¿QUÉ ES EL CINE INDEPENDIENTE? POR EDUARDO QUISPE.
En simples palabras; ver una película que me produce la sensación de deberse a sí misma; que no está parametrada a ganar un Festival, a gustar a cierto típico crítico que cree que ver crecer la hierba es cine, o que mostrar a 2 personas tener sexo explícito es ser arriesgado, que se esfuerza por ser “interesante” entendiéndose esto como mostrar historias bizarras (reales o ficticias), con personajes lunáticos, caricaturizados a lo MTV o Locomotion, que se introducen tubérculos al cuerpo, o marginales que beben su propia orina, que se tatúan con sus propias uñas arrancadas de raíz o que son adictos al insecticida para hormigas.
Las poses pop art cholo, las citas de escritores “malditos”, los embustes de intervenir un registro documental para ficcionalizar, la estética reality show, porque eso está de moda. Esas tonterías de manipular la imagen con filtros cochinos, o de colorcitos sicodélicos que ya son anacrónicos, de buscar ser la versión peruana y autárquica de Bresson, de intentar, y sólo eso, ser Tarantino trasnochado, Gonzales Iñarritu en ayawasca.
Darle giros a la historia, todo ese desmadre saturnino de que los malos sean buenos y los buenos no tan buenos y las fruslerías al estilo Christopher Nolan sin genio.
Osea, no hacer una película furcia que postule a que dentro de cuatro años le caiga financiamiento para el “transfer”, una irrumación de productor o financista que siempre busca “mejorar” algunos aspectos formales y narrativos a fin de “vender mejor” la película.
Hago aquí un paréntesis: si haces una película para venderla, entonces eres más comerciante que cineasta, no sé hasta qué punto pero, no podrás negar que haces la película para que determinado público la consuma, y utilizarás determinados códigos y parámetros de venta, algo que haga tu película “aceptable” para muchos o algunos muchos.
Nadie tiene derecho de descalificar, no pretendo hacerlo, sólo se trata de poner las cosas claras. Si alguien me dice que George Lucas es tan independiente como Rafael Arévalo, no me lo trago.
Un director puede creer en sí mismo, en sus ideas, en sus propuestas, y darse por ellas. ¿Eso es ser independiente? Las convicciones no hacen la independencia, es más podría decir que la maniatan. Los principios hacen la diferencia, porque está respaldado por el sentido común, por la búsqueda de bienestar comunitario, pues son en esencia éticos y morales.
Una convicción en cambio, tiende a ser ciega muchas veces, se puede confiar falsamente. Muchos directores pueden tener la convicción de que sólo una industria puede salvar el cine, como si la cantidad, las cifras de dólares elevadas y las estéticas clasificadas, etiquetadas, empaquetadas y puestas a la venta como “novedades”, puedan ser determinantes para las calidades o mejor dicho, para la variedad, y no me refiero sólo a géneros, pues la industria del embrutecimiento (o lo que algunos llaman entretenimiento) es experta en brindar la ilusión de la novedad en lo repetitivo, de lo único e individual en lo que lleva código de barras. Hay que ver a un quinceañero que se cree único porque escucha a Tokio Hotel para darse cuenta de eso.
Ok, el cine necesita público para existir, pero asumir que el público es homogéneo y que por eso las películas deben serlo, me parece insultante, es asumir que al público hay que tratarlo como a débiles mentales.
Ser independiente conlleva asumir una posición radical; los cineastas de la posvanguardia rechazan la homogeneidad y la globalización de las imágenes, así como el discurso único, las imposiciones del lenguaje dictado por parámetros neocolonizantes. El cineasta independiente está contra la mercantilización y banalización de los valores de las imágenes, pues estas le dan forma a nuestra condición humana, nos identifican, nos dan un patrimonio cultural, nos hacen ser nosotros.
El cineasta independiente está contra lo políticamente correcto, pues de lo contrario sería un empleado más. Para ser independiente tienes que rebelarte y rechazar los discursos oficiales, navegar contracorriente, mantener una actitud y postura de crítica radical.
En el arte las palabras más comunes deben ser radicalismos contra lo establecido.
Los cineastas viven y producen el constante desplazamiento del mundo del arte, en muchos aspectos. El lenguaje audiovisual ha cambiado y está cambiando, pero es más significativo el caso del cine. De la vanguardia se heredaron la experimentación, los planteamientos eclécticos, lo multidisciplinario, el dialogo con las otras artes, la asimilación de los avances del pensamiento, de la filosofía, de la estética, los nuevos enfoques históricos, los revisionismos y todo aquello que se opone a que las cosas estén bien tal como están en beneficio de los de siempre.
El cine puede ser un instrumento de resistencia, una acción política; arriesgarse a equivocarse, ir a la incertidumbre en vez de conformarse con un falso saber impuesto. Cómo diría Ángel Quintana de Cahiers du cinema: “El cine digital no ha servido únicamente para crear los mundos en los que Lara Croft acabará ganando el Oscar a la mejor actriz, sino también para aumentar el deseo de filmar las ruinas de nuestra civilización.”
Carlos Losilla dice: “¿Por qué no ser radicales? ¿Por qué no poner al espectador contra las cuerdas del sentido, de sus límites? ¿Por qué no aniquilar todas sus certezas para salvaguardar la excitación de la búsqueda constante?”
Ahora, para muchos el cine “independiente” ya tiene fórmulas.
Más allá de presupuestos, financiamientos, de formatos, soportes y asuntos técnicos, la independencia es autonomía, es hacer la película menos dependiente de un factor de gusto externo, sea este el de un “público”, el perfil de un festival, la endogamia con la crítica, y sobre todo, la concesión con el lenguaje homogenizado, industrializado. Que una película independiente intente “ser” como una película de industria, o que busque codearse con el circulito indie sundanceado o, como diría Alberto Fuguet, rotterdaniano, es casi como vender sándwiches al costado de McDonald's.
Pero, justamente para eso vale la pena poner las cosas claras, porque si ser independiente es la etiqueta que te hacer estar dentro del sistema sin ser parte de él (o sea, sí, pero no) entonces es un embuste, una patraña. Tomar coca cola o pepsi no importa mucho, un independiente preferirá siempre un emoliente en la esquina.
Ser cineasta independiente no es cómodo, es peligroso. Si sólo se tratara de armar historias frikis, de buscar tipologías seudo marginales, de estéticas extremistas que rayan entre el videoarte y el videoclip, la cosa sería tranquila.
Se trata de decir lo que otros callan, de no escudarse en la tibieza, de incomodar, de no deberle nada a nadie, para tener siempre la libertad de no tener reparos en lo que se dice, de mearse en el protocolo, en lo políticamente correcto, de zurrarse en las normas de viejos enciclopedistas con sus miles de “esto no se debe hacer”.
Podría concluir en que ser independiente es algo así como ser suicida, con todas las ventajas y compromisos que ello implica.
Las poses pop art cholo, las citas de escritores “malditos”, los embustes de intervenir un registro documental para ficcionalizar, la estética reality show, porque eso está de moda. Esas tonterías de manipular la imagen con filtros cochinos, o de colorcitos sicodélicos que ya son anacrónicos, de buscar ser la versión peruana y autárquica de Bresson, de intentar, y sólo eso, ser Tarantino trasnochado, Gonzales Iñarritu en ayawasca.
Darle giros a la historia, todo ese desmadre saturnino de que los malos sean buenos y los buenos no tan buenos y las fruslerías al estilo Christopher Nolan sin genio.
Osea, no hacer una película furcia que postule a que dentro de cuatro años le caiga financiamiento para el “transfer”, una irrumación de productor o financista que siempre busca “mejorar” algunos aspectos formales y narrativos a fin de “vender mejor” la película.
Hago aquí un paréntesis: si haces una película para venderla, entonces eres más comerciante que cineasta, no sé hasta qué punto pero, no podrás negar que haces la película para que determinado público la consuma, y utilizarás determinados códigos y parámetros de venta, algo que haga tu película “aceptable” para muchos o algunos muchos.
Nadie tiene derecho de descalificar, no pretendo hacerlo, sólo se trata de poner las cosas claras. Si alguien me dice que George Lucas es tan independiente como Rafael Arévalo, no me lo trago.
Un director puede creer en sí mismo, en sus ideas, en sus propuestas, y darse por ellas. ¿Eso es ser independiente? Las convicciones no hacen la independencia, es más podría decir que la maniatan. Los principios hacen la diferencia, porque está respaldado por el sentido común, por la búsqueda de bienestar comunitario, pues son en esencia éticos y morales.
Una convicción en cambio, tiende a ser ciega muchas veces, se puede confiar falsamente. Muchos directores pueden tener la convicción de que sólo una industria puede salvar el cine, como si la cantidad, las cifras de dólares elevadas y las estéticas clasificadas, etiquetadas, empaquetadas y puestas a la venta como “novedades”, puedan ser determinantes para las calidades o mejor dicho, para la variedad, y no me refiero sólo a géneros, pues la industria del embrutecimiento (o lo que algunos llaman entretenimiento) es experta en brindar la ilusión de la novedad en lo repetitivo, de lo único e individual en lo que lleva código de barras. Hay que ver a un quinceañero que se cree único porque escucha a Tokio Hotel para darse cuenta de eso.
Ok, el cine necesita público para existir, pero asumir que el público es homogéneo y que por eso las películas deben serlo, me parece insultante, es asumir que al público hay que tratarlo como a débiles mentales.
Ser independiente conlleva asumir una posición radical; los cineastas de la posvanguardia rechazan la homogeneidad y la globalización de las imágenes, así como el discurso único, las imposiciones del lenguaje dictado por parámetros neocolonizantes. El cineasta independiente está contra la mercantilización y banalización de los valores de las imágenes, pues estas le dan forma a nuestra condición humana, nos identifican, nos dan un patrimonio cultural, nos hacen ser nosotros.
El cineasta independiente está contra lo políticamente correcto, pues de lo contrario sería un empleado más. Para ser independiente tienes que rebelarte y rechazar los discursos oficiales, navegar contracorriente, mantener una actitud y postura de crítica radical.
En el arte las palabras más comunes deben ser radicalismos contra lo establecido.
Los cineastas viven y producen el constante desplazamiento del mundo del arte, en muchos aspectos. El lenguaje audiovisual ha cambiado y está cambiando, pero es más significativo el caso del cine. De la vanguardia se heredaron la experimentación, los planteamientos eclécticos, lo multidisciplinario, el dialogo con las otras artes, la asimilación de los avances del pensamiento, de la filosofía, de la estética, los nuevos enfoques históricos, los revisionismos y todo aquello que se opone a que las cosas estén bien tal como están en beneficio de los de siempre.
El cine puede ser un instrumento de resistencia, una acción política; arriesgarse a equivocarse, ir a la incertidumbre en vez de conformarse con un falso saber impuesto. Cómo diría Ángel Quintana de Cahiers du cinema: “El cine digital no ha servido únicamente para crear los mundos en los que Lara Croft acabará ganando el Oscar a la mejor actriz, sino también para aumentar el deseo de filmar las ruinas de nuestra civilización.”
Carlos Losilla dice: “¿Por qué no ser radicales? ¿Por qué no poner al espectador contra las cuerdas del sentido, de sus límites? ¿Por qué no aniquilar todas sus certezas para salvaguardar la excitación de la búsqueda constante?”
Ahora, para muchos el cine “independiente” ya tiene fórmulas.
Más allá de presupuestos, financiamientos, de formatos, soportes y asuntos técnicos, la independencia es autonomía, es hacer la película menos dependiente de un factor de gusto externo, sea este el de un “público”, el perfil de un festival, la endogamia con la crítica, y sobre todo, la concesión con el lenguaje homogenizado, industrializado. Que una película independiente intente “ser” como una película de industria, o que busque codearse con el circulito indie sundanceado o, como diría Alberto Fuguet, rotterdaniano, es casi como vender sándwiches al costado de McDonald's.
Pero, justamente para eso vale la pena poner las cosas claras, porque si ser independiente es la etiqueta que te hacer estar dentro del sistema sin ser parte de él (o sea, sí, pero no) entonces es un embuste, una patraña. Tomar coca cola o pepsi no importa mucho, un independiente preferirá siempre un emoliente en la esquina.
Ser cineasta independiente no es cómodo, es peligroso. Si sólo se tratara de armar historias frikis, de buscar tipologías seudo marginales, de estéticas extremistas que rayan entre el videoarte y el videoclip, la cosa sería tranquila.
Se trata de decir lo que otros callan, de no escudarse en la tibieza, de incomodar, de no deberle nada a nadie, para tener siempre la libertad de no tener reparos en lo que se dice, de mearse en el protocolo, en lo políticamente correcto, de zurrarse en las normas de viejos enciclopedistas con sus miles de “esto no se debe hacer”.
Podría concluir en que ser independiente es algo así como ser suicida, con todas las ventajas y compromisos que ello implica.
http://cinestesiaperu.blogspot.com/2011/07/que-es-el-cine-independiente.html
20 Comments:
At 11:13 PM, Independiente de la pose said…
¿Qué es eduardo quispe? por el cine independiente.
At 3:18 AM, Anonymous said…
Un posero que se alucina rupturista y descubridor de la pólvora (todo en uno)
At 1:48 PM, Eduardo Quispe said…
Y lo dicen 2 anónimos...
At 2:39 PM, La cinefilia no es patriota said…
Independiente (o tratando de serlo con cierto éxito) de la sumisión a modelos comercial e ideológicamnte establecidos, sería más justo decir.
Lo que me parece que quedó claro para muchas personas que vieron las nuevas películas peruanas en LIMA INDEPENDIENTE (hablé con varios) es que hay otro, o mejor dicho, OTROS modelos de cine en pleno desarrollo y en continua expansión.
Lean sino este comment (Lunes 11 de Julio de 2011) dentro de varios años, a ver qué fue.
M.C.
At 3:09 PM, Anonymous said…
MENOS FLORO Y MÁS AUTOCRÍTICA.
At 3:51 PM, La cinefilia no es patriota said…
Quería añadir que la palabra Independiente no es o no debe ser un insulto para quienes, durante largo tiempo, dependieron del dinero del Estado ('Estadodameteta') y de los 35mm.
Tal vez les haría bien probar la independencia alguna vez.
Se siente bien hacer exactamente loque a uno le da la gana. ¿Ya no recuerdan esa sensación?
Son nuevos tiempos. Las razones para la alegría están plenamente justificadas mientras que la amargura y el pesimismo fáciles (¿de quiénes? ¿de los dependientes?) son un regalo que aquí devolveremos con toda nuestra energía. Porque no lo necesitamos.
M.C.
At 12:00 AM, Manuel Sosa said…
¿Quién tomó independiente como insulto? ¿borraron un comentario? El tema aqui es que el señor Quispe lleva un buen tiempo diciendonos quienes según él son cineastas de verdad y quienes no, quienes son independientes y quienes no... Y obviamente sus opiniones son cuestionables y desestimables como cualquier opinión personal, no creo que generen amargura en nadie con suficiente sentido del humor, ahora si él realmente cree estar dandonos cátedra a los cineastas independientes que no encajamos en su definición personal de "cineastas de verdad" e "independientes".......en ese caso sólo queda "zurrarse" (palabra que veo le gusta mucho) en lo que escribe.
Muchas veces es mejor opinar a título personal y no hacer tanta politequería, que los cineastas que beben de la teta del estado, que el conacine, que el viejo cine peruano, que el nuevo cine peruano, la grandeza de unos la pequeñez de otros, que los que graban en digital, que los que graban en 35 mm, que existen 2 grupos, 2 generaciones opuestas y enfrentadas... de ser así se estaría negando la existencia de cineastas y videastas que no tienen afinidades con ningún colectivo local ni con ningún crítico de cine local.
At 2:38 AM, Anonymous said…
Pero parece que Quispe odia ser independiente, y escribe estos adefesios donde "depende” de un lector que quiera debatir con él, por algo lo publica. Que le cuente sus teorías de cine a su novia imaginaria, o que se esmere más al hacer sus películas. Así no tendrá que escribir como provocador furcio de cafetín. Que los cineastas se den el gusto de hacer la película que quieran y como quieran hacerla, los comerciales o los llamados independientes, como hizo Quispe con sus menos: -4, -3, -2, -1 Películas con títulos que representan la nota que se saca como “cineasta independiente” intentando, y solo eso, ser la seudoversión chola de casavetes castrado y descafeinado. ¿El se debe así mismo? No, se estafa así mismo. Y me quedo en anónimo para no figurar, no "dependo" de eso.
At 8:46 AM, La cinefilia no es patriota said…
No me refería a ningún comment, me refería a personas alarmadas por el uso de la palabra independientes. Un concepto evoca el contrario. Para completar el cuadro. Unas películas (unos directores) le dicen algo a otras. Su sola existencia, las cuestiona. Es normal. Es inevitable. ¿No creen? Al menos yo creo (y veo) eso.
Es un hecho que películas realizadas con poco dinero, en digital y a mi particular entender valiosas, cuestionan lo que podríamos llamar la producción 'oficial'. Son algo en sí mismas, absolutamente, pero lo otro que digo también es verdad. No veo cómo 'escapar' de dicho pensamiento.
Ningún crítico hará jamás lo que han hecho estos nuevos directores, son las películas de ellos las que han cambiado el panorama (aunque no tantos lo sepan y aunque a varios les convenga ignorarlo o sean incapaces de apreciar este cine). Es mi opinión personal, es lo que yo creo.
Un nuevo festival acaba de pasar varias de estas nuevas películas, por supuesto nadie espera unanimidad, pero varias personas me han dicho sin que yo les pregunte que acá hay, definitivamente, algo nuevo. Tan simple como eso. A varios les conviene silenciar este hecho.
Creo que los nuevos directores seguirán creciendo y encontrarán los medios para sobrevivir y prosperar sin deberle nada a nadie.
No sé qué tipo de persona soy, si me gusta desde Andún, pasando por Detrás del mar, Los actores, las de Eduardo Quispe y Jim Marcelo, Sinmute, El contorno, hasta Cucaracha, Reminiscencias, Alienados, Cada viernes sangre, El epitafio...
Y sí, es mi gusto y mi juicio personales, como el de cualquier otro.
Sí pues, tengo este blog, ya; me parece bien decirle nuevo a lo que me parece nuevo, y me parece un escándalo que estas películas se vean tan poco y que no se aprecien más. Y no me parece que esto sea 'casual'.
Siento como un 'robo' que esta gente, 'más talentosa', no sea apoyada por esa cosa llamada 'Estado'.
Siento que hay intereses en juego, que hay dinero de por medio, que tal vez están sucediendo cosas 'extrañas'.
Se comenta por ahí que hay un video que podría ser un equivalente al Kouri/Montesinos, en el campo del cine peruano.
Si esto fuera verdad pido públicamente que ese video sea expuesto a la luz pública inmediatamente porque eso le aclarará el panorama a varios, y así, en el futuro, y también en el presente, nuevas generaciones de gente más limpia sepa porqué luchamos y quién es quién en este medio.
M.C.
At 11:54 AM, Eduardo Quispe said…
Los poseros y artis, que se creen (¿anti?)radicales, ¿en qué demuestran su (¿anti?)radicalidad? ¿no necesitan (de)mostrarlo, ni llamar de ningún modo a lo que hacen? ¿tan indefinidos y anarquistas se creen? hasta el anarquismo tenía (y tiene) sus fines políticos y su activismo.
Lo único que hacen algunos es hablar de lo que otros hacen o dicen. Y ese esa es su posición, su activismo, su apolítica, su alpinchismo.
Yo, por mi parte, no sólo escribo, hago películas, tengo la entereza y principios de mostrarlas para que las aprecien, las odien, las maltraten o las consideren...Además, exhibo, soy programador de cineclubes desde hace 6 años. Nunca he pretendido ofender, ni calificar o descalificar a nadie, mis opiniones son sobre hechos, sobre acciones y posturas, y me respaldan mis hechos y mis posturas.
No creo ser autoridad para decir quién es qué o quién hace qué, ni creo que la gente me considere eso, reitero, opino desde mi obra, desde mi posición, son mis manifiestos, nadie tiene que suscribirlos...
Sin embargo, no niego, ni escondo mi satisfacción por quienes comparten opiniones y posturas conmigo, total, el hacer públicas mis ideas son complemento de un modo de hacer las cosas, motivados por una serie de planteamientos que nos permite el arte...Pues, sí, aunque a algunos parezca dolerle, o fastidiarle, hay gente que si aprecia, valora y considera el trabajo que hacemos desde cinestesia, muchas veces sin coincidir con nosotros en muchas cosas...
Eso, el que alguno odien o amen, quieran o rechazen, ni yo ni nadie puede evitarlo, ni tampoco puedo disculparme, pues, cada uno reacciona como puede y como sabe...Ser radical no significa ser fundamentalista, y los hay de cualquier posición o postura que asuman o digan no asumir...
El sentido de lo que hacemos (en la mayoría de los caso, es "no hacemos" y es más "decimos" o mejor dicho "aparentamos")nos fotografía de cuerpo entero, sin importar lo que comentemos o cómo queramos quedar ante los demás, porque, el "nomeimportaloquepiensen" es una forma de llamar la atención aparentemente disfrazada de
irresponsabilidad de lo que se dice. Porque al que no le importa algo, sencillamente lo ignora. A mí si me importa, lo acabo de decir, pero no me guía, ni me condiciona. Me hago totalmente responsable de lo que digo y hago.
Sinceramente y con respeto.
Eduardo Quispe
At 1:54 PM, Anonymous said…
Mario:
Quién tiene esos videos
Qué contienen
De existir ese video es obligatorio exhibirlo.
Eduardo Quispe
At 5:27 PM, Anonymous said…
Mario: porfavor deja de poner los "artículos" de Eduardo Quispe, creo que él tiene su propio blog, que lo publique allí para quienes son sus seguidores. No deseo leer sus comentarios. Gracias.
At 11:20 PM, Anonymous said…
Mario respeto y sigo tu blog, eres valiente. Pero tu amiguito Quispe, el suicida comprometido que ahora se disculpa, quiere agradar y da explicaciones. Es un cobarde, ya que en su “artículo” destruye (Lo más fácil) a todos, a los “indis” (Porque no piensan como él) y los comerciales (Porque tampoco piensan como él) pero lo hace sin ser concreto, sin señalar, sin quedar realmente mal con nadie (Pura pose). Ahora dice que es respetuoso pero lo dice a escondidas en los comentarios, y su cobarde post seguirá en la página principal de este blog. Supongo que seguirá escribiendo, dando extensas explicaciones y patinando cada vez más.
Marco Ochoa.
At 11:56 AM, Anonymous said…
"...Eso, el que alguno odien o amen, quieran o rechazen, ni yo ni nadie puede evitarlo, NI TAMPOCO DISCULPARME, pues, cada uno reacciona como puede y como sabe...Ser radical no significa ser fundamentalista, y los hay de cualquier posición o postura que asuman o digan no asumir...
"
At 2:16 PM, Manuel Siles said…
Mario ¿se comenta por ahi que hay un video...? Creo que deberias ser mas preciso. Tambien se comenta por ahi que hay un video del peso Kouri Montesinos sobre la iglesia catolica, otro sobre el futbol peruano y otro sobre el Movimiento Homosexual de Lima... ¡Ah! y uno mas sobre Toledo borracho y metiendose tiros. Pero ninguno se ha hecho publico ni nadie puede decir que los haya visto, sino solo que andan por ahi.
En verdad me parece que podrias ser mas especifico. ¿Quienes aparecen en ese video, de que hablan, que persona identificable lo ha visto? Despues de eso se puede exigir a alguien que lo haga publico, o a las personas que aparecerian en él que desmientan que tuvieron una conversacion del tipo Kouri Montesinos. Un abrazo.
At 7:41 PM, Alonso Izaguirre said…
Si es cierto lo del video, debería mostrarse, no cabe otra.
At 9:24 PM, Anonymous said…
No he leido mayor cojudez en el año que "las convicciones no hacen la independencia". Haganme el favor, no solo no entiende el oficio, sino ni tiene claridad de pensamiento.
At 8:23 AM, alexUnder said…
Si lo que dices es verdad Mario, definitivamente esto tiene que salir a la luz y la verdad tiene que ser contada. Es obligación de cada uno de nosotros cuidar lo que nos queda de cine, no dejar que un par de ratas se aprovechen y tumben abajo todo lo que poco a poco se trata de construir. No más trabas para los cineastas ni para el cine. Si existe dicho video tiene que ser mostrado a toda costa y a la brevedad posible.
Alexander ibañez. Saludos.
At 7:18 PM, Carlos said…
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At 9:27 PM, La cinefilia no es patriota said…
EL RETO PEPSI
Se invita a todos nuestros sabios lectores a dar su opinion sobre lo que significa cine independiente para ellos.
A ver si pueden...
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