
Llenos de peruanidad. En nuestro apreciado país todo el mundo está celebrando ahora que Machu Picchu ha sido elegida como una de las 7 nuevas maravillas. Saquemos las banderas, mandemos e-mails a nuestros amigos extranjeros, celebremos con Cuzqueña. El triunfo es de todo el Perú. El mundo nos mira.
Con una campaña intensa donde se ha fomentado el más íntimo nacionalismo, la campaña del MINCETUR se ha mezclado con comerciales de Inca Kola y fotos de Cameron Díaz y ha logrado su objetivo. En Cuzco, desde la goleada que Cienciano le metió al Boca Juniors hace unos meses, no había aparecido otro motivo para celebrar. Hasta hoy.
Igual, celebran los mexicanos (la pirámide de Chichen Itza), los chinos libres (la Gran Muralla), los brasileros (el Cristo Redentor de Sao Paulo), los jordanos (Ciudad Prohibida de Petra), los italianos (el Coliseo Romano) y los hindúes (el Taj Mahal).
O sea, según esta elección, la Acrópolis griega es menos maravillosa que el Cristo paulista. Tamaña tontería, ¿no?
¿Quién ha decidido todo esto? La mayoría, dicen. La mayoría con acceso a internet, en todo caso. La mayoría cibernética sometida a una empresa multinacional, además. Los egipcios sacaron sus pirámides de esa elección porque no tenían por qué someterla a esta búsqueda de reconocimiento. En el diario Times of India también hubo todo un debate sobre por qué votar. Pero acá no. Todo lo que signifique un triunfo para el Perú -urgidos de reconocimiento-, hasta el Presidente querido nos insta a unirnos.
Una amiga de Cuzco, recurrente a los cine clubs y toda actividad cultural por allá, nos escribe de inmediato: a pesar de lo que digan los diarios, Frecuencia Latina, Jessica Tapia, la ministra Aráoz y todo limeño bonachón, algunos cuzqueños están molestos. La contaminación en Cuzco se ha ido acrecentando en los últimos años. La razón está casi demás contarla: el turismo mal manejado.
Que esta sea la oportunidad para reevaluar esta situación. Y, volviendo al cine -nuestro tema-, ojalá que esta extraña condecoración anime a los buenos e invalorables amigos cuzqueños para que nuevamente consideren la posibilidad de un Festival de Cine Internacional en Cuzco, un lugar atractivo para cualquier evento extranjero de primer nivel, como ya lo habíamos conversado anteriormente en algunas oportunidades. Apoyo de las instituciones -y de los periodistas- no les va a faltar.
LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA
Machu Picchu
Labels: noticias 2007
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