LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Thursday, January 10, 2008

CARTA ABIERTA A RICARDO BEDOYA, POR CLAUDIO CORDERO



En el pecaminoso Satan's blog diríase que oh, se ha desatado una polémica. Para aclarar varios puntos colgantes, aquí la carta abierta del Co-Director de Godard!, Claudio Cordero.

Ante las denuncias hechas contra mi persona por el señor Ricardo Bedoya en su blog Páginas del Diario de Satán, me veo obligado a salir al frente para rechazar sus comentarios tendenciosos que pretenden desinformar al público y desacreditar mi trabajo como crítico de cine. Quiero dejar en claro mi posición sobre el tema; no deseo tomar parte en una carrera de infamias y agravios personales.

Ricardo Bedoya ha pretendido confundir a sus lectores con una acusación aparentemente razonable: ¿cómo es posible que un crítico de cine le haga publicidad a un estreno comercial?, ¿dónde quedó la independencia del crítico cuando se dedica a promocionar Alvin y las Ardillas? La denuncia sería atendible si el blog Todo Cine (en el cual trabajo) se presentase como un espacio de crítica. Pero esa no es la identidad del blog ni su propósito.

Todo Cine no es propiedad de Claudio Cordero como Páginas del Diario de Satán sí es de Ricardo Bedoya. En lo absoluto. Todo Cine pertenece a Terra y Terra me ha contratado por 1 año para ofrecer un servicio: elaborar los contenidos de un blog de actualidad cinematográfica que se dirige a un público muchísimo más amplio que el que va a la Filmoteca de Lima o a la Ventana Indiscreta. Es decir, tiene un perfil totalmente diferente al de otros blogs especializados locales y muy respetables como También los Cineastas Empezaron Pequeños o La Cinefilia no es Patriota.

Todo Cine no es El Club de las Películas Caletas; es un encargo que cumplo con entusiasmo y profesionalismo porque también laboro como periodista y comunicador social. Ya antes he sido colaborador del suplemento Ellos y Ellas de Caretas, donde también escribí sobre cine comercial pero sin hacer críticas ni dar mi opinión personal. Pero quizás Bedoya no leía Ellos y Ellas y por eso dejó pasar semejante bocadillo.

Ahora bien, Terra y Claudio Cordero buscan promocionar Todo Cine y captar un público fiel. ¿Qué hace cualquier programa de radio y de televisión que no es subvencionado por el Estado?: organizar concursos que premien a sus consumidores. Esa no es la principal función del blog, pero es una estrategia eficaz que deja contentos a mis empleadores y a los lectores que quieren llevarse algún merchandising de su película favorita. La pregunta del millón es: ¿dónde está la prueba de que mi opinión como crítico ha sido comprada por un puñado de llaveros?, ¿dónde está la crítica gloriosa a Alvin y las Ardillas o Alien Vs. Depredador? Pues en ninguna parte.

Entonces, dirán algunos, ¿cómo es posible que las distribuidoras compartan su material publicitario con alguien que escribe comentarios desfavorables de sus películas? Quizás ocurre que estas empresas son lo suficientemente profesionales y tienen la madurez suficiente para distinguir, y sobre todo respetar, que una cosa es mi trabajo como crítico y otra mi trabajo como periodista cinematográfico.


Entonces, ¿por qué el señor Bedoya y el señor Isaac León me denuncian con tanto fervor?, ¿es que soy culpable antes de siquiera dar mi declaración? Bedoya y León, ambos ex profesores míos de la Universidad de Lima, debieron guardar sus suspicacias para el día que proclamase obra maestra a Alien Vs. Depredador o le otorgue el premio de la crítica a El Bien Esquivo.

Desde luego ellos seguirán atacándome, tal como lo vienen haciendo desde hace 7 años, cuando apareció el primer número de Godard! Yo sé que ellos son ávidos lectores de mi revista y hasta la leen con lupa, algo que siempre se agradece, sin embargo me desconcierta que no hayan leído mis artículos en contra de varias películas de las “majors”; está claro que quieren acomodar los hechos a la versión que mejor les conviene.


Godard! no nació como una revista antisistema de las distribuidoras o de la cartelera comercial, nació como respuesta a las opiniones dominantes de la crítica especializada, y seguirá siendo una alternativa al establishment que aún perdura y que quiere imponer sus ideas. En todo caso, Todo Cine, a través de Claudio Cordero hasta que Terra lo considere pertinente, seguirá ofreciendo premios y presentando la sección Críticas con opiniones a favor y en contra de las películas, sin importar su procedencia.

No existe incompatibilidad entre ambas funciones. El respeto a mis lectores pasa por ofrecerles un blog actualizado, con información de calidad y comentarios inteligentes. Pero también una ética: no intentar engañar a mis lectores ni manchar la reputación de terceros.

Si el señor Ricardo Bedoya aún quiere su llavero, tendrá que pedírselo a Fox.

Atentamente

Claudio Cordero

LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

22 Comments:

  • At 1:43 AM, Anonymous Anonymous said…

    Por supuesto, subvencionada por Festival de Cine de Huesca= Francisco Lombardi, todo el mundo sabe la estrecha colaboracion entre ambos....

     
  • At 1:44 AM, Anonymous Anonymous said…

    Me parece una leccion de un critico joven, mucho mas sobrio y ecuanime que el critico histerico y pecador.
    Toda una leccion de madurez.

     
  • At 9:21 AM, Anonymous Anonymous said…

    Señor Presidente de la
    Motion Pictures Association of America

    Reverenciado Señor

    Yo, pecador, me acuso de indiferencia ante los gustos masivos, de inconsciencia
    ante las tendencias del mercado, de insensibilidad ante la eficacia de las
    campañas de marketing, de ignorancia de los gustos del público cinematográfico
    preadolescente que marca el horizonte de la moda actual, de negligencia ante los
    resultados de los estudios de opinión que consideran a los espectadores de este
    lado del mundo como lo que en verdad somos: ciudadanos de tercera clase,
    merecedores de lo que nos dan.

    Yo, abyecto, me acuso de haber infiltrado mi opinión y mi gusto en los
    comentarios de películas que he hecho en prensa y televisión, ejerciendo así el
    abominable privilegio de discriminar lo bueno de lo mediocre y de argumentar a
    favor de las películas de mis preferencias sin pensar en el gusto promedio de
    ese público que su digna asociación gratifica con lo mejor del cine mundial y
    premia con polos y llaveros.

    Yo, ignorante, me acuso de no haber percibido que los críticos debemos hablar de
    lo que “le gusta a la gente” sin inventar artificiales diferencias de calidad
    entre las películas, ya que eso sólo siembra discordia y atenta contra el
    principio sacrosanto del mercado libre e igual, que da oportunidades semejantes
    a todas las cintas que llegan a él.

    Yo, inconsciente, me acuso de haber sido “guardián del buen gusto” en vez de
    promotor y publicista del gusto promedio, noble actitud que debe ser el Norte de
    nuestra actividad, destinada desde hoy a nivelar lo distinto, igualar lo
    desigual, y medir con el mismo rasero a todas las películas, hablando bien de
    unas, menos mal de otras y ofreciendo souvenirs, pitos y matracas de todas las
    demás.

    Yo, mezquino, me acuso de ignorar a las ardillas, a las abejas, a los
    Transformers, a los Piratas del Caribe, a las chicas Bratz, al alien en cita con
    el Depredador, para preferir a Supercool, Ligeramente embarazada y Duro de matar
    IV, cintas comerciales que me esforcé en disfrutar ya que se apartan de los
    cánones del “buen gusto” y anduvieron más bien desprovistas de merchandising que
    repartir.

    Yo, intolerante, me acuso de admirar con obstinación a seres reprobables,
    elitistas y decadentes (esos Sokurov, Tarr, Tsai Ming-Liang, Jia Zhang-Ke,
    Alonso, Kiarostami, y hasta Chabrol, Assayas y Moretti, futuros inquilinos de
    Guantánamo o Abu Ghraib) a los que habría que rebajarles el copete
    progresivamente hasta equipararlos a los gallardos defensores del gusto
    multiplex, como Ron Howard, Michael Bay o Robert Zemeckis, porque la propuesta
    es que todo dé igual y que muy pronto podamos sortear llaveritos de las
    versiones norteamericanas de El arca rusa, con la imagen del Hermitage generada
    por una computadora de la Warner en Burbank, California, o camaritas Caché, para
    grabar a escondidas y celebrar la cultura del ampay convertida en virtud cardinal.

    Yo, plúmbeo, me acuso de creer, hasta el momento en que escribo estas sinceras
    líneas, en la crítica como un ejercicio de argumentación y apreciación, y no
    como un salpicón ecléctico de notas de aquí y de allá, sobre esto y aquello
    (sólo rota por algunos infiltrados que parecen salidos de La lista negra,
    resistiendo a los nuevos tiempos, “new age” de la crítica), rociadas por reseñas
    argumentales de películas que nunca llegan o con fechas de estreno que no se
    cumplen.

    Y más plúmbeo aún por la terca insistencia de acusarlo a Usted y sus filiales en
    el Perú de cancelar películas, censurar imágenes, doblar bandas sonoras, entre
    otras tropelías. ¡Fuego eterno contra mí!. Pido castigo por no haberme dado
    cuenta que los multicines son los culpables, aun cuando ellos no sean los que
    importan las películas ni establecen las estrategias de lanzamiento en el estilo
    de “guerra relámpago” de los blockbusters. Pero es mejor echarle la culpa a los
    multicines que a Usted; después de todo, los multicines no manejan presupuesto
    de publicidad para el lanzamiento de las películas.

    Yo, abusivo, me acuso de no haber aprovechado el inmenso alcance y poder que dan
    los medios de comunicación –que se calcula en varios millones de lectores y
    espectadores de programas culturales- para abjurar de todos los principios,
    llamando a la concurrencia masiva hacia los grandes estrenos del verano
    norteamericano, regalando carteras, aretes, llaveros, pulseras, taparrabos,
    polos y maletines para la playa.

    Yo, arcaico, me acuso de haber dejado pasar (por desconocimiento de las técnicas
    más modernas de mercadeo) la posibilidad de convertir la actividad crítica en
    “infopropaganda”, es decir de actuar como un Jorge Hané del cine (o como se
    llame el personaje de Reduce Fat Fast que anuncia el cable), que parece dar
    informaciones serias y científicas sobre sus productos para después poner el
    “¡llame ya!”. Otro réprobo, marrano y relapso crítico elitista llamado Jonathan
    Rosenbaum en un libro llamado “Las guerras del cine. Cómo Hollywood y los medios
    conspiran para limitar las películas que podemos ver” (Uqbar Editores y Festival
    Internacional de Cine de Valdivia, Chile, 2007) desnuda las técnicas que usa su
    dignísima corporación para captar (perdón, persuadir) a los críticos y obtener
    su docilidad, mediante junkets (entrevistas parametradas con actores y
    directores, realizadas en hoteles de Nueva York, Londres y Los Ángeles luego de
    la presentación de la película para la prensa internacional) e invitaciones
    especiales a rodajes y demás. Pero ese libro, claro, sólo es apto para los que
    se resistan a firmar una autocrítica como esta.

    Bueno, Señor, ya me cansé de flagelarme. Sólo espero que León Frías, Cabrejo
    (con su gusto vicioso y perverso por las películas caletas y crueles que serán
    derrotadas en esta guerra a favor del cine familiar, el gusto satisfecho y el
    pensamiento único), y todos los otros colaboradores del blog, de varias
    generaciones, sigan mi ejemplo, firmen su autocrítica y se dejen de jorobar.

    Atentamente, quedo de Usted,

    Soy leyenda
    Ricardo Bedoya

     
  • At 11:28 AM, Anonymous Anonymous said…

    Interesante exposición de Bedoya que aparece hoy:

    Hablando en serio
    Mails, mensajes, comentarios, llamadas telefónicas. Parece que la “autocrítica” ha causado reacciones fuertes y contradictorias. Incluso algunos la han leído de modo literal y creen que va en serio, como dijo un lector. Otro lamenta que me haya “esforzado en disfrutar” una película como si eso fuera posible.

    En fin, el tono del artículo y ciertos supuestos parecen no haber quedado bien expuestos.

    Uso el comentario de la lectora Tere, ampliando mi respuesta en un comment, para precisar algunas ideas, ahora en serio.

    Dijo Tere: “Hay cosas que no entiendo en el editorial. ¿Qué quieren decir con lo de los críticos guardianes del gusto? Tampoco me queda claro del artículo de Bedoya (...)”

    La “autocrítica” fue la respuesta a una exigencia de la revista Godard! que en su última edición se la pide a los críticos, a los que tacha de elitistas.

    Esto ha coincidido con una reformulación de la línea y presentación de esa revista, cercana a un magazine informativo que incluye algunos textos críticos más desarrollados.

    Contra la decisión de aligerar la revista y de sosegar sus ánimos iniciales, no tengo crítica alguna. Prefería la ansiosa y pugnaz actitud de sus inicios, pero eso es un asunto de gusto personal.

    Lo que motivó mi reacción fue la inaceptable propuesta del editorial, que pide a los críticos asumir la misma actitud, requiriéndoles una autocrítica para abandonar “la posición de guardianes del buen gusto que han adoptado tan gravemente. La intolerancia, la mezquindad y sobre todo el tufillo elitista de quienes ocupan algún puesto de poder son males que aquejan a nuestro oficio y conviene estar alertas para no repetir los errores de generaciones anteriores" (cita del editorial de Godard!).

    La publicación de este requerimiento, en coincidencia con los concursos de polos y llaveros de Alvin y las ardillas organizadas desde su blog por uno de los directores de la publicación, entre otras actitudes ya señaladas por Isaac León Frías en este blog, dan cuenta de “cierta tendencia”, para decirlo como Truffaut, que resulta preocupante y que creemos importante aclarar y cuestionar con toda pasión y fuerza, como lo dijo un lector mexicano.

    En primer lugar porque creemos que la crítica de cine y la publicidad cinematográfica son incompatibles.

    La publicidad cinematográfica es fundamental para que el cine como negocio y actividad económica siga existiendo, pero no tiene nada que ver con la crítica. O se es crítico o se es publicista.
    El crítico ofrece información, pero discrimina, elige, selecciona, opina. El publicista no cumple esas tareas; ofrece productos, cumple con campañas de mercadeo, persuade al público a que consuma las películas en general, sin distinción de su interés o calidad.

    Es verdad que el entusiasmo de un crítico con una película puede persuadir a algunos lectores a acudir a las salas, pero esa no es su tarea ni su propósito inmediato. Ese es un efecto secundario de la opinión.

    El crítico es un periodista de opinión; el publicista es un profesional de la persuasión para el consumo.

    Nos extrañó que eso ocurriera en ese blog, que desconocíamos hasta ese momento. Por eso, pensando que su responsable había optado por el camino, legítimo, de la publicidad fílmica, posteamos los de las ardillitas con cierto humor pero sin acritud.

    Pero el editorial de Godard! es otra cosa y había que tomarlo más en serio, más aún cuando el responsable del blog de Terra aún firma como director de esa revista de crítica.

    La lectora Tere pregunta por lo que quisieron decir con lo de los críticos convertidos en guardianes del gusto.

    Trato de explicarlo, aunque es difícil porque tiene trasfondos complicados.

    Pienso que es pura ideología, es decir, un intento de “naturalizar”, de cubrir con el manto de lo razonable y lo lógico, y con la caución del “sentido común”, lo que es un interés personal o de grupo cuyas motivaciones no analizaré porque las desconozco y porque en esto no hay nada personal.

    En otras palabras, los críticos “guardianes del gusto” son los que establecen exigencias o formulan reparos a determinadas películas de lanzamiento masivo y los que critican a un sistema comercial de distribución que restringe las opciones de elección a títulos que se consideran de rentabilidad segura.

    Son guardianes del gusto porque no se distraen con Alvin y las ardillas ni se emocionan con Alien versus Depredador 2. Y porque no están dispuestos a sortear su merchandising.

    Son guardianes del gusto porque no conciben su trabajo como un ejercicio admirativo indiscriminado, de tres o cuatro estrellas a todo dar.

    La autocrítica pedida debe orientarse entonces a depurar esa mala disposición de los “guardianes del gusto” con un sistema que, después de todo, no es tan malo, ya que gratifica con regalos al público, como a esa suscriptora de Godard! que escribe un comentario para decirnos que a ella le gustan los llaveros gratis y que, ¡jojolete!, estamos envidiosos y por eso criticamos. El argumento de siempre.

    Además, el reclamo de Godard! recicla el viejo argumento populista que afirma que el público tiene un gusto infalible y que los que apuesten a lo alternativo siempre serán elitistas.

    Pero hay algo adicional aquí: el pedido de autocrítica es, en verdad, como lo dijo un lector, una proposición colectiva para que se baje la exigencia crítica; para que se asuma el "realismo" que indica que así es la cartelera y que en esos márgenes hay que moverse; para que cesen los cuestionamientos a un sistema que, mal que bien, es el único que existe y el que pone películas sobre las pantallas y genera actividad publicitaria. Es una llamada a la renuncia, a la resignación y a la conformidad con lo que tenemos.

    En este blog no estamos de acuerdo con eso y lo decimos otra vez, con sarcasmo o sin él.

     
  • At 5:01 PM, Anonymous Anonymous said…

    "Aunque no pretenda ganar la Palma de Oro en Cannes, Soy Leyenda logra estremecernos con su visión apocalíptica del género humano y presenta otra actuación formidable de Will Smith, casi tan buena como las de Ali y En Busca de la Felicidad"

    Esa crítica de Cordero en su blog de Terra suena a "no pasa nada con la película pero no la puedo maletear... algo bueno tengo que poner".

     
  • At 11:54 PM, Anonymous Anonymous said…

    Sin contar el hecho de que "Soy leyenda", versión Will Smith, traiciona por completo a la novela en la que supuestamente está basada. Es como si alguien filmará una versión de Romeo y Julieta donde ambos amantes se salvan y viven felices para siempre.
    Y si los puentes habían sido destruidos para prevenir el contagio, ¿cómo es que llegó la mujer con el niño en camioneta? ¿Cómo es que se fueron a Vermont?

     
  • At 8:45 AM, Anonymous Anonymous said…

    La cinefilia no es patriota, pero si regala llaveros y polos...jojojo

     
  • At 9:09 AM, Anonymous Anonymous said…

    al anónimo de las 11 y 54: acuérdate que la chica que aparece sorpresivamente lo hace en el puerto, que es donde, según dice ella -así lo recuerdo- esperó a Neville largamente. Si hay autos que pueden circular ¿no podrán haber acaso botes que también lo hagan?

     
  • At 9:14 AM, Anonymous Anonymous said…

    Una sola aclaración a la carta de Cordero: dice que lo vengo atacando desde hace siete años. Que presente pruebas o que se retracte. Que diga dónde, cuándo y cómo lo he atacado. Salvo en los últimos meses, y a raíz de su vergonzosa presentación en una función promocional de la Fox, compañía de la que, por lo visto, es casi un empleado, y que ha dado lugar a un debate sobre la independencia de la crítica, tema sobre el cual no ha dicho nada, yo
    no he hecho ninguna referencia a ese sujeto.

    Isaac León Frías

     
  • At 12:07 PM, Anonymous Anonymous said…

    Dice Cordero que la revista Godard! nació para oponerse a los críticos que querían imponer sus ideas, lo cual es una tntería porque como se puede "imponer las ideas" a través de la crítica.

     
  • At 11:07 PM, Anonymous Anonymous said…

    Cordero no puede justificar lo injustificable: no se puede ser crítico de cine y al mismo tiempo servir a esas empresas que distribuyen las películas.

     
  • At 5:00 PM, Anonymous Anonymous said…

    A la Cinefilia: Por que permiten que el cordero publique su queja aquí? Por que no lo hace en el blog para el que "trabaja"?

     
  • At 9:34 PM, Blogger La cinefilia no es patriota said…

    Aquí hay libertad de expresión.

     
  • At 9:57 PM, Anonymous Anonymous said…

    bedoya se cree guionista de los hermanos marx. que siga intentando.

     
  • At 10:02 PM, Anonymous Anonymous said…

    los que premiaron a el bien esquivo y a bala perdida como que no se encuentran en condiciones de darle lecciones de clarividencia crítica a nadie.

     
  • At 10:51 PM, Anonymous Anonymous said…

    Entonces aca no solo entra Cordero, sino todos los periodistas cinematograficos que quieren hacer de criticos, o en Cinencuentro no promocionan con trailers y avisos las peliculas de las distribuidoras???

     
  • At 10:52 PM, Anonymous Anonymous said…

    Buenos muchachos hay que rescatar la energia de un critico que sigue escribiendo y ya casi esta en el retiro (alguien sabe donde escribe actualmente Leon Frias????)

     
  • At 3:09 AM, Anonymous Anonymous said…

    Me gustaria saber la posicion/opinion de la gente de la cinefilia. No les parece incoherente los argumentos de cordero? creen acaso q bedoya y compañia estan dmasiado intolerantes? Podrian aportar algo valioso (o algo al mnos)a la discusion, claro aparte de publicar esta rpta...

     
  • At 1:50 PM, Anonymous Anonymous said…

    Le agradezco al anónimo que rescata mi energía, pero le aclaro que ni estoy en el retiro ni pienso retirarme, mal que les pese a Pimentel y a Cordero, que es lo que ellos quisieran. En estos momentos no estoy escribiendo regularmente en ningún diario o revista. Colaboro en el blog Páginas del diario de Satán y en los últimos meses con bastante continuidad. Escribo también en la página web Ventana Indiscreta de la Universidad de Lima (poco en los
    últimos tiempos, pero lo haré más seguido este año) y en algunas publicaciones extranjeras. Con suerte dentro de unos meses debe salir publicado un libro mío con textos de cine y estoy trabajando en otros.

    Isaac León Frías

     
  • At 2:27 PM, Anonymous Anonymous said…

    ahora ya no son polos y llaveros los que sortea cordero sino afiches, después serán calzones o condones.

     
  • At 11:08 AM, Anonymous Anonymous said…

    jajajajaja que inmaduros y payasones resultaron los criticos, me cansan

     
  • At 7:45 PM, Anonymous Anonymous said…

    Entendiendo, que el cine es un arte, y que la apreciación del arte es personal, por tanto la critica de opión como el comentario de una persona esté o no ligada al cine, solo debe entenderse como la opinión de una sola persona, puede o no gustarnos su apreciación, pero está en nosotros verdaderos amantes del cine decidir y/o sentir de que manera una película nos embarga, por tanto entiendase en ambas partes que aqui nadie tiene la última palabra, ni ustedes ni yo, señores ya dejense de tantas niñerias, vean más películas y lean más sobre ellas, mejor aún lean sobre los que hacen las películas. gracias .
    elwil

     

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