LA CINEFILIA NO ES PATRIOTA

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Sunday, October 23, 2011

RAÚL RUIZ O LA MÁXIMA ASPIRACIÓN QUE PUEDE TENER EL CINE



Si yo empecé a hacer cine es porque quería saber cómo se sabía que una película terminaba si no me aparecía la palabra fin. Sigo dándole vuelta a eso, no tengo mucha respuesta. Lo que sí sé es que hay en el cine una prosodia que hay que reinventar o inventar, y uno de los elementos de esa prosodia, es decir si se parte desde el principio mismo, que cada toma es un hecho independiente, y que no hay que tratar de crear continuidad entre ellas, sino, al contrario, darles el máximo de independencia y que la continuidad está fuera de la película.

Estamos haciendo en cine algo parecido a lo que se llama, podríamos decir, el pensamiento funcionando. Pensamiento que no está ligado al lenguaje, que es una expresión que, nuevamente, rescato del matemático Stanialaw Ulam. El pensamiento consta de algoritmos visuales que atacan en cadena al lenguaje, que usamos para comunicarnos de manera ortogonal, digamos, perpendicular. Esos algoritmos (nótese que cuando se dice algoritmos se quiere decir afirmaciones que son visuales) son imágenes, afirmaciones hechas con imágenes, que caben en una máquina de Turing, es decir, no es mística. Se van ligando, y la máquina de Turing quiere decir que caben en computadores, por lo tanto se pueden poner en un computador y que el computador no las omita.

Esa manera ortogonal de ligar las imágenes y atacar el texto, creo yo, es la máxima aspiración que puede tener el cine, tratar de entrar en la cabeza de alguien que está pensando, de manera visual. Este es otro personaje que lo dice, el pensamiento es visual en la mayoría de los casos, y en menos del 20% de los casos es auditivo. Pero siempre está el pensamiento creador, especialmente en conflicto, que es lo que se llama el lenguaje egocéntrico, que es cuando uno cree que está pensando y en realidad estamos monologando con nosotros mismos, eso se llama lenguaje egocéntrico. No está pensando, los pensamientos son rapidísimos, atacan el lenguaje, pasan de un lado para otro, se ligan, y el cine puede reproducir eso. Digo lo anterior porque se sabe que algunos escritores (Joyce, por ejemplo, pero muchos poetas también) tratan de dar la impresión de pensamiento, del movimiento del pensamiento, del flujo del pensamiento, usando muchas palabras, combinándolas, haciendo asociaciones y cosas de ese tipo.

La imagen hace eso, el cine puede hacer eso siguiendo más o menos el modo de articulación del pensamiento visual.


Conversaciones con Raúl Ruiz. Christine Buci-Glucksman / Abdelwahab Meddeb / Benoît Peeters / José Román. 2003. Págs 75-77.

1 Comments:

  • At 12:53 PM, Anonymous Anonymous said…

    Voy a replantear las primeras líneas de Ruiz.

    A mí me gusta el cine, mejor dicho, las películas, porque me gusta imaginar cómo continuarán después de que se terminan, aparezca o no la palabra "fin".

     

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