I HATE YOU, PIRATAS DEL CARIBE 3, 4, 5...

EL PIRATA SE VE MAL, PERO TÚ TE VES PEOR

Ya. No solamente nos invaden las salas. También invaden los periódicos, los programas de TV y las páginas web. Y no es nada contra el buen señor Verbinski que solamente hace su trabajo de manera humilde, como buen trabajador que es. Pero esta vez no se salva nadie. Ni Legolas. Ni Johnny Depp. No. Nada. No hay manera. No me insistan, por favor, que estoy más asada que un pollo. Hasta los chistes me salen malos. Qué se quejan. A películas malas, chistes malos.


“No reniegues tanto y habla de la película en cuestión”, me dicen los editores de esta página. Yo feliz, de veras. Lo haría si habría algo que comentar excepto que a ese guión le sobra una hora. O más. Está bien que sea una trilogía, pero eso no significa que todos la hayan visto. Advertencia: Si no has visto las anteriores, compra tu DVD pirata –SÍ, PIRATA, hazle honor al título- y mírala antes de pasar un mal rato. No vas a entender nada. Pero nada de nada. ¿Davy Jones? ¿Kraken? ¿Nueve reales? ¿La canción del inicio a quién convoca? ¿De qué lado estaba Chow Yun Fat? ¿Por qué tanto rollo inconcluso con Calypso? ¿Qué pasó con el padre de la chica?


No crean que la pasé cabeceando y no presté atención a nada, aunque lo hubiera preferido. Mientras más explosiones y efectos y ruido tenga una película, más sueño me da. Pero esta vez estuve muy despierta, al menos suficientemente despierta como para ver en esa película de Disney que un tipo se quedaba congelado y, al tocarse el pie, su dedo congelado se rompe y se cae. Estaba viendo El Aro. Pero de ahí esos señores con cara de ceviche mixto y de pulpo al olivo, ¿de dónde salieron? En fin. Parece que si una no es asidua a la página “Adictos a Johnny Depp”, está más perdida que… No, mejor no sigo con los chistes.

De la nada, Jerry Bruckheimer se pone complejo y sale con plots redundantes e inentendibles. Su película de entretenimiento -que aún tenía algún sentido antes- ahora se ha llenado de estúpidas traiciones para ver si así se puede interesar a un despistado espectador que mirará con ojos inocentes cómo todo continúa para terminar como empezó. Simplemente es mejor dejar de interesarte y ver si los efectos especiales hacen de veras algún efecto. Lástima que no haya sido así. Un presupuesto de este tipo y la historia que venían armando eran buenas columnas para encender la fantasía de cualquiera.


¿A estas películas les conceden tanto interés y tanta publicidad? ¿Qué tipo de mafia permite que hayan cuatrocientas salas dedicadas solamente a esta película? ¿Qué especímenes permiten que el internet se llene también de estas obritas? ¿Vieron el final? (Si no lo han visto, malditos, qué envidia). Resulta que al parecer habrá una cuarta parte. ¡A esperarla con ansias! ¡Yupi! ¡Más rumores y fotos del día y nuevos tráilers! Ahm… bendito internet. Ya entiendo por qué Keith Richards se durmió durante toda la función de estreno.


A propósito de piratas:

¡Hey! Gracias a La Cinefilia... por esa foto. Seguía diciendo:

Ese spot del 20 pirata es un asco. Pensaba escribir algo sobre eso pero me comentan que me ganaron por antiquísima puesta de antiquísima mano. Pasaré a copiar parte del texto que se publicó en la página Páginas del diario de Satán, justamente acerca de este insufrible spot:


...Ese spot es un discurso moral diseminado entre los espectadores, que se mueven inquietos ante la pantalla cogidos en un ampay colectivo…

…que los intereses comerciales multinacionales de la Motion Pictures Asociation of America (MPAA) se conviertan en lección de ética práctica, resulta un chiste.

Para la MPAA (la asociación de productores de Hollywood que pone su logotipo en el aviso), el 20 bamba del hijo se equipara a la adquisición de una película pirata por el padre, lo que liquida moralmente a ambos. La industria hegemónica hace de su interés, necesidad: dicta el imperativo moral categórico, produce culpa ajena y señala el patrón para juzgar la corrección del comportamiento ciudadano…

http://paginasdeldiariodesatan.blogspot.com/2007/04/el-padre-inteligente-y-el-20-pirata-la.html


Listo, señores. A ver si se pelean contra los verdaderos enemigos.

María José Rey