LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Tuesday, November 21, 2006

CONACINE


EL CAMBIO RESPONSABLE
Entrevista con Carlos Fernández, directivo de CONACINE
por Mario Castro y Fernando Vílchez

LOS PASOS SIGUIENTES
Soñemos con que el gobierno suelte el dinero. ¿Qué se va a hacer con él? Porque cada gremio tiene su posición sobre cómo utilizar el dinero.
Ahí creo que ambos gremios tienen la misma posición: el cien por ciento del dinero para los concursos. Pero es que también hay un problema logístico. Aparte de los diez miembros del Consejo Directivo, el CONACINE tiene un Secretario Ejecutivo, el asistente y dos practicantes. Vale decir, sólo hay dos personas con sueldo y ellos están que se ahogan con los concursitos que se hacen.
Presumamos que en un milagro inesperado nos den los siete millones... ¿Tú crees que esas cuatro personas van a poder organizar el triple de concursos? ¡Imposible! Si con un solo concurso de largometrajes se ahogan, imagínate con dos, más el de documentales, más cuatro de cortometrajes... Tienes que contratar más personas, implementar la oficina, etc. Por lo tanto sería recomendable que no todo el dinero se vaya en premios.
El CONACINE es un órgano dependiente del Ministerio de Educación y ni siquiera aparece en el organigrama del Ministerio de Educación. Para el Ministerio, no existimos. Somos menos que el portero, ¿ya? Y solamente nos dan el 15% que debería darnos.

En caso de conseguir el dinero, ¿qué concursos se vendrían?
El concurso de largometrajes, de todas maneras. Se ha cumplido la meta de hacer al menos uno al año, y pretendemos que el concurso de largometrajes para regiones y el de documentales sean ya ordinarios, anuales. Además se podría implementar un concurso para cortos. Pero, repito, todos esos proyectos son imposibles si no hay un equipamiento logístico y financiero.
Además, el CONACINE ya logró que se aprobara la disposición que crea la Cinemateca Nacional. Para eso necesitas una persona que vaya haciendo el trabajo de recolectar material y clasificarlo...
Y necesitas ubicar el material ¿no? ¿Dónde estará?
¡Justamente! Ubicar el material que está por ahí requiere de una o dos personas que se encargue de eso, y no le va a tomar un año, sino dos o tres. También hay proyectos en los que CONACINE está trabajando, como organizar talleres de realización cinematográfica...

O talleres también que expliquen a los más jóvenes cómo se presenta un proyecto...
¡Exacto! No saben cómo presentar un proyecto, cómo redactar una escaleta o una sinopsis larga. Tampoco saben cómo funciona el negocio de la distribución. De eso se quejaba el representante de distribución, porque es fácil decir “los gringos son unos desgraciados...” Hay regulaciones legales, pero la gente no las sabe. Bueno, organizaremos un taller donde se hable de eso, que toda la comunidad conozca cómo es el negocio de la distribución y la exhibición.
Por ejemplo, ahora hemos tenido que en dos meses se han estrenado cuatro películas nacionales: Madeinusa, La prueba, Goodbye Pachakútek y Mariposa Negra. ¡El resultado es desastroso! Porque se anulan.

¿Ni para Madeinusa?
Es que Madeinusa es un fenómeno muy especial, porque se presenta a IBERMEDIA, no por Perú, sino por España.
Es una película española, desde luego.
Claro. Al tener ese status técnico de película española tiene todo un mercado europeo que lo ha aprovechado. Todo el mundo en Europa ha visto Madeinusa mucho antes que nosotros. Lo que recaude acá, a Claudia Llosa no le interesa mucho. Lo que le interesa es que se vea. No es como La Prueba, por ejemplo, que sí depende de acá porque sino ¿cómo la va a mostrar fuera? Igual las otras dos.
Según los informes que tengo, Mariposa Negra en una semana ha recaudado lo que Madeinusa ha recaudado en todo un mes. Es la única de las cuatro a la que le está yendo bien. Por varios motivos: la fecha de estreno, la cantidad de copias, las salas de exhibición... Sería bueno pues reunir a la comunidad para hablar de ese tema.
¿Y qué pasa si el Estado no da ni un sol? ¿Auspicio a la Backus?
También nosotros estamos trabajando eso, lo que es la relación con la empresa privada. Recién ahora estamos viendo un instrumento legal que regula eso: las empresas que apoyan cierta actividad cultural o deportiva puedan canjear esa inversión por crédito fiscal o alguna exoneración tributaria. Nosotros estamos detrás de eso.
También está el Film Comisision, que regula la relación de la cinematografía local con la extranjera. Cuando los extranjeros vienen a filmar aquí, hay un fondo de dinero que se cobra. Tenemos también un proyecto que tiene que ver con créditos bancarios para lo que es la postproducción. Hay varias cosas que se están trabajando.

¿EL CINE QUE QUIERE CONACINE?
Para eso está el CONACINE, para conversar con todos cada aspecto.
Hay otra cosa, y es la primera vez que lo voy a decir públicamente: Esto es un negocio. Mientras no lo veamos como un negocio, vas a seguir recibiendo los resultados de siempre: pérdida de dinero, apatía...
Habría que hacer una aclaración. Hay películas que tienen una vocación más comercial, son más “negocio”. Y también hay películas más “artísticas” que también son un negocio, porque aspiran a un público aunque quizá más pequeño.
Lo que pasa es que si tú haces una película personalista, con un criterio mucho más artístico, tú tienes que saber que eso no se va a reflejar en la taquilla, mayoritariamente.

Y si en un momento CONACINE tiene que priorizar proyectos, ¿preferirían a películas que sí lograrán conexión con el público antes que las “artísticas”?
Depende. Los criterios que se usan para IBERMEDIA son básicamente la calidad artística del proyecto con la probabilidad financiera y la probabilidad de distribución.
Pero cuando hay concursos exclusivos de CONACINE y convocan al Jurado, a ese Jurado le dan algunas pautas, el asunto no es tan libre.
Según la ley, ningún cineasta puede formar parte del Jurado, sino son “notables de la cultura”. Entonces, los notables no van a ver la cuestión económica sino verán si el guión les parece bueno según su criterio estético. No les va a importar la cuestión financiera o cuánto va a recaudar esa película. Por eso no es extraño que haya películas que se llevan un montón de premios y que no recaudan nada. Claro, tampoco es que siempre una película hecha con criterio comercial gane dinero.
Y también ocurre lo contrario.
Lógico, hay películas que no se han hecho para recaudar mucho dinero, pero lo recaudan. Son excepciones a la regla. También hay que decir que nosotros tenemos un país con tal diversidad que no sabes qué va a funcionar. Hay cosas que sí puedes decir, sobre todo en Lima, pero no en todo el país. Por ejemplo, ayer me dijeron que Madeinusa ha fracasado en provincias.

¿Ah, sí? ¡Qué misterio! ¿Por qué será?
¡Igual La Prueba!
Para tratar de conjurar tu angustia, te diremos que están hechas con el punto de vista limeño y por eso los limeños se las tragan y los provincianos no... Los pocos que se las tragan. Ojo que Madeinusa además de tener más pretensiones comerciales, también tiene la pretensión “artística”.
Lo que pasa es que tampoco nos hemos sentado a conversar sobre qué tipo de cine queremos hacer.
O qué tipo de cine quieren apoyar.
Yo creo que hay un tipo de cine que no necesita apoyo, y es el cine que no se hace: el cine serie B. ¿Por qué los cineastas no van a la Backus para pedirles dinero para hacer una película? Si tú haces algo y la Backus ve que puede ganar imagen y puede ganar dinero, sí te lo da. Claro, si tú vas con un proyecto personal, te tiran por la ventana. Ese cine, el de serie B, no necesita apoyo en ninguna parte del planeta. Es el cine que se mantiene a sí mismo, porque tiene otras pretensiones, y en todas partes es el cine que te sostiene la industria.
En Gamarra se hace desde la ropa más chauchilla hasta la ropa más fina, pero ¿quién sostiene Gamarra? ¡La ropa chauchilla! Es el polo de cinco soles y no el abrigo de trescientos dólares -del que sólo se venden tres al año- el que sostiene una industria. Lamentablemente en el Perú no se hace cine de serie B.
¡Claro que acá hay películas de serie B! Mañana te cuento, por ejemplo.
Y a Mañana te cuento le fue bien... Es que ese tipo de cine no necesita auspicios. Auspicios necesita justamente el tipo de cine que ordinariamente no va a conseguir financiamiento. Igual, una ópera prima es muy difícil que consigan financiamiento así nomás, ahí también necesitas otro apoyo.
A menos que estés en Francia, donde sí estimulan las Óperas Primas.
Sí, hay un tipo de cine que siempre va a necesitar un apoyo porque sus pretensiones son de otro tipo, no son pretensiones de índole económica sino artística, pero hay otro cine que no necesita apoyo y lamentablemente no se ha intentando en el Perú.
Pero sí hay gente que quiere hacer ese cine. Hay personas que dicen “por qué no se hacen géneros, cine de terror, comedia, etc”, pero como el cine es una actividad “cultural” las críticas no van a faltar y terminarán pronto con tu carrera.
¡Pero eso es en todos los países! En Estados Unidos, Francia, ¡les dan con palo! ¡Siempre! ¿Tú crees que a esos cineastas les interesa? No les interesa, porque ellos han hecho esas películas porque les gusta tal género y quieren vivir de eso. Hay que quitarnos la venda de los ojos. Y si no se hace, es porque tampoco creo existan los canales respectivos para que la gente que quiere hacer ese tipo de cine lo pueda hacer con cierta facilidad. Eso tiene que ver con formación del negocio.
¿Por qué Vírgenes de la Cumbia se va por la tercera parte? Igual La Gran Sangre. La misma gente que hace cine, en la televisión hace otra cosa... y funciona. ¿Por qué eso no lo hacen acá?
La situación es entre chistosa y dramática. Tenemos por un lado la posibilidad de construir una industria, la legitimidad de hacer un cine serie B, un cine digerible, con gente que lo quiere hacer pero no sabe cómo. Por otro lado, el cine como arte: vemos que hay pretensiones artísticas de algunos -al menos eso afirman- pero esa intención no está respaldada por los hechos. Al final, no podemos lograr ni lo uno ni lo otro, en ambos casos, por desconocimiento.
Es que en los países donde funcionan ambas cosas, existe una industria. Tú puedes querer hacer una película muy artística, pero si nunca has hecho una película en tu vida lo más probable es que fracases. Nosotros recién estamos pasando la barrera de las cinco películas anuales, pero se necesita mucho más. Para alcanzar el nivel que tiene Argentina, tienes que llegar a la producción que tiene Argentina: cincuenta películas al año. Esos cineastas que están acostumbrado a estrenar todos los años tienen muchas más posibilidades de expresión que los que filman cada cinco años.
Lo cuantitativo pesa, pero en ese caso sería la cinematografía de la India o la norteamericana las que arrojarían las mejores películas del mundo, ¿no?
Bueno, la de la India es caso aparte, pero en la norteamericana sí tienes muy buenas películas, lo que pasa es que acá no se ven, acá vemos su producción blockbuster. También el cine norteamericano tiene sus problemas. Es tan malo no tener una industria como tener una megaindustria, porque eso quiere decir que tú tienes tres o cuatro monstruos gigantescos que manejan todo y a ellos ya les interesa únicamente llenarse la barriga, no importa con qué.
Llegamos de nuevo a la intersección de lo que llamamos negocio y lo que llamamos arte. Cuando lo llamamos negocio, acabas de graficarlo tú, ocurre que hay un monopolio, una censura y una ideología que dicta las reglas de qué se hace y qué no. Para una cinematografía tan tiernecita como la peruana hay que tener eso en cuenta.
Lo que pasa es que en el Perú yo no creo que eso llegue a pasar algún día. No somos Estados Unidos donde hay una cultura uniforme que es la que domina todo su cine. En el Perú es imposible que pase. La pluralidad cultural, racial, económica, es tan variada que es imposible que tengas eso. Podría darse, claro, pero para eso están las regulaciones contra el monopolio.
Hay que regular las cosas para que la industria vaya creciendo democráticamente y cada quien pueda desarrollar el tipo de cine: el que quiera hacer cine de género que lo haga, el que quiera hacer cine de autor, también que lo haga. Pero tienen que haber ambas cosas. No se puede tener solamente cine de autor. Es lo que se ha intentado siempre en el Perú y siempre se ha fracasado.
Tendríamos que repetir que no se ha intentado de manera consistente ni hacer cine de autor ni hacer cine comercial, y ambas cosas por falta de conocimiento. “Hagan algo bien”, sería la moraleja de esta historia.
Es por eso que para mí es tan importante la parte formativa. No existe la escuela de cine en el Perú. Mientras no exista, vamos a estar cojeando. Las facultades de Ciencias de la Comunicación no forman cineastas. No hay una universidad del Cine como en Argentina, no hay una Escuela Nacional del Cine, como en México
¿No debería ser esa una preocupación, algo que angustiara a más gente de nuestra pequeña comunidad cinematográfica?
Es mi preocupación como miembro del Consejo. En la última reunión yo puse el tema sobre el tapete. El Consejo aprobó esa moción y en los próximos días tengo que elaborar un diagnóstico y establecer las líneas maestras para un plan a corto, mediano y largo plazo. Lo próximo es, como dije, la implementación de talleres. A largo plazo, la Escuela Nacional de Cine.
Esto es importante para formar a los futuros cineastas, productores, guionistas, porque las universidades no logran llenar ese vacío, ofrecen cursos de cine pero no egresan cineastas de ahí. Además, la mayoría de universidades que tienen su facultad de Comunicaciones son particulares y el chico que no tiene recursos queda fuera, así que debe haber una escuela que no cueste un dineral. Aparte, una Escuela nacional también es un foro de discusión y análisis, donde se puede ir delineando una escuela y un estilo cinematográfico.
Tenemos que dialogar de estos temas. ¡Hay temas más importantes que IBERMEDIA! El problema es que para la comunidad, el CONACINE es solamente un organizador de concursos y le ha dado la espalda a todos estos años a las demás funciones que le da la ley como establecer proyectos de desarrollo en el rol educativo. ¿Cómo formar un público más conocedor? Mientras no formemos un público capaz de decodificar ciertas cosas vamos a seguir teniendo los resultados que tenemos. Eso es lo que estamos intentando hacer.

3 Comments:

  • At 9:39 AM, Anonymous Anonymous said…

    una pregunta preguntona: Madeinusa postulò a Ibermedia como película española y a Conacine como película peruana? Se puede hacer eso?

     
  • At 2:16 PM, Blogger La cinefilia no es patriota said…

    Claro que se puede hacer... de hecho, es lo que permite que películas que quizá no resulten "comerciales" (al menos a primera vista) encuentren formas de financiar sus procesos (producción, rodaje, distribución).

    La coproducción es una necesidad para muchas películas y es gracias a ella que no solamente se ruedan, sino que los mercados se abren y puedan ver nuestras películas en otros países.

    Así que no hay que temerle o denigrarla sino buscarla y promoverla. Además, ¿por qué querer que una película sea exclusivamente peruana?

     
  • At 12:38 AM, Anonymous Anonymous said…

    "La cinefilia no es peruana"

    Magaly Solier

     

Post a Comment

<< Home