A PROPÓSITO DE UNA CARTA DE DESAGRAVIO
El sábado 16 de mayo, en el diario Perú21, Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland y Gustavo Sánchez —entre otras firmas— han publicado una carta de desagravio, en la cual acusan al periodista Alonso Izaguirre de conducta rencorosa y arbitraria. Los argumentos de semejante acusación no solo son endebles, sino también peligrosos y mendaces.
La manzana de la discordia es una crítica que, el 7 de mayo, Izaguirre le dedicó a El premio, última película de Alberto Durant. Los firmantes de la carta de desagravio consideran que Izaguirre ha incurrido en "(...) la adjetivación ofensiva contra la persona como forma de comentario cinematográfico". Sin embargo, cuando quieren ilustrar ese dictamen, no encuentran una cita más ácida que ésta: "(...) el cine local, cuyo panorama deprimente no tiene visos de esperanza". Ese deprimido diagnóstico, por cierto, lo comunicó Izaguirre en un texto anterior (por varios meses) a su crítica de El premio. ¿Una suerte de archivo y de seguimiento? Bah, no es necesario exagerar. Supongo que, en cualquier gremio, todos saben quién es quién.
Leamos de nuevo la cita en cuestión, pues, según los firmantes de la carta de desagravio, desnuda a Izaguirre como un rencoroso: “(…) el cine local, cuyo panorama deprimente no tiene visos de esperanzas”. ¿Es un insulto? ¿O, sencillamente, UNA OPINIÓN? Cuidado: un periodista que se vale de un medio masivo para ventilar rencores personales comete una falta ética gravísima. Si Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland y Gustavo Sánchez —entre otras firmas— tuviesen razón, y el periodista Izaguirre, en efecto, fuese un resentido, entonces habría que exigir que lo despidieran. Explícitamente, los firmantes de la carta de desagravio están acusando a Alonso Izaguirre de una falta que lo descalifica para el ejercicio profesional.
Así pues, resulta indispensable dilucidar el punto. ¿El rencor asfixia a Izaguirre? ¿Cómo es su hígado? Para ilustrar su mala entraña, para demostrar el disparate de sus juicios estéticos, los firmantes de la carta de desagravio ponen sobre el tapete un dato incuestionable, a saber, que, en Biarritz y en Berlín, recientemente, dos películas peruanas han obtenido premios. Es lícito colegir, pues, que, para Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland y Gustavo Sánchez —entre otras firmas—, el pensamiento crítico está supeditado a los premios. Si lo dijo el Festival de Esa Ciudad Prestigiosa Donde Hay Mucha Plata y Cultura, el opinante debe recular, dudar y amoldarse. ¿Conciben de esa suerte la crítica? ¿Es la clase de lecturas que aguardan para sus creaciones? ¡Oh, pasión por los jurados! ¡Oh, pasión por los veredictos! Pensar sería tan fácil. Ya lo habrían hecho otros.
He vuelto a leer el artículo de Izaguirre y no me satisface. Cuando dice, por ejemplo, que el “(…) trabajo [de Durant] con la propuesta cinematográfica es nulo”, tengo la firme sospecha de que no está diciéndome nada. Con negligencia, además, Izaguirre desliza que, en Alias la Gringa, se puede encontrar "(...) una exploración de la marginalidad". A fuerza de repeticiones, la crítica limeña ha forjado este lugar común. Conviene revisarlo. En Alias la Gringa, yo veo cierta tara no solo de la producción audiovisual peruana, sino de la cultura peruana: la copia, la importación de moldes, cierta autonegación. Yo veo cine de género.
Entre nosotros —copiando, a su vez, las ideas de Cahiers du cinéma—, la fundacional Hablemos de cine defendió, a capa y espada, el cine de género. A fines de los cincuenta, a principios de los sesenta, el hecho de que un cineasta de Hollywood también pudiera ser un artista tal vez haya sido un “descubrimiento” meritorio o audaz. Hoy, sin embargo, con la amplísima circulación de contenidos que posibilitan Internet y otras tecnologías, y en una coyuntura que, paradójicamente, uniformiza contenidos e identidades (se llama “globalización”), me parece necesario desconfiar de la agudeza de un crítico que se deslumbre, ¡que se siga deslumbrando!, ante el cine de género. Me parece pobre saludar a Clint Eastwood como “un último maestro”; me parece un desperdicio el melodrama de Pedro Almodóvar. Pero, ojo, es lo que yo siento; no es —lo juro— “(…) la adjetivación ofensiva contra la persona como forma de comentario cinematográfico"; es una idea. Me la sugirieron, claro está, otras ideas. Godard, en sus Histoire(s) du cinéma: el cine ha sido un arte del siglo XIX y, por consiguiente, es un medio aún inexplorado, en construcción. La obra ensayística de Octavio Paz: la ironía es el rasgo distintivo del arte del siglo XX, pues incorpora la crítica, impide el discurso romántico y desbarata the willing suspension of disbelief. Gilles Deleuze, en La imagen movimiento: la crisis de la creencia… Pues bien, cuando defiende una supuesta idoneidad de Alias la Gringa, Izaguirre califica, a mi modo de ver, en ese lote de críticos acríticos (o, por lo menos, críticos que no me sirven a mí). Puedo colegir lo siguiente: a Izaguirre le parece que el cine de acción es una buena manera para representar las matanzas de los penales; en consecuencia, puedo recomendarle Abril rojo, de Santiago Roncagliolo, un thriller trepidante (¡con guerra política como telón de fondo exótico!). Conmovedora, ingenuamente, Izaguirre se declara "(...) esperanzado de que Durant pueda volver a ilusionarme un poco con ese cine que le es cruelmente esquivo desde Alias La Gringa." Espero que estas discrepancias no originen una carta de desagravio, con las firmas en bloque del director de Perú21 y de El Trome.
Aquí, unas cuantas entradas más abajo, se reproduce la nota periodística de Izaguirre a propósito de El premio. El editor de este blog ha tenido la malicia de ilustrarla con una foto grotesca del productor televisivo Efraín Aguilar (alias Betito). Del texto crítico de Izaguirre, en efecto, se desprende tal idea, a saber, que los cálculos comerciales han acercado la película de Alberto Durant a fórmulas recientes de éxito televisivo. Cine-de-género-populachero. Punto. He aquí el gran agravio que Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland y Gustavo Sánchez —entre otras firmas— han denunciado.
¿Qué pensar, pues, de unos artistas que reaccionan así, en grupo, frente a la opinión desaprobatoria de un tercero? ¿Se puede crecer, madurar, sin incorporar las reflexiones ajenas? ¿Prefieren lecturas que partan de ‘las buenas intenciones’? ¿Quién los ha acostumbrado a esa clase de condescendencia? A mi juicio, los críticos cinematográficos del Perú —sé que forman un gremio— deben redactar y publicar, a la brevedad posible, una carta de apoyo al periodista Alonso Izaguirre; deben hacerlo, más allá de que les haya gustado o disgustado El premio. La razón es simple y compleja al mismo tiempo: el vergonzoso texto que han suscrito Augusto Tamayo, Francisco Lombardi, Aldo Salvini, Frank Pérez Garland y Gustavo Sánchez —entre otras firmas— contiene no solo una muestra de incomprensión clamorosa del ejercicio de la inteligencia (en cualquier ámbito), sino un manifiesto espíritu de censura social y una implícita apología del pensamiento único.
Carlos Zevallos Bueno
La Cinefilia no es patriota
9 Comments:
At 2:23 PM, Anonymous said…
Yo lo veo como el recelo entre el cassette Maxell de ferro y un mini disc (mp3 suck). La old school vs Claudia Llosa y la nueva generación.
Quienes carajo son Frank Pérez Garland y Gustavo Sánchez?
At 5:56 PM, Isaac León Frías said…
Dos aclaraciones al artículo de
Carlos Zevallos, con el que en lineas generales coincido. Hablemos de Cine no copió las ideas de Cahiers du Cinema. Una cosa es suscribir o adherirse a una
visión del cine y otra es copiar.
Si se lee la colección de Hablemos
de Cine se verá que las posiciones de la revista, más allá de las raíces baziniano-cahieristas, fueron muy propias. En ella se defendió a realizadores como Gordon Douglas, Henry Hathaway o
Richard Quine que nunca estuvieron en el Olimpo de Cahiers du Cinema,
o a expresiones del peplum italiano. Por esos años, además,
Cahiers seguía otros derroteros y
en un par de ocasiones dos críticos de Cahiers manifestaron sus discrepancia la "línea" de Hablemos de Cine.
Tampoco defendimos a capa y espada el cine de género. Lo que hicimos fue defender la legitimidad de los
géneros Vistos con desprecio o desdén en esos tiempos y todavía ahora) como plataformas
para la expresión personal o para
un nivel mediano de creación (eso
que se ha perdido en las últimas
décadas). No creo en absoluto negar
la posibilidad de que se trabaje un
cine de género aquí o en cualquier país de América Latina, porque el
género es un esquema narrativo que
puede servir o no y que depende de la habilidad y el talento de quien
sepa adaptarlo a las circunstancias
de un país o una cinematografía.
Adolfo Aristarain utilizó el modelo
del policial con resultados altamente satisfactorios en La parte del león, Tiempo de revancha y Ultimos días de la víctima y otro
tanto hizo a su manera Fabián
Bielinski en Nueve reinas y El aura. Ripstein apela al melodrama en La mujer del puerto y Principio y fin. Y así hay muchos ejemplos más. Me parece un error estigmatizar los géneros.
At 12:19 PM, Anonymous said…
Este es el texto completo de la carta sin el recorte que le hiciera PERU21.
Los abajo firmantes, cineastas peruanos, tienen el agrado de saludarlo muy atentamente y dirigirse a usted para expresarle nuestra consternación por la publicación de la crítica cinematográfica publicada en su diario el día 7 de mayo sobre la película “El Premio” del director Alberto Durant. Como cineastas estamos a favor de la libertad crítica más absoluta en el momento de valorar una película, pero consideramos totalmente inaceptable utilizar la crítica como un permanente mecanismo de agresión y agravio a la persona y de exposición de una postura visceral y arbitraria contra el cine peruano, tal como lo hace reiteradamente el crítico Alonso Yzaguirre.
En el presente caso el autor de la columna vuelve a practicar la adjetivación ofensiva contra la persona como forma de comentario cinematográfico, llegando a incitar a una suerte de linchamiento crítico personalizado y general al solicitar que “los que patearon sin misericordia a Daniel Ro por su mal debut en el cine de ficción con “El acuarelista”, que se manifiesten ahora, y que sean igualmente inmisericordes con un cineasta como Durant”. Creemos que resulta deplorable que se conciba la crítica como algo que endilga patadas y que éstas deben repartirse a diestra y siniestra, cual matones de esquina, contra personas cuyo único delito –por el que merecen la pateadura- es haberse esforzado por hacer una película peruana. Dicha incitación linda con la cacería de brujas por el mero hecho de hacer una película que no es del agrado del crítico de turno. Tales expresiones parecen corresponder más a algún blog de adolescentes exaltados que a un comentario crítico responsable de un diario como Perú21.
Esta carta no tiene la pretensión de ser publicada; lo que le solicitamos Sr. Director es que pueda usted releer esta columna en el diario que usted dirige y la compare con las columnas de crítica que en su mismo diario se escriben sobre otras áreas de la cultura como la literatura, el arte, la música y el teatro, escritas muchas de ellas con afán provocador, es verdad, pero centradas en las obras y no en la adjetivación contra los autores. Como prueba de la gratuita animadversión contra el cine peruano transcribimos la siguiente cita publicada el 28 de diciembre de 2008: “…el cine local, cuyo panorama deprimente no tiene visos de esperanza” escrita dos meses antes que la película peruana “Dioses” ganara el Festival de Cine de Biarritz, y la película peruana “La Teta Asustada” ganara el más importante premio del cine mundial, el Oso de Oro de Berlín. Todos, incluidos los críticos, tienen derecho a expresar su opinión y a equivocarse, pero es sintomático que dicha opinión desesperanzada y desesperanzadora se equivoque tanto con respecto al cine peruano.Augusto Tamayo, director de cine, presidente de la asociación de productores cinematograficos del Perú
Gustavo Sánchez, productor de cine
Francisco Lombardi, productor y director de cine
Daniel Rodríguez, productor y director de cine
Claudia Llosa, directora de cine
Josue Mendez, director de cine
Nathalie Hendrickx, productora de cine
Fabrizio Aguilar, director de cine
Ana Roca Rey, productora de cine
Enid Campos, productora de cine
Sandro Rossi, director de cine
Francisco Adrianzén, sonidista
Aldo Salvini, director de cine
Cusi Barrio, productor de cine
Edgardo Guerra, director de cine
Judith Vélez, productora y directora de cine
Álvaro Velarde, director de cine
Jimena Rodríguez, postproductora de cine
Graciela Yzaguirre, asistente de dirección de cine
Frank Pérez Garland, productor y director de cine
At 11:19 AM, Gustavo said…
Pero Clint Eastwood sí es un maestro. Y no me parece que el cine que hace Almodovar sea "de género", es más en la propia España se comenta en varios medios que hace falta un cine de género español en lugar de los experimentos almodovarianos.
At 5:56 PM, Anonymous said…
Hola Mario, solo para advertirte que la carta que coloca el anónimo no es la que llegó al buzón del director de Perú.21, Fritz Du Bois. En el mail del anónimo figuran dos nombres más de cineastas -Claudia Llosa y Josué Méndez- que no se incluyen en el texto enviado al diario desde el buzón que el director Augusto Tamayo tiene como profesor de la Universidad de Lima. Gracias.
Alonso Izaguirre
At 7:01 PM, Anonymous said…
Hola Mario, sólo para comunicarte mi extrañeza por no asumir tu responsabilidad como dueño del blogspot y que el tal Carlos Zevallos Bueno tenga que hacerlo por ti.
Mario Cárdenas
At 10:25 AM, La cinefilia no es patriota said…
Hola Alonso, vale la aclaración.
No los conozco mucho pero, la verdad, no me los podía imaginar firmando esa carta.
Al parecer, hay gente más imaginativa que yo...
M.C.
At 10:49 AM, Anonymous said…
Habla Castro, di tu opinión.
At 12:01 PM, La cinefilia no es patriota said…
(1..2...1,2,3,4)
Shed a tear 'cause I'm missing you
I'm still alright to smile
Girl, I think about you every day now
Was a time when I wasn't sure
But you set my mind at ease
There is no doubt you're in my heart now
Said woman take it slow
It'll work itself out fine
All we need is just a little patience
Said sugar make it slow
And we'll come together fine
All we need is just a little patience
(inhale) Patience...
Ooh, oh, yeah
Sit here on the stairs
'Cause I'd rather be alone
If I can't have you right now, I'll wait dear
Sometimes, I get so tense
But I can't speed up the time
But you know, love, there's one more thing to consider
Said woman take it slow
Things will be just fine
You and I'll just use a little patience
Said sugar take the time
'Cause the lights are shining bright
You and I've got what it takes to make it
We won't fake it, Oh never break it
'Cause I can't take it
...little patience, mm yeah, ooh yeah,
Need a little patience, yeah
Just a little patience, yeah
Some more pati... (ence, yeah)
I've been walking these streets at night
Just trying to get it right (Need some patience, yeah)
It's hard to see with so many around
You know I don't like being stuck in a crowd (Could use some patience, yeah)
And the streets don't change but maybe the name
I ain't got time for the game
'Cause I need you (Patience, yeah)
Yeah, yeah well I need you
Oh, I need you (Take some patience)
Whoa, I need you (Just a little patience is all we need)
Ooh, this ti- me....
Send "Patience" Ringtone to Cell
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