¿QUIÉN LE TEME A BURNEO WOOLF?

NUEVOS AIRES BARRANQUINOS

Entrevista a Luis Carlos Burneo

El Cinematógrafo de Barranco empieza a lanzar nuevos ciclos, aunque ahora sin la participación de Luis Carlos Burneo, el extraño programador que tuvo la sala durante el último año. Hoy, lejos del país, nos cuenta sobre su paso por dicho lugar y responde a varias acusaciones. Por mientras, prepara la nueva temporada de su página: La habitación de Henry Spencer.

Ahora que ya no estás en el Cinematógrafo, ¿quién está encargado de la programación?

Los nuevos programadores son Claudio Cordero y José Tsang.

Escuché que cuando te han pedido la base de datos del Cinematógrafo te has demorado en darla y cuando lo has hecho, la encontraron muy desordenada.

Ah, sí, no está actualizada. Lo que pasa es que me fui de viaje al día siguiente y no hubo tiempo de arreglarla.

Entonces, no es que exista un resentimiento tuyo, ¿o sí?

¿Resentimiento contra quién?

Por haber dejado el Cinematógrafo. ¿Te molesta no seguir siendo el programador?

No, no hay ningún resentimiento. Si dejé el Cinematógrafo por decisión propia, ya lo había estado meditando algún tiempo atrás. No me molesta ni me amarga, pero sí me da un poco de pena, pero estoy contento porque sé que la chamba que hice permitió que mucha gente estuviese contenta.

Cuando Kike Vivar proyectó, con cierta colaboración de esta página, la primera muestra Ver o no Ver, te notamos medio incómodo.

Sí, claro.

Como si hubiera cierto recelo de tu parte. ¿Por qué?

Estaba incómodo, pero nada con Kike, sino porque a partir de ahí se empezaron a romper una serie de compromisos internos en el Cinematógrafo. Eso fue lo que, finalmente, hizo que tome la decisión de alejarme. Pero todo bien con Kike. Está loco, igual que yo.

Antes la palabra Cinematógrafo estaba vedada para ciertos críticos. Ahora recomiendan la sala. ¿Crees que es por la calidad de las nuevas proyecciones o es porque ya no trabajas allí?

Mira, no era la palabra "Cinematógrafo", era la palabra "Burneo".

En esta página siempre han habido comments que se referían a la sala barranquina como el "dividiógrafo" ¿Te molestaba eso?

Normal. Lo que aquí nadie se dio cuenta es que la mala publicidad es publicidad. El Cinematógrafo, teniendo presupuesto cero, tuvo más promoción que ninguna otra sala. A partir de los escándalos, nunca dejaron de ir personas al Cinematógrafo. Al contrario, iba más gente.

Es una manera polémica de atraer personas.

Pero jodidamente efectiva. Y gratuita.

No tan gratuita como las entradas.

Eso convérsalo con la administración.

Pero era justo, ¿no? Hubo muchas fechas con conciertos, disfraces y todo un aire de fiesta que pocas veces se han visto en la ciudad.

Sí, sobre todo porque no era una sala, digamos, para "cinéfilos".

¿Cómo es eso?

Mira, a las 4 pm podían ir 15 tíos a ver Buñuel y reconocían a los actores y actrices de la época. Luego, a las 6 pm podían ir 45 jóvenes a ver Godard. A las 8 pm había Caligari, musicalizado por Kinder, una banda de electro rock genial, y la mitad de gente no sabía qué era Caligari y la otra mitad de gente no sabía quién era Zinder…. pero salían alucinados por la experiencia. Y, lo mejor, a las 9:45 pm presentábamos The Rocky Horror Picture Show con 50 jóvenes disfrazados que estaban ahí para pasarla bien.

¿De veras entraron 50 personas?

De veras.

¿Puedo decir que cada vez que he ido nunca vi más de quince personas?

Sí, claro, puedes decirlo, pero generalmente estaba lleno en las funciones de viernes, sábado y domingo, diría que el 80% de las veces.

Pero sí sé que, por ejemplo, Saló o Pink Flamingos fueron proyecciones a salas llenas.

Estaba lleno y cuando vayas les puedes preguntar a las dos personas que saben más acerca de la sala: Pilar y Eduardo, boletera y proyeccionista, para que veas que no te miento.

No hace falta, todos sabemos que sí hubo muchas funciones casi históricas, ¿pero sabes cuál es el recuerdo más importante del público?

Para mí hay varios.

No, no para ti, sino para el público, para un público supuestamente culto.

Imagino dirás Saló.

Creo que no tiene que ver precisamente con una película, sino con un hecho.

Ah, sí. La persecución. Creo que ya se volvió un clásico para el cine nacional.

¿No te molesta que cuando algunos hablan de tu paso por el Cinematógrafo se refieran siempre a ese hecho en lugar de a las películas?

¿Molestarme? no lo creo. Cada uno recuerda lo que quiere o lo que le hace la vida más agradable, ¿no? Ahora leí que reír es saludable y si algunos pueden usar esa anécdota para relajar un número enorme de músculos, pues qué puedo hacer.

Tengo que hacerte la pregunta, ya que estamos en el tema.

Dímelo.

A raíz del suceso, se escribió una crónica en este blog, ficcionando esta persecución. Se trataba de un texto, a mi parecer, por momentos, divertido y, por momentos, extrañamente burlón. Casi escrito a manera de revancha.

Sí, cierto.

El asunto hubiera quedado ahí, creo yo, si es que el texto no hubiera sido escrito por un anónimo. Mucha gente hizo apuestas, compró acciones en la bolsa, apostaron su quincena, y la mayoría te dio como principal sospechoso al momento de decidir quién escribió esa crónica.

Ajá.

Dijeron que tú la habías escrito, dijeron que fue Mario, dijeron que incluso yo mismo lo había hecho. Si Angulo hubiera escrito desde entonces en el blog, hubieran dicho que él lo escribió. ¿Tú la escribiste?

Mira, en esa época estaba donde estoy ahora, en Estados Unidos, así que la información que tenía era mínima.

Pero el estar allá no significa que no lo hayas podido escribir. El texto era sobre esa noche y tú estuviste esa noche. De hecho, fuiste protagonista.

Cierto, pero creo que el texto iba más allá de la anécdota de esa noche. Más bien, según lo que leí, fue como una humorada del correo electrónico original. Pero te parafraseo, Fernando: "¿Realmente quieres que pierda mi tiempo en esas cosas?"

No, claro que no, pero una cosa más: Los críticos "veteranos", como les llamas, no están convencidos que tú hayas escrito ese texto. Más bien, alguno asegura que te han ayudado para escribir eso.

Lo que aseguren o no aseguren me parece fenomenal, si ellos quieren perder su tiempo en eso. Mientras escribo esto, me doy cuenta de algo: ya no tengo ningún lazo directo o indirecto con el mundo de la crítica, sea joven, veterana o recién nacida. Eso es, de cierto modo, un alivio.

Casi podría decir lo mismo.

No, tú tienes un blog de cine, no te hagas.

Tú tienes un blog más interesante y es momento de hablar de él: La habitación de Henry Spencer. Al inicio empezaste medio monse, entrevistando a Brunito Pinasco, a Mario Castro.

Sí, al comienzo estaba desesperado.

Se notó y felizmente cambiaste. Cinco minutos con Diana Exorcism vale la media hora que le dedicas a Mario Castro.

Sí, Diana es un encanto. Yo lo veo así: es como un televisor, si no te gusta un "canal", o sea, un vídeo, cambias a otro. Y listo. Lo bueno es que hay de todo, desde Mario Castro hasta Brunito Pinasco.

Yo les cambiaría a los dos. Pero ese blog es una muy buena idea, creo que tus antiguos profesores se deben sentir orgullosos de eso. ¿Cómo harás para continuarla desde Estados Unidos?

Se continuará desde Lima, a mi regreso. Es un ritmo bien jodido, un vídeo por día, así que literalmente tienes que buscar un personaje diario. En mi primera temporada saqué más de 50 vídeos. Horas de horas de horas, fue como una prueba. Ahora viene la segunda temporada.

¿Cuando regreses esperas volver a alguna sala?

Por el momento, preferiría que no. Ya conozco como la palma de mi mano ese mundito "cinéfilo-crítico-cineclubero" y creo que es hora que otros lo experimenten.

¿Ahora qué mundito quieres conocer?

Ninguno, quiero hacer mis cosas

Última pregunta: Veo que escribes en otra página web. ¿No quieres escribir para la cinefilia…?

Te he dicho mil veces que sí, pero no quiero que odien más tu blog.

No sabía que lo odiaban, ¿quién puede odiar esta página?

¿Los que dejan comments, quizás?

No, no nos odian.

(Entrevista: Fernando Vílchez R.)