LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Monday, April 21, 2008

JUANA DE ARCO TE ESPERA, HOY, EN LA CAYETANO HEREDIA


Av. Armendáriz 445 Miraflores 7 de la noche Ingreso Libre

INFORMACIÓN DEL CICLO:

Dreyer y la Pasión de Juana de Arco (fragmentos de André Bazin)

Como Dreyer, Bresson tiende a recrearse en las cualidades más carnales del rostro que, en la medida en la que él mismo no actúa, es la huella privilegiada del ser, el trazo más legible del alma; nada en el rostro escapa a la dignidad del signo. No es a una psicología, sino a una fisognomía existencial a lo que nos invita.

(…) En el caso de la Juana de Arco, de Dreyer, es más sutil, porque la participación de la naturaleza puede parecer en un principio inexistente. Aun siendo más discreto, el decorado de Jean Hugo no es apenas menos artificial y teatral que el utilizado en Caligari; el empleo sistemático de los primeros planos y de ángulos extraños acaba por destruir el espacio. Los habituales de los cine-clubs saben que nunca deja de contarse, antes de la proyección del film de Dreyer, la famosa historia de los cabellos de la Falconetti cortados realmente por las exigencias de la obra; y que suele también mencionarse la ausencia de maquillaje en los actores. Pero estos recuerdos históricos de ordinario no van más allá del interés anecdótico. Sin embargo, me parecen que esconden el secreto estético del film, aquel incluso que determina su perennidad.

Por ellos la obra de Dreyer no tiene nada en común con el teatro e incluso podría decirse incluso que con el hombre. Cuanto más exclusivamente recurría a la expresión humana, más obligado estaba Dreyer a reconvertirla en naturaleza. Que nadie se equivoque: ese prodigioso fresco de cabezas es exactamente lo contrario de un film de actores: es un documental sobre los rostros. Allí no tiene importancia que los actores “actúen” bien; en revancha, la verruga del obispo Cauchon o las manchas vinosas de Jean d’Yd son parte integrante de la acción. En este drama, visto al microscopio, la naturaleza entera palpita en cada poro de la piel. El desplazamiento de una arruga, el pellizcarse un labio son los movimientos sísmicos y las mareas, el flujo y el reflujo de esta geografía humana. Pero la suprema inteligencia cinematográfica de Dreyer me parece manifestarse especialmente en la escena en exteriores que cualquier otro no hubiera dudado en rodar en el estudio. El decorado que había sido construido evoca, con toda precisión, una edad media teatral y de miniaturas. En este sentido, nada menos realista que ese tribunal en el cementerio o esa puerta levadiza; pero todo está iluminado por la luz del sol y el sepulturero arroja por encima de la fosa una paletada de verdadera tierra. Son esos detalles secundarios y aparentemente contrarios a la estética general de la obra los que le confieren, sin embargo, su naturaleza cinematográfica.

Si la paradójica estética del cine reside en una dialéctica de lo concreto y lo abstracto, a causa de la obligación que tiene la pantalla de significar con la única mediación de lo real, es importantísimo discernir los elementos de la puesta en escena que confirman la noción de realidad natural y los que la destruyen.

De André Bazin, ¿Qué es el Cine?

La Cinefilia no Es Patriota

1 Comments:

  • At 8:27 PM, Anonymous Anonymous said…

    Hola,

    No tiene mucho que ver con el post, pero no encontré un correo de contacto a quien poder enviarle esta información...

    EL MUSEO DE ARTE DE LIMA HA PUESTO A AL VENTA LAS BUTACAS DE LA EX-FILMOTECA

    Cinéfilos recordarán con nostalgia haber disfrutado, en estos asientos, las proyecciones de películas fuera del circuito comercial que ofrecía el Museo de Arte de Lima mientras funcionó en sus instalaciones la Filmoteca de Lima.

    Los interesados tienen plazo hasta el 28 de abril.
    Mayores informes llamando al 423-4732, anexo 228 o escribiendo a mjceli@museodearte.org.pe (María José Celi).

    Saludos,

     

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