LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

DEDICADO AL CINE PERUANO QUE AÚN NO EXISTE

Wednesday, April 01, 2009

CHE, EL ARGENTINO (2008), DE STEVEN SODERBERGH


La imagen más vendida del ícono
Che, el argentino (2008), tiene pocas sorpresas y exuda un respeto casi religioso por el revolucionario.
Complicado llevar al cine una vida tan intensa y polémica como la de Ernesto Che Guevara. Cómo podría resumirse en unas cuantas horas la existencia de un hombre que, en el lapso de diez años aproximadamente, pasó de ser un simple médico con preocupaciones sociales, a ícono revolucionario mundial.
El estadounidense Steven Soderbergh aceptó el desafío con un díptico de cuatro horas de duración. La primera parte, Che, el argentino, va de 1955 a 1965, y se dedica a narrar, con flash backs, los años de la lucha guerrillera en Cuba al lado de Fidel Castro; la segunda, Guerrilla, abarca el fracasado proyecto subversivo de 1967 en Bolivia, que lo costará la vida.
El amplio registro de peripecias que el Che pasó en esos años es compendiado en una colección de los momentos más conocidos que cualquiera que haya leído las biografías más serias del personaje en cuestión conoce. Además, son tantas las elipsis a lo largo de la historia que todo se desarrolla a veces con una prisa atosigante y confusa.
Sí, lo más apreciable del filme es el trabajo de Benicio del Toro como el revolucionario argentino. El portorriqueño le da al personaje un tono coloquial que lo desempolva del exagerado y vergonzoso retrato de postal. Sin embargo, el Che Guevara de Soderbergh no deja de ser una proyección de la figura incólume que se tiene del revolucionario. Es decir, lo que vemos en el ecran es al Che ejemplo, pedagógico con los guajiros iletrados, valiente en el combate y sarcástico con los diplomáticos de la ONU.
Vamos, el hombre fue más contradictorio, pero esto lamentablemente se oculta. Ni se toca el periodo en el que Guevara ordenó la ejecución sumaria de algunos cubanos, ni se habla de sus yerros como ministro de Industria, ni de los levantamientos armados que propició en varios países latinoamericanos.
En realidad, Che, el argentino, es un filme plano, cinematográfica y narrativamente. No es un título descartable pero sí discutible, más concentrado en la recreación histórica y en las escenas bélicas, que en una exploración de las posibilidades del cine para descubrirnos una visión más original del revolucionario.
PD. Cuestionar la visión excesivamente condescendiente de Soderbergh no significa pedir fidelidad histórica para la reconstrucción del personaje.
Alonso Izaguirre
Publicado originalmente en Perú.21 con ligeras modificaciones
La Cinefilia no es patriota

3 Comments:

  • At 7:06 PM, Anonymous Gustavo said…

    Yo creo que cualquier comentario sobre "Che, el argentino" resulta incompleto, dado que el film está incompleto, falta la segunda parte, "Guerrilla". Con el díptico completo, la primera impresión puede modificarse.

     
  • At 9:11 AM, Anonymous Anonymous said…

    He podido ver la segunda parte en el extranjero y, francamente, no se aleja del tono de la primera.

     
  • At 12:58 AM, Anonymous Anonymous said…

    creo que la opiión de que es una película centrada en la reconstrucción histórica, es restringidamente correcto ya que no se abordan las condicionantes que dieron paso al proceso revolucionario. A fidel se lo deja como el lider de la revolución y no se abordan los cambios ideológicos del mismo (el no era ni marxista sino que hijo de terrateniente cubano) creo se lo idealiza de sobremanera y al che se lo describe casi como un héroe y en lo que respecta a las verdades históricas, ellas no existen, pero pueden ser puestas en cuestión, faltó mostrar más puntos de vista respecto a cómo la rev cubana se hizo en el camino y fortalecida por los mov campesinos y no por los tipicos "héroes" que suele narrar la historia tradicional, creo q justificar la legitimidad del proceso no significa justificarla hasta nuestros tiempos, no obstante, creo q es una pelicula aceptable

     

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