VUELVE, UN ABECEDARIO DEL CINE, POR PETER WOLLEN. HOY: LA J.
Yasujiro Ozu: Bakushu (1951)
La J es de Japón, el otro país, aparte de Estados Unidos, al que se le ha reconocido universalmente la producción de grandes artistas dentro de una industria comercial y de género: Kurosawa, Mizoguchi, Ozu. Este sistema se vino abajo en la década de 1960, cuando la carrera de Mizoguchi y Ozu ya se habían terminado, aunque Kurosawa, después de una crisis nerviosa y de sobrevivir a un intento de suicidio, pudo seguir trabajando precariamente en coproducciones internacionales.
Akira Kurosawa: Dersu Uzala (1975)
Recuerdo que, hace unos cuarenta años, era obligatorio para los cinéfilos escoger entre ellos tres. Kurosawa era el éxito de festival. Ozu era el tradicionalista cuya obra se podía interpretar, paradójicamente, como vanguardia debido a su extremo formalismo. Mizoguchi era el especialista en películas de mujeres, y lo que ahora se conoce como melodrama. Yo elegía a Mizoguchi y rechazaba a los otros, ahora pienso que absurdamente.
Kenji Mizoguchi: Ugetsu Monogatari (1953)
Entre los cinéfilos había un feroz espíritu de exclusión, resultado inevitable de su proyecto básico de reescribir completamente el canon. Para Daney, Mizoguchi siempre siguió siendo el gran maestro, aunque, mucho después, escribió una vigorosa defensa de Dodes ‘Kaden, la película que supuso el regreso de Kurosawa y una de las grandes de todos los tiempo, viendo allí –y especialmente en Dersu Uzala– un complejo juego del espacio situado dentro y fuera de la pantalla, una organización de la visualidad que se niega a favorecer a ningún extremo, la exclusividad del borde centrado o la inclusividad del objetivo móvil, la toma de travelling.
La Cinefilia no es patriota
Más letras del abecedario:
http://lacinefilianoespatriota.blogspot.com/2008/05/i-de-un-abecedario-del-cine-por-peter.html
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