JUAN JOSÉ SAER
El sentimiento, decía, de no pertenecer del todo a este mundo, ni, desde luego, a ningún otro, de no poder reducir enteramente lo externo a lo interior o viceversa, de que por más esfuerzos que se hagan siempre habrá entre el propio ser y las cosas un divorcio sutil del que, por razones oscuras, el propio ser se siente culpable, el sentimiento confuso y tan inconscientemente aceptado que ya se confunde con el pensamiento y con los huesos, de que el propio ser es la mancha, el error, la asimetría que con su sola presencia irrisoria enturbia la exterioridad radiante del universo.
1 Comments:
At 12:35 PM, Anonymous said…
Así me siento hoy...no tenía palabras y las encontré aquí, está la plenitud del mediodía a un escaso metro de esta mancha díscola, sentimental, pensante...
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