2007: PELÍCULAS PARA EYACULAR (SEGÚN FERNANDO VÍLCHEZ)

Siento que poco puedo decir sobre este año, principalmente al no haber estado atento a los estrenos en las salas “comerciales” ni en las “culturales” desde Agosto. Puedo, sí, hacer algunas anotaciones de la primera mitad del año:

Cuando pensé que Zodiac iba a ser mi película favorita del año, vi Memories of Murder, de Joon-ho Bong. ¿Qué? ¿Todavía no la han visto? ¿Qué esperan? Es un bonito regalo para estas fiestas.

El díptico de la guerra de Clint Eastwood, ¿es producto de la sobriedad o del amodorramiento? Casi me duermo con ambas.

En cambio, sí me dormí –y esto habla mal de mí, no de la película– al ver Una sombra al frente, exactamente a los veinte segundos después que un puente se derrumbó. Esto fue casi al inicio del film, así que poco puedo decir de ella… excepto que hay que tener mucha fortaleza para sobrellevar un proyecto de esa magnitud a lo largo de los años.

De Agosto hasta hoy, fines de Diciembre, he entrado cinco veces al cine para ver: Una sombra al frente, de Tamayo –ya conté qué sucedió–, El viento que agita la cebada, de Loach –decepcionante discurso obvio sobre la maldad de la guerra–, La vida de Jesús, de Dumont –buen ciclo del Cine Club Cayetano Heredia–, Los amantes regulares, de Garrel –como si no hubiera suficientes motivos para deprimirse; muy intensa–, y Sátántangó –para mí, la mejor proyección del año, de lejos–.

Ya. Basta de pose.

Ahora mostraré mis simpatías por películas simpáticas, chéveres, pajitas, two-thumbs-up! que disfruté clandestinamente en la acogedora sala privada de unos buenos amigos: Un crimen perfecto, 1408, Blades of Glory, la trilogía Bourne, y Planet Terror y Death Proof. . . Al final, ese tipo de veladas son las que hicieron este año llevable.

Hablar de Caché ya me parece una erección modesta, cuando a estas alturas uno puede tener sobre su escritorio todo Haneke, todo Tarr, todo Bresson, casi todo Hou Hsiao-Hsien, esas 14 de Kaurismäki que pasaron en la católica, y tantas más. Así ya se puede eyacular con tranquilidad.

Me gustó la selección de cortos Paris, je t´aime pero más Chacun son cinéma. De Cannes 2007, me gustó Paranoid Park, pero más Mogari no Mori. Del Oscar 2007, no me gustaron ni El Laberinto del Fauno ni Babel, a diferencia de Children of Men o The Departed, que me gustan más ahora que las vuelvo a revisar.

Pero más me gustan las películas que tengan una banda sonora que me emocione (ya sé que la “banda sonora” son también los sonidos ambientales, incidentales, etc., pero obviamente no me refiero a eso). El soundtrack de Zodiac es una delicia. El descubrimiento de Devotchka, gracias a Little Miss Sunshine, para mí es impagable. Aunque nada como la música de Mihály Vig. ¿Qué tiene que ver Vig en esto? Evidentemente nada. Al parecer.

TENGO QUE mencionar unos documentales de visión obligatoria. Pobres los documentales, nadie los menciona, nadie se acuerda de ellos, son como los volantes de contención de una selección de fútbol. Sicko, de Michael Moore. Earthlings, de Shaun Monson, y Zeitgeist, de Peter J. Este planeta está que se destruye por todos sus flancos y los críticos hablando de cine finlandés. Qué caray. ¡Véanlos!

Finalmente Luz Silenciosa. Nunca pude escribir algo sobre la última película de Carlos Reygadas. Tampoco lo haré ahora, evidentemente. Lo dejaré para el lanzamiento de una humilde página de cine que aparecerá pronto para complementar cualquier información con ustedes. Espero que sea de utilidad cuando aparezca.

Puedo prometer que no habrá poemas del señor Angulo ni espasmos otoñales del buen Chacho.
Nada que no sea información (in)decente sobre películas, canciones, libros, pintores…

Y lo que venga punto com.


Fernando Vílchez Rodríguez



LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA