Naturalmente, el mejor poema para mí, el que me conmovió más, el que me dejó hecho trizas y también me hizo aplaudir de la alegría. F.V.R.
El guardián del hielo
de José Watanabe
de José Watanabe
Y coincidimos en el terral
el heladero con su carretilla averiada
y yo
que corría tras los pájaros huidos del fuego
de la zafra.
También coincidió el sol.
En esa situación cómo negarse a un favor llano:
el heladero me pidió cuidar su efímero hielo.
Oh cuidar lo fugaz bajo el sol...
El hielo empezó a derretirse
bajo mi sombra, tan desesperada
como inútil.
Diluyéndose
dibujaba seres esbeltos y primordiales
que sólo un instante tenían firmeza
de cristal de cuarzo
y enseguida eran formas puras
como de montaña o planeta
que se devasta.
No se puede amar lo que tan rápido fuga.
Ama rápido, me dijo el sol.
Y así aprendí, en su ardiente y perverso reino,
a cumplir con la vida:
yo soy el guardián del hielo.
lo fugaz, lo que se devasta
ReplyDeletedescansa en paz guardian del hielo
aqui se te va a extrañar
mí, me, me, me.
ReplyDeletemenos ego y más espacio para la poesía en este blog por favor.
Ser guardían de lo que se escapa, de lo que se va... de la poesía. Watanabe, siempre quedarás en el recuerdo.
ReplyDeletesin duda uno de sus mejores poemas.
ReplyDeleteuno de sus mejores poemas,pero mas que eso el sentimiento visto atravez de los ojos del alma hecho palabra. en fin un gran poeta que vivra en la memoria de los eterno recuerdos
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